—Milo, ¿Que le pasó? —pregunte en susurro.
—Lo agarraron los pacos, no pude sacarle ese paco weon de encima y ahora lo tienen en la patrulla —apretó sus puños, tanto que sus nudillos se pusieron amarillos.
Caminé hacia la puerta de la casa y la abrí, mire hacia mi lado para ver si veo a algún paco pero creo que entraron a la casa, luego mire hacia el otro y está la patrulla al principio de la calle, hay un paco detrás de esta disparando hacia unos cabros que igual están disparando.
¿Como lo hago?
—Yo lo distraigo, tú le abres la puerta y salen corriendo —susurraron detrás mío.
El Milo.
—¿Estas seguro de que esta ahí? —le pregunté.
—Si, hay que apurarnos antes de que salgan los otros —dijo empujándome un poco.
Mientras los otros cabros le disparaban el paco no se dio cuenta de que nosotros vamos por el otro lado, y ahora es cuando el Milo le disparó haciendo que el paco le disparara ahora a él y yo pude cruzar corriendo, corrí sin pensar en nada, llegue a la patrulla y abrí la puerta, ahí está el Seba.
—Mira como nos volvemos a encontrar —me reí y lo ayude a salir.
—Buena mi reina —sonrió y comenzamos a correr hacia cualquier lado, yo solo lo sigo.
—¡Se arranca el pendejo! —gritó el paco.
—Váyase para otro lado, ya hizo mucho por mi —dijo mientras corrimos.
—Cállate y corre —me reí, me gusta esta adrenalina.
Solo pido que el Esteban no me haya visto y que ese paco no le diga nada.
Escuche las sirenas de los pacos acercándose y eso me hizo correr más rápido, el Seba doblo en una esquina y ahí fue cuando una mina nos hizo una seña para que entráramos, el Seba entró y yo igual.
—Wena Silvia —le dijo el Seba soltando una risa.
—¿Como chucha supieron donde vivían? —le preguntó la mina tomando las esposas y metiendo algo donde se meten las llaves para poder soltar al Seba.
Los pacos pasaron de largo, pasaron dos patrullas, en una de esas debe ir el Esteban.
—No tengo idea —hablo un poco enojado el Seba, lo mire y tiene su ceño fruncido mientras me mira—Victoria..
—¿Que? —lo mire dudosa.
—Voy a estar en mi pieza por si necesitan algo —dijo la tal Silvia cuando termino de soltarle las esposas y se fue.
El Seba se paró para quedar frente a mi, lo tuve que mirar para arriba eso si.
—¿Por qué me miras así? —me cruce de brazos.
—Victoria, ¿fuiste tú? —habló firme—Los pacos nunca me habían encontrado, ahora entraron a mi casa y justo te conocí a ti hace unos días.
—¿Perdón? No inventes weas que no son, yo con cuea te cacho y voy a andar sapeandote —me reí irónica—¿Y para que mierda lo haría? ¿Que gano yo con eso?
—Es qu.. —lo interrumpí.
—No hubiera arriesgado mi vida por salvarte de los pacos weon, usa tu cerebro un poco. Pero al menos te devolví el favor, ahora me voy y pídele disculpas a tu mamá por no poder tomar desayuno con ella, chao.
Caminé hacia la salida de la casa y abrí la puerta para salir.
—Victoria, espera.
—¿Y para que? ¿No ves que ando con micrófonos aquí para delatarte a los pacos? —sonreí falsamente y luego seguí caminando hasta el paradero enojada.
Se que no lo conozco y es obvio que desconfié de mi, pero weon, ¡me arriesgue por él y aun piensa que yo fui!
Nunca me había arriesgado por nadie.
Me senté en el paradero y a los minutos mi celular comenzó a sonar, lo mire y vi el numero del Simón, sonreí.
—Hola —salude.
—Hola, oye, ¿donde estás?
—Es que me quede dormida y ya sabes po, la micro y el Metro —suspire.
—Yo igual me quede dormido —se rio—¿Quieres venir? Estoy solo..
—Pero me voy a demorar en llegar —hice una mueca.
—Pídete un Uber po, yo te lo pago aqui, no hay drama.
🦋
Me recoste al lado del Simón y me tape con la manta que trajo, me gane de lado para poder mirarlo mejor, su mandíbula se mueve porque está comiendo unas hamburguesas que pidió en el MacDonald's, su manzanita igual se mueve, es muy lindo.
—Está buena —dijo y me miró—¿Por qué me miras así? —sonrió.
Pase mi brazo por su pecho y lo abrace, cerré mis ojos e imagine que estoy en ese campo lleno de flores donde sale Edward y Bella en Crepúsculo, estoy igual que ellos dos, pero yo con el Simón.
Aunque si es con el Edward Cullen no me quejo..
Pero es una wea que nunca va a pasar.
Dejó la hamburguesa a un lado y me agarro para que quedara encima de él, me miró directamente a los ojos.
—¿Crees que no me he dado cuenta que desde el primer día que me viste te has estado resistiendo para no darme un beso? —se rio.
—¿Que? No —mentí.
—Victoria, solo atrévete, me tienes aquí y solo has desperdiciado tiempo —negó lentamente.
Y sin pensarlo son veces me acerqué a sus labios de una manera un tanto brusca y comencé a besarlo, el Simón me siguió el beso, esto es tan.. tan irreal.
—¿A qué hora llegan tus papas? —pregunte entre el beso.
—Llegan mañana, andan de viaje —comenzó a desabotonar mi camisa y a comenzar besos mojados sobre mis clavículas hasta mis pechos.
—Hay tiempo entonces —sonreí para luego sacarle la polera y pasar mis manos por su pecho.
—Todo el que quieras —desabrocho mi sostén.
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Me gusta ese flaite po
Teen Fiction𝗍𝖾𝗋𝗆𝗂𝗇𝖺𝖽𝖺. Cuando chica siempre me reía de las personas que solían acomplejarse de lo que sentían hacía otra persona, vamos, ¿Qué tan difícil puede ser dominar tus sentimientos?.. muy difícil, si tan solo hubiera podido dominar estos sentim...