El agua caliente bañaba el cuerpo de Alec, había estado practicando en el gimnasio que Magnus había montado en una de las habitaciones de la casa, sintió el sonido de la puerta abriéndose y cerrándose. Sabía que Sunna estaría durmiendo y una sonrisa se esbozó en sus labios.
La puerta de la ducha tapada con cortina fue corrida a un lado y el cuerpo de color caramelo, perlado por el sudor, entró para luego cerrar la puerta.
Se miraron un segundo mientras Magnus se acercaba para meterse bajo del chorro de la ducha con él. El agua caliente hizo que su puntiagudo cabello cayese hacia atrás mojado. La respiración de ambos se mezclaba, sus labios se rozaron con delicadeza como si cada uno fuera una ilusión que desaparecería si se tocaban. Cuando las lenguas perfilaron los labios fue como si algo estallara dentro.
Sus manos fueron recorriendo el cuerpo del contrario con ocio pero con deseo, tenían todo el tiempo del mundo o al menos así parecía. Las uñas de Magnus se deslizaron por la columna de Alec mientras besaba la base del cuello y seguía besando el camino por toda la clavícula. Alec aprovechó para morder el lóbulo de la oreja de Magnus sintiendo como este ahogaba un gemido en su piel al besarle.
La mano del brujo descendió por el marcado abdomen de Alec hasta alcanzar su miembro casi erecto para empezar un lento movimiento de sube y baja. Cuando llegaba a la punta deslizaba el pulgar por toda la circunferencia hasta volver a descender lentamente.
Alec se aferró al cuello de Magnus y este aprovechó la posición para forzar una de sus piernas entre las de Alec haciendo que subiera la pierna para apoyarla en el muro a su derecha.
Usando ventaja del agua y el jabón líquido pudo ir introduciendo un dedo dentro de la entrada de Alec mientras continuaba con la tortura lenta en su miembro. Sintió el suyo propio firme y deseoso de entrar en el cazador de sombras hasta sentir como le apretaba cuando se venía.
Los gemidos de Alec provocaban que el mismo Magnus gimiera de placer mientras llevaba dos dedos dentro de su esposo. La letanía con que hacía todo era en su medida altamente excitante. Otro dedo se unió a los demás dentro de Alec y este gimió con más fuerza cerrando los ojos y pegando su frente a la de Magnus.
Se besaron lentamente, tal cual habían hecho todo y así Magnus fue haciendo a Alec girar hasta que este quedó apoyado contra el frío azulejo del baño. Sacó sus dedos de dentro de él y posicionando la cabeza de su pene en la entrada de Alec fue dando besos en su espalda, mordidas pequeñas en el cuello, en los hombros, en la oreja.
Presionó para ir entrando en la apretada anatomía de su esposo mientras entrelazaban sus manos izquierdas y usaba la derecha para deslizarse por la espalda de Alec admirando las marcas de su cuerpo.
Sintiendo toda la extensión de Magnus entrar en su interior, centímetro a centímetro, solo gemidos y jadeos fuertes era capaz de dejar salir por su boca. Magnus se movía con una lentitud que hacía que la cabeza de Alec diera giros. Necesitaba más, los jadeos no cesaban, movía sus caderas indicándole al brujo que acelerara pero este fingía no notarlo.
La tortura continuaba y entonces la mano de uñas pintadas con esmalte negro se aferró al miembro de su esposo y a medida que arremetía se movía por la extensión de Alec, quien se tensó en demasía con la nueva caricia.
— Magnus…por…favor— gimió entre dientes.
— ¿Por favor qué?— susurró el brujo en su oído dejando que su aliento golpease a Alec y le erizase.
— Por favor…más— Alec giró levemente la cabeza para que sus azules ojos impactaran en los ojos gatunos de Magnus y este perdió el control irremediablemente.
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Luz angelical
FanficMagnus es feliz al lado de su marido, pero cada día el deseo de ser una familia aumenta por más que quiera controlarlo. Tiene mucho miedo sobre el futuro, pero... ¿Qué pasaría si de un evento desafortunado él obtuviera aquello que desea? Aunque le...