Frío Carmesí

Capítulo 8

Ha pasado un tiempo desde que decidí enseñarle magia a Hallie.

Desde que la conocí, con mucha sorpresa, nos hicimos muy cercanos y eso hacía que cada momento que pasábamos juntos fuera maravilloso.

Ella es una joven alegre y amable, siempre sonreía, era graciosa y muy inteligente, rápidamente aprendió lo básico de la magia y fue muy fácil ir avanzando con ella.

Me acostumbré tanto a su presencia que ya ni me molestaba tener que ver a la emperatriz y su fastidiosa hermana.

Ellas dos venían con frecuencia y cuando notaron que nos habíamos hecho cercanos, comenzaron a llevarme hacia el palacio.

Los duques Vryzas en un principio sospechaban bastante de Hallie, pero luego de conocerla, sus sospechas fueron disminuyendo.

Estaba leyendo en mi habitación cuando tocaron la puerta, permiti que entrara y lentamente la puerta comenzó abrirse.

Era la duquesa.

-Hijo...¿Estas ocupado?

-No ¿Que ocurre?

Era extraño que me llamara así pero aún así desde hace un tiempo que permití que me llamara "hijo".

Cuando me dice "Hijo", el vacío en mi corazón disminuye, el dolor que normalmente siento se va.

¿Por qué será?

La duquesa se sentó frente a mí y me preguntó cómo estaba.

Me pareció algo absurdo que solo viniera para saber eso pero aún así le respondí.

Ella me miraba con dulzura, sus ojos brillaban tanto que parecían joyas preciosas.

-Es agradable tu amiga Hallie

-Si, lo sé.

-Tenia pensado en invitarla para que fuera con nosotros que nuestro viaje ¿Qué te parece?

Oh Dios.

Hace unos días los duques nos habían dicho a James y a mi que iríamos por una semana a la mansión que había a fuera del imperio, ya que querían descansar un poco.

Yo no quería ir pero igual me llevarían, pensaba que sería un viaje aburrido pero si Hallie va, será mucho mejor.

-¿De verdad puede ir?

-Claro, solo habría que preguntarle a sus padres...pero no te preocupes, hablaremos con ellos

No me di cuenta cuando la Duquesa se había levantado y sentado a mi lado, me acarició suavemente mi cabello, cabello que heredé de ella y depositó un tierno beso en mi frente.

Me sentía feliz.

Tan feliz como cuando estaba con mi padre Baenetmer.

Me levanté rápidamente para ir con James y contarle pero antes de salir dije.

-Gracias mamá

Mientras corría hacia la habitación de James me di cuenta lo que le había dicho a la duquesa.

¡Ah!¡No!

Ah...¿Por qué dije eso? ¿Por qué soy así?

Soy un....

¡Ah!

En el camino a la habitación de James, choque con algo o más bien con alguien.

James estaba de pie frente a mí, tenía una mirada perdida y ni se inmutó al chocar conmigo.

-¿James?

-Ah Lucas...¿Qué haces aquí?

-Vine a verte