Capitulo 25

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-Me alegra verte tan ruborizada ^_^ -exclamó Shinichi.

-¿Y eso por qué? ¬////¬

-Es que esta mañana te he notado algo preocupada... ¿Tú también lo has visto, verdad? -preguntó seriamente Shinichi.

Ella afirmó con la cabeza y habló como si tuviera miedo a pronunciar las palabras:

-Un proshe 356 A de color negro... El coche favorito de Gin...

-¿Has podido verle la matrícula? -preguntó el chico interesado.

Ella negó con la cabeza. Shinichi asimiló la respuesta y prosiguió hablando:

-En caso de que sean ellos no entiendo por qué nos están siguiendo... Sólo han logrado que nos diéramos cuenta de su presencia, y por lo tanto, hemos advertido el peligro...

-Deben esperar a que intentemos huir para atraparnos... Deben tener ya algún plan bien trazado...

-Sí, es una posibilidad... -afirmó Shinichi- Pero también puede ser que sólo quisieran asegurarse de quiénes somos... Sea como sea, lo primero que debemos hacer es comprobar el número de matrícula del coche... Si son ellos, no nos quedará más remedio que actuar...

-¿Ya tienes algún plan? -preguntó interesada la chica.

-No es un plan exactamente... -musitó el chico.

-¿Una idea...? -insistió ella.

Entonces Shinichi la miró fijamente y le respondió:

-Lo único que tengo claro es que no voy a permitir que te suceda nada... Mis objetivos son cuidarte y protegerte... Tu vida está por encima de mis deseos de atrapar a La Organización...

Ella se ruborizó notablemente al mismo tiempo que se alegró de oír esas palabras.

-Shinichi... -murmuró Shiho, escondiendo sus ojos bajo el flequillo- ¿Has pensado alguna vez que te has enamorado de una persona que creaba venenos para matar a la gente?

Shinichi la escuchaba sin saber qué decir.

-Es posible que si algún día se descubre todo lo de La Organización, yo vaya a la cárcel por haber formado parte de la misma... ¿Tú vendrías a visitarme en ese lugar? Piénsatelo bien, Shinichi... Todavía estás a tiempo de cambiar y recuperar al ángel de verdad...

Shiho se deprimió considerablemente cuando alzó la vista para mirar a Ran, pero después de reflexionar unos instantes, Shinichi habló:

-Tonta... -abrazando a Shiho- ¿Te crees que no me he preguntado todas esas cosas alguna vez? Puedes quedarte tranquila... Yo te quiero por lo que eres, no por lo que fuiste... Sé que te has arrepentido... Y has sufrido mucho por ello... Yo te quiero así como eres ahora: a veces seria y pensativa, a veces fría y distante, a veces celosa y adorable, a veces tímida y dulce, a veces cariñosa y juguetona, a veces...

Shinichi no pudo seguir hablando, porque fue incapaz de controlarse y besó a Shiho con todas sus ganas. Finalizado el beso, el chico siguió hablando:

-Espero que nunca más vuelvas a dudar de lo que siento por ti... Y si alguna vez vas a la cárcel, entonces ya me inventaría algo para poder verte todos los días... Nunca más vuelvas a decirme que te deje... Ni siquiera lo insinúes. ¿Está claro?

Shiho afirmó ruborizada, y se alegró en el alma de haber oído las palabras de Shinichi.

Shinichi y Shiho entraron de nuevo al aula. Ella seguía ruborizada por lo que acababa de suceder. Eso le gustaba a Shinichi.

Se sentaron cada uno en su sitio y al poco tiempo llegó la profesora dando inicio a la clase.

Mientras tanto, en una calle no muy lejos de allí, un porshe 356 A estacionado cerca de unas obras, llevaba detenido allí varios minutos.

- No, esta vez no te has confundido... La he visto con mis propios ojos... -entonaba una voz grave dentro del coche- Es Sherry, no hay duda...

Un amor de doble filoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora