Me despierto con el sonido de mi celular, no sé en que momento me dormí, los analgésicos realmente hacen efecto en mí.
—¿Aló? —contesto.
—Amber, espero no haberte despertado. —es Natalie. —Tu mamá me llamo para decirme que debió viajar a Merced a casa de su hermana, y que por tanto estarás sola hoy, ¿No quieres que vaya a verte? Puedo dejar a cargo a las chicas que trabajan para mí por unos instantes y—
—No, no es necesario, no te preocupes. —respondo sentándome en la camilla. —No tiene sentido que hagas algo así, yo estoy bien, además no hago más que estar aquí esperando a mejorarme, sería aburrido.
—¡Claro que no! Enserio no quiero que estés sola hoy...
—No estoy sola, algunos de mis compañeros vienen a verme de vez en cuando.
Justo cuando digo eso la puerta se abre dejando entrar a Naomi y Gilda entrar a través de ella. Ambas vienen sosteniendo un par de libros en medio de sus brazos.
—De hecho, acaban de llegar. —menciono viéndolas acercarse.
—¿En serio? Eso es bueno, me alegro mucho. —expresa mi prima en un tono más aliviado. —Aun así, si quieres que vaya no dudes en llamarme, iré de inmediato.
—De acuerdo, debo dejarte, hablamos. —pronuncio colgando el teléfono para fijarme en las dos chicas a mi lado.
Naomi se ve de buen humor como siempre y Gilda no cambia su habitual semblante nervioso, algo hay que hacer con esta chica, no puede lucir como conejillo asustado todo el tiempo.
—¿Era una amiga? —pregunta Naomi.
—Mi prima. —respondo y recuerdo lo importante. —Naomi, necesito saber qué es lo que está ocurriendo con el caso del hombre que me atropello y ahora está muerto, ¿Me pasas el control para encender la tele? —le señaló el aparto alzando levemente mi rostro, pero está mira a Gilda y suelta un pequeño suspiro.
—No lo haré. —responde cortante y la miro desentendida. —Amber, sé que crees que el asesinato de ese hombre tiene que ver contigo porque así lo expresó su familia, pero eso no es cierto, no deberías creerlo. —asegura mirándome con una ceja alzada. —Es obvio que esa familia intentará buscar culpables, es su único consuelo después de todo, pero eso no quiere decir que estén en lo correcto.
—Pero eso no puedes saberlo. —menciono volviendo a señalar el control remoto con mi quijada.
—A-Amber, yo creo que Naomi tiene razón, esos pensamientos no te hacen bien...—musita Gilda en ese tono tímido de siempre.—En vez de preocuparte por eso, deberías pensar en esto.—inquiere mostrándome los libros que sostiene en medio de sus delgados brazos y entrecierro mis ojos confundida, no entiendo que pasa con esos libros.
—Gilda tiene razón, ahora lo más importante es que te preocupes por el examen de diagnóstico, es dentro de cuatro días. —dice Naomi sorprendiéndome al darme cuenta de que no lo recordaba para nada. —¿Y esa cara? No me digas que lo olvidaste, ¡lo sabía! —exclama sonriendo levemente, arrojando los libros que carga sobre mis piernas. —Escucha, Amber, se que te han ocurrido muchas cosas últimamente, pero ya es hora de que vuelva a la realidad señorita. —enfatiza peinando mi cabello con sus dedos y Gilda ubica sus libros sobre mis piernas también, haciéndome sentir el peso de todo.
—Sabemos que no necesitas ayuda con el estudio, pero debes saber que por cualquier cosa a-aqui estamos. —titubea viéndome inquieta. —Por-porque ya sabes que somos amigas, así que...
—¡Exacto!—Naomi palmea uno de mis hombros. —Las mujeres tenemos que apoyarnos, así que no dudes en decirnos si necesitas ayuda con lo que sea, imagino que incluso alguien como tú necesita un hombro sobre el cual apoyarse de vez en cuando. —expresa tan animada que me hace sentir extraña.
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Monster
Fiksi UmumLa recién egresada de medicina, Amber Jones, se ve obligada a realizar un trasplante de corazón a un atractivo joven, hijo de uno de los mafiosos más buscado de la ciudad. Sin escapatoria, la joven doctora realiza la operación esperando que una vez...