Shinichi y Shiho seguían corriendo mientras se adentraban en la calle cada vez menos transitada por personas, estaban a punto de de entrar en la calle donde les esperaba Gin. Finalmente y sin sospechar nada, tanto Shinichi como Shiho entraron en esa calle. Apenas hubieron puesto un pie en ella, se percataron del coche de color negro, que enseguida identificaron, no sólo por la matrícula, sino también porque su dueño estaba saliendo de él.
Sin dejar de mirarles y sonriendo, Gin cerró la puerta del automóvil sin necesidad de pegar un portazo. Le bastó un un suave golpe.-Cuánto tiempo sin vernos, querida Sherry -pronunció el hombre.
Shinichi y Shiho quedaron parados por unos instantes, no sabían qué hacer. Ninguno de los dos era capaz de articular palabra.
-¿No piensas darme un beso a modo de reencuentro, Sherry? -preguntó irónicamente el hombre.Ante esto, Shinichi logró reaccionar y respondió:
-¡Jamás volverá a relacionarse con un malnacido como tú! -dichas palabras fueron el detonante de la rabia de Gin, que sin pensarlo dos veces, sacó la pistola y disparó una vez. La bala rozó de cerca el brazo izquierdo de Shinichi, provocando que retrocediera algunos pasos hacia atrás por culpa del impacto y la potencia.
-¡Shinichi! -exclamó Shiho preocupada, pensando que la bala le habría matado.
-Tranquila, estoy bien... -aclaró el chico, incorporándose de nuevo- No es más que un rasguño -afirmó mirando a Gin.
-Porque yo he querido -sonrió con sarcasmo.
-Quien ríe último ríe mejor... -murmuró Shinichi.
-En el caso de que siga vivo... -añadió Gin- Te libraste una vez de la muerte... No correrás con la misma suerte esta vez, detective. Ninguna víctima se le escapa dos veces a Gin.
-Digamos que Sherry es la excepción... -susurró Vermouth, que acababa de incorporarse a la conversación.
-¡Cállate! -le ordenó Gin, mientras le apuntaba la cabeza con la pistola.
Sin embargo ella ni se inmutó. Parecía muy segura y tranquila.
-Vamos, jefe... No se ponga así... -intentó calmarlo Vodka.
Gin le miró de reojo, y sin prestar atención a su comentario, apuntó el arma y la mirada hacia Shiho.
-¿Cómo escapaste del laboratorio? ¿Quién te ayudó?
Shiho parecía algo más calmada, pero no respondía. Al ver que no pensaba contestarle, el hombre siguió hablando.
-¡Qué científica de pena estás hecha! Tu famoso veneno no logró acabar con la vida de este detective... Es una suerte que ya no pertenezcas a La Organización. No necesitamos de ineptos que no saben hacer su trabajo.
-Acabemos con esto de una vez, Gin... -sugirió Vermouth en tono imperativo.
Acto seguido, con un pañuelo impregnado de cloroformo que sacó de uno de sus bolsillos, consiguió que Shinichi perdiera la noción del tiempo. Ante tal escena, Shiho quedó horrorizada. Miedo, impotencia, rabia, temor... Infinidad de sensaciones desagradables recorrieron su cuerpo. Pero hubo algo que la inquietó de un modo distinto. Fue la actitud de Vermouth.
La mujer había hecho que Shinichi perdiera el sentido, y se preocupó para que al desvanecerse no se golpeara fuertemente contra el suelo debido a la caída. La mujer, quizás por afecto hacia el chico que una vez la había salvado de la muerte, quiso frenar el impacto del cuerpo del muchacho usando el suyo propio como escudo.
Una vez agachada sosteniendo el cuerpo inconsciente de Shinichi entre sus brazos, la mujer murmuro con cierta calidez disimulada:-Que tengas dulces sueños, querido Silver Bullet...
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Un amor de doble filo
Roman d'amourEsta historia no es mía pero es una excelente historia que la voy a publicar aquí. Esta historia trata de un romance entre Conan Edogawa o mejor dicho Shinichi Kudo y AI Haibara o mejor conocida como Shiho Miyano Esta historia fue creada por: Sherr...