Girando en un cruce con suma delicadeza, pero a la vez con precisión y rapidez estable y segura, Shinichi vio por el retrovisor que Vermouth les iba siguiendo de nuevo, y algunos metros detrás de ella se encontraba Vodka acelerando. Pero también en ese instante hubo algo que le preocupó más a Shinichi: el contador de la gasolina.
Desde hacía un buen rato, la aguja del contador marcaba la reserva, y ésta estaba a punto de agotarse.-Mierda... -pensó Shinichi- Tenía que agotarse justo ahora... ¿Qué hago? Esto se parará en cualquier instante...
-Shinichi... -murmuró Shiho, desde la parte de atrás- Es mejor que me dejes sola... Déjame y huye...
-¡¿Qué tonterías estás diciendo?! -se exaltó el chico.
-No son tonterías... Escúchame... No podemos seguir huyendo... Está a punto de terminarse el combustible y ellos nos vienen pisando los talones... Shinichi, prefiero que escapes y me dejes sola...
-Haré como si no hubiera oído nada... -sentenció el muchacho.
-¡No seas así, Shinichi! -le gritó ella- ¡Reconoce que la situación se te sale de las manos! ¡Deja a un lado tu orgullo de detective y haz lo que te digo!
-Mi orgullo de detective quizás lo pueda dejar a un lado algún día... Pero a ti jamás...El rostro blanco de la chica se coloreó de un rojo suave al tiempo que se le iluminaba la cara. Las palabras amables de Shinichi siempre lograban tranquilizarla. Él siguió hablando.
-Shiho... ¿No lo entiendes? Lo nuestro es un amor a doble filo... Tiene sus riesgos y sus peligros, pero valen la pena por estar contigo...
Terminadas tan lindas palabras, Shinichi se adentró en un parque con la moto (donde estaba prohibido circular con vehículos de motor), pero gracias a ello logró escapar de la vista de Vermouth y ésta tardó más en alcanzarles. Shinichi abandonó la moto bajo un árbol, tomó a Shiho por una mano y empezaron a correr. Mientras salían del parque, Vermouth, que estaba dando vueltas por allí para localizarles de nuevo, les encontró al instante. Sin embargo esta vez tampoco les pudo atrapar. Shinichi, junto a Shiho, corrió rápidamente hacia una vía únicamente peatonal, la entrada de la cual estaba vigilada por unos agentes de tráfico que se encargaban de que ningún vehículo irrespetara la normativa y entrara. Al ver el camino que habían tomado, Vermouth abandonó rápidamente su moto y les siguió corriendo, pues sabía que los agentes la detendrían si se atrevía a invadir la vía peatonal en moto. Vodka, que llegó algo más retrasado, lo comprendió todo al ver la moto de su compañera abandonada y decidió hacer lo mismo que ella, no sin antes informárselo a su jefe.
Shinichi y Shiho corrían lo más rápido que podían, pero el cansancio les estaba pasando factura, sobretodo a Shiho, que le costaba seguir el ritmo de Shinichi y eso le preocupaba. Temía que les alcanzaran por su culpa.
-Esto es culpa mía... -murmuró Shinichi mientras corrían.
-¿Eh? -se extrañó ella.
-Si anoche no te hubiera hecho hacer tanto ejercicio con las piernas, quizás ahora no estarías tan fatigada... ¬////¬
Shiho, una vez hubo comprendido lo que le estaba diciendo Shinichi: 0////0
Estaban a punto de salir de aquella calle peatonal, cuando Shinichi vio que el semáforo para peatones que había en el cruce de enfrente de ellos estaba parpadeando en luz verde, indicando que pronto se pondría en rojo y detendría el paso a los peatones. Shinichi tiró del brazo de Shiho para que acelerara el paso, con el fin de que les diera tiempo a cruzar. Les vino de lo más justo, pero lo lograron... A quienes no les dio tiempo a cruzar fue a Vodka y Vermouth, que se quedaron esperando durante dos minutos delante del semáforo. En ese tiempo, Shinichi y Shiho aprovecharon para entrar en un hipercentro comercial. En realidad la idea de Shinichi era avanzar hacia adelante, pero comprendió que Shiho no iba a aguantar mucho tiempo más, así que optó por entrar a ese sitio lleno de gente y tratar de ocultarse mientras Shiho recuperara fuerzas. Subieron al ascensor y se detuvieron en el quinto piso, sección de ropa femenina. Mientras buscaban donde esconderse, Shiho iba mirando interesada algunos vestidos elegantes. Al mismo tiempo, Shinichi fijaba su mirada en los vestidos más elegantes y provocativos, los que una vez puestos insinuaban o marcaban mejor la silueta femenina.
-Cuando salgamos de esta, me gustaría regalarle uno de estos vestidos a Shiho... Invitarla a cenar, salir a bailar... ¡Estaría tan mona con uno de esos vestidos! ^_^ -iba pensando el chico mientras caminaba- Aunque seguro que cuando la vea con el vestido puesto, se me quitarán las ganas de salir y trataré de quitárselo para...
-¿Por qué pones esa cara, Shinichi? -preguntó ella, que había observado como al chico se le empezaba a resbalar un poco de baba.
-Nada, nada... Cosas mías que no vienen al caso... ¬////¬
Shiho le miró extrañada, pero no quiso preguntarle más nada. Quería encontrar un lugar donde esconderse y poder descansar un rato.
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Un amor de doble filo
RomanceEsta historia no es mía pero es una excelente historia que la voy a publicar aquí. Esta historia trata de un romance entre Conan Edogawa o mejor dicho Shinichi Kudo y AI Haibara o mejor conocida como Shiho Miyano Esta historia fue creada por: Sherr...