Capítulo 22

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No pensé que estarían tanto tiempo aquí.
Desde su llegada, la familia imperial de Lerissos se ha mantenido a raya y no se han  reunido con nadie.

Por la princesa Athanasia, he sabido que las  reuniones que han tenido con ellos han sido algo agotadoras y el emperador Claude está a nada de matarlos pero se mantiene tranquilo para no afectar a si pueblo.

Se que ellos son personas muy desagradables pero la princesa Hallie....

Agh...que lío...

-¡Lucas! ¡¿Hasta cuando estarás en otro mundo?!

-Ah....lo siento...solo...lo siento

-Lucas, niño. ¿Qué te ocurre? Has estado así durante días.

Mi tutor en la torre me miraba preocupado, rara vez yo le contaba mis cosas pero quizás ahora...

-¡Maestro Valdier!¡Maestto Valdier!

Gritaba un mago que entró corriendo a la oficina en donde estaba.

Si bien aquí siempre todos están alterados, emocionados, lanzan cosas, etc, rara vez se preocupan.

Y este mago, más que preocupado se veía aterrado.

Parece que algo pasó y no es nada bueno.

-¿Qué ocurre?¿Por qué entras así sin antes tocar la puerta?

-¡Es que ha pasado algo grave!¡Bueno todavía no pasa pero va a pasar!

-¿Qué es?

-¡El emperador Claude ha expulsado a la delegación del imperio de Lerissos!¡Los ha expulsado de Obelia! ¡Y!¡Y!

¿Ah?¿El emperador hizo eso?

Se que son molestos y quizás le colmaron la paciencia pero...

¿Eso es realmente malo?

No lo sé.

-¿Eso es malo acaso?

Dije sin mucho interés, pero parece como si hubiera dicho algo extremadamente estúpido porque todos me miraron extrañados.

-Claro que lo es Lucas, estoy puede generar que la relación de Lerissos-Obelia empeoren aún más y por consecuencia...

-Llegar a la guerra

Dijeron las princesas Athanasia y Jennette, quienes estaban entrando a la oficina de mi maestro.

Todos, incluyéndome, nos inclinamos para saludarlas, ellas dijeron que levantaremos nuestras cabezas mientras tomaban asiento en el sofá donde yo estaba sentado.

-¿Qué las trae por acá princesas?

-Mago Valdier, veníamos a informarle sobre la tensa situación que había ocurrido pero parece que ya estaban al tanto.

-Disculpenos...hay magos que son muy....muy impacientes y les gusta saber todo...

-Jajaja no se preocupe, creo que es mejor que ya supieran, esto nos ahorrará tiempo. Bien, venía a hablarles porque necesitábamos su ayuda. Estamos conscientes de que lo ideal era no terminar en malos términos pero paso algo que hizo que mi padre se molestará mucho y al final terminó expulsando a la delegación del imperio de Lerissos, dejando solo a la familia imperial de Lerissos en Obelia. Mañana habrá una audiencia de emergencia, donde estarán todas las familias nobles de nuestro imperio y tratarán de terminar de la mejor manera la visita del imperio de Lerissos. Pero hay algo que nos inquieta, nos inquieta que mientras estemos en la audiencia, la delegación expulsada, llegará a atacar las fronteras de Obelia, por lo que, quiero pedirles, como princesa heredera, que cierren todas las fronteras, quiero que protejan a Obelia con barreras mágicas de protección.

Dijo seriamente la princesa Athanasia, no vacilo en ningún momento.

Su mirada seria y determinada, nos mostraba el porqué ella había sido elegida como la princesa Heredera, tenía el potencial para gobernar.

Mi maestro Valdier acepto de inmediato, mando a llamar a todos los magos y les explico la situación, todos asintieron y con un solo chasquido se fueron a los puntos estratégicos donde pondrían las barreras.

Yo quería participar pero mi maestro se negó, ya que uno debía liberar una gran cantidad de energía para crear una potente barrera protectora y que si bien yo tengo mucho potencial, no quería arriesgarme.

Agh...que exagerado....

No creo que me pase algo...

Quería volver a insistir pero en eso llego mi padre a la torre y dijo que nos iríamos a casa.

¿Por qué?

Aun no era mi hora de salir.

-Es temprano aun...

-Es mejor que vayas Lucas, ahora no enfocaremos en lo que nos pidieron las princesas así que ve.

-Ah....

Bueno si era por eso...

-Lucas vamos

Dijo mi padre tomándome del brazo y casi arrastrándome, estaba lleno muy rápido y mis pies con suerte tocaban el suelo.

No quise decir nada ya que sabia el porqué podría estar así y quizás arruine más su estado de ánimo.

En poco tiempo llegamos a nuestro carruaje, íbamos a entrar cuando aparecieron esas personas.

-Que agradable verte de nuevo Evan.


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