Capitulo 28

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Shinichi seguía circulando por la ciudad, soportando los toques de claxon de más de un conductor enfurecido por su manera de conducir. Él trataba por todos los medios despistar a Vermouth, pero no lo lograba. Se sentía como una especie de marioneta. Era como si Vermouth conociera los actos que iba a realizar Shinichi, es más, era como si ella misma decidiera que ruta iba a tomar Shinichi. ¿Por qué sentía esa sensación? De pronto, lo comprendió todo. Al girar en una esquina, sabiendo que tenía a Vermouth a unos pocos metros detrás de él, se sintió acorralado al ver delante a un hombre corpulento montado en una moto, como si le estuviera esperando para impedirle el paso.

-Jefe... Les tenemos... -murmuró cínicamente el hombre mientras sonreía.

-Bien... -sonrió satisfactoriamente Gin, que había recibido la noticia en su porshe.

A pesar del casco integral con visera oscura que ocultaba el rostro del hombre corpulento, Shinichi no tardó en adivinar que se trataba de Vodka. Una serie de pensamientos descabellados se le pasaron por la cabeza en ese momento, mientras se veía acorralado y notaba como temblaba la chica que amaba tras su espalda. Sin embargo, el instinto, la impulsividad y el valor le llevaron a arriesgarse a hacer algo que nunca había hecho.

La situación era la siguiente: Shinichi y Shiho montados en la moto de Heiji. Vodka a unos 50 metros delante de ellos montado en otra moto. Vermouth a 100 metros detrás de ellos, también en moto. Una calle de doble sentido pero poco transitada. Apenas había allí un bloque de pisos y un comercio cerca. Quizás por obra de alguna divinidad, quizás porque así lo quiso el destino, delante del comercio se encontraba una furgoneta estacionada. El conductor de dicho vehículo había entrado en el comercio para descargar algunas mercancías, dejando la rampilla en posición de carga y descarga, permitiendo el acceso de algún vehículo de ruedas en él. Shinichi no lo pensó dos veces al ver ahí una oportunidad para salir momentáneamente del mal paso. Giró de manera brusca y segura el manillar de la motocicleta y ascendió rápidamente por la rampilla, tomando fuerza y potencia suficientes para poder elevar la moto hacia arriba y poder pasar por encima de Vodka.

-Shiho... ¡No me sueltes por nada del mundo! -gritó el chico antes de iniciar la improvisada y arriesgada maniobra.

Ella, advirtiendo lo que pretendía hacer Shinichi, se agarró lo más fuerte que pudo a él y cerró los ojos temiendo que pudiera ocurrir una tragedia.

Ante la mirada atónita de Vermouth y la expresión desencajada de Vodka, Shinichi y Shiho circularon sobre el aire y pasaron por encima del hombre corpulento, dejándolo atrás cuando se incorporaron sobre el asfalto de la calle.

-¡Lo hicimos, Shiho! -exclamó feliz, Shinichi- ¡Salimos de esta!

Ella abrió los ojos y suspiró algo aliviada mientras Shinichi aceleraba y seguía su camino.

-¡Maldición! -exclamó Vodka al ver como se le escapaba el ratón de la ratonera.

-¿Qué ocurre? -preguntó a través del micrófono Gin.

-Han logrado escapar... Pero no por mucho tiempo... -aclaró Vodka, mientras observaba como Vermouth emprendía su camino tras ellos. Gin analizó la situación y le dio unas estrictas órdenes a Vodka:

-No quiero que mates ni a Sherry ni al curioso que la acompaña... Ese placer quiero reservarlo para mí...

Vodka dio a entender que iba a obedecer, pero a la misma vez le vinieron ciertos pensamientos a la cabeza que no se atrevió a desvelar.

Un amor de doble filoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora