Hubiera querido ser capaz de describir el lugar en el que estaban. En serio que lo había intentado, pero su vista estaba demasiado ocupada en mantenerlo de pie, ya sea porque necesitaba lentes con urgencia, o porque había bebido demasiado que su mundo se estaba poniendo de cabeza cada vez que intentaba levantarse. Y a pesar de estar quejándose en su subconsciente, Alex de verdad estaba agradecido con su amigo francés que lo había arrastrado a ese bar.
—¡Y un brindis!
—¿Por qué? —respondió a la orden de Laff, aunque sonara dubitativo, era el primero y el único en su esquina que le seguía el juego.
—¡Porque puedo y porque quiero! ¡Y porque mi novia no ha descubierto a las otras tres que tengo! —Laff se echó a reír mientras bebía de un solo golpe el jarro de líquido oscuro que le habían servido hace un rato.
—¿Seguro de que no se han enterado? —Alex levantó las piernas sobre la mesa de plástico.
—Cien por ciento. Además, no creo que les... importe, tenemos un acuerdo, petit lion —Laff arrugó la nariz y le sacó la lengua al decirle aquel absurdo apodo por el que únicamente él lo llamaba— ¿o prefieres chat mouillé?
—Eres un idiota —volteó a verlo—. ¿Quieres ver quién parece un gato mojado luego de hacer enojar a su amigo?
—La verdad que sí.
Y hasta esa conversación recordaba por el momento. El resto de hechos se dividían entre Laff quejándose por haberle ensuciado el cabello con cerveza y él mismo riéndose descontroladamente luego de hacerle lo mismo a Alex. Y si no le creían, la risa endemoniada del francés probaba que eso no lo había soñado.
—Y si les digo que tengo un amigo famoso, ¿me creen? —Laff arrastró las palabras, sirviéndole a Alex un trago más de una botella que no sabía muy bien de dónde había salido
—Yo sí te creo. ¿Conoce a Ash?
—¿Ketchup? ¿Ketchum?
—No, Ash, la cantante, ¿es cantante? —preguntó Alex al aire, un chico detrás suyo negó con el ceño fruncido.
—Ellas son Ha*Ash.
—¿Ah? ¿En serio? No sabía que Ash Ketchup cantaba. Deberías decirle a tu amigo que nos lleve a unos de sus conciertos —Alex se bebió el resto de su vaso.
Al escucharlo, Laff casi escupió lo que estaba tomando, soltó una carcajada larga y tendida, y luego de casi atragantarse con su propia lengua, intentó volver a hablar:
—O sea... creo... cREO que Jawn es famoso... No sé —hipó—. Publicó un libro, eso hace la gente famosa, ¿no?
—Sí, seguro que sí... —entrecerró los ojos y creyó sentir una bombilla salir de su cerebro—¿Crees que los colibríes tienen pies?
—Mmmm... buena pregunta. ¿Sabes a quién le podemos preguntar?
Alex movió la cabeza diciéndole con su mirada que continuara.
—A mi amigo famoso —el francés sacó su celular y marcó un número—. Es como un experto en pájaros o algo así.
—¿Cómo un profesor de pájaros?
—¡Eso mismo! —se colocó el celular en el oído y saludó—: ¡Hola, Jawn! ¡Te paso a Alex!
—¿Haaaabla el profesor de pájaros? —sostuvo el celular en la barra y lo puso en altavoz.
—Sí, ¿qué sucede? ¿Laff?
—¡Habla Alex! Y tenemos una pregunta preguntona muy preguntativa... ¿eso es una palabra?
—¿Esa es la pregunta? —la cálida voz de quien sea que estaba hablando al otro lado lo dejó anonadado por unos segundos.
—No, no. ¿Los colibríes tienen pies?
—Mmm... sí.
—¡LOS TIENE! —el grito de Laff sacudió a Alex de su taburete y lo hizo caer de trasero directamente al suelo— ¡Oye, Jawn deberías venir! ¡Te queda cerca!
—Digamos que sí, ¿por dónde andas, Laff?
—¡Alex! ¿Qué dice el letrero de afuera?
Por unos segundos no supo si le estaba hablando a él o a la ilusión de sí mismo en el taburete, aun así, medio tambaleándose, al otro lado de la calle logró leer algo.
—¡Al frente dice "Fraunces Tabern"!
—¡Ya lo oíste! ¡Ven a conocer a mi amigo, Jaen!
—¿Viene? —Alex parpadeó, no quería quedarse dormido en medio de la barra, no se iba a quedar dormido.
Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos, solo estaban él y alguien más de vuelta en la mesa de plástico —o era de madera— de hace rato. Y su nuevo amigo, por alguna razón, tenía el nombre de alguien escrito en un papel que estaba pegado en su frente.
—Okay, okay, ¿quién soy?
—Eres... alguien —respondió lo más firme posible, aunque su cabeza ya estaba pidiendo un descanso—. Una persona.
—¿Soy una persona... famosa?
—Ajá.
—¿Soy... alguien que habla inglés?
—Hasta donde sé, sí.
—¿Soy una mujer bonita? —el hombre se acercó y susurró como si estuviera contando un secreto. Sus pecas se habían vuelto más nítidas de repente.
—Completamente.
—¿Soy Dolly Parton?
—Naaaaah. Vamos me toca —aplaudió—. ¿Soy una chica?
—No lo creo.
—¿Soy amigable?
—Eres bien perro, pero las personas te perdonan. O eso me han dicho —se encogió de hombros, a ciencia cierta, Alex creía que su nuevo compañero de juegos estaba menos borracho que él.
—¿Soy alto?
—Define alto.
—Yo soy alto.
—No, tú dijiste que eras Dolly Parton y no eres Dolly Parton. ¿Entonces, soy alto?
—Para nada.
—¿Tengo ojos bonitos? —musitó, acercándose un poco más.
—Yo diría que sí. Pero creo que los míos son más bonitos.
—A ver... —Alex se quedó analizando a su compañero de mesa por unos segundos más.
Las pecas repartidas por su rostro y cuello, el cabello rizado que llevaba recogido en una coleta baja, el suéter casual que llevaba y esos ojos cafés que de cerca eran avellanas y que de nuevo se tornaban verdes.
—Son preciosos. ¿Quién soy?
—Según el papel en tu frente eres Alexander Hamilton —le extendió la mano en un saludo y con la otra se quitó el papel de su frente para leerlo—. Y yo, soy el profesor de pájaros que llamaste hace rato, John Laurens, alias Miss Swift.
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N/A Hoy de mañana bien temprano, Bar me envió un post en IG con este prompt medio parecido, y obviamente era demasiado bueno como para no usarlo, así que tengan otro AU donde John es ornitólogo. De verdad que no sé si la mitad de las cosas que escribí tienen sentido, pero ahí les va, ustedes se subieron al barco, ustedes reman conmigo. Gracias cloudylullaby sabes que te quiero.
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Fonogramas || Lams Month 2021
Fiksi PenggemarSi los fotogramas pueden capturarse en imágenes, los fonogramas son para ser escuchados. Nueva entrega de pequeñas historias entre Alexander Hamilton y John Laurens, durante un mes completo dedicado para ellos y sus versiones tanto históricas como...