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Estoy en la misma sala en donde estuve la vez que me enteré que estaba embarazada, me duele mucho el estómago weon.

El Seba está a mi lado tocando la punta de mi nariz y haciéndome cariño en la mano.

—Seba..

—Dígame —sonrió.

—Lo que te quería decir era que estoy.. estoy embarazada, tengo tres meses —susurre.

Se quedó callado unos segundos pero luego me abrazo y escondió su cabeza en mi cuello.

—¿Vamos a tener un hijo? —preguntó—¿Nosotros dos? —sonrió—¿Es niña o niño?

—Si, nosotros dos, juntos y lo del sexo aún no lo sé —me reí.

—Soy un aweonao, perdóneme reina, ese día debí dejarla hablar, lo siento —volvió a abrazarme.

La doctora que me atendió ese día llegó, igual ahora me hizo una ecografía y como siempre no vi nada, lo que me preocupa es que no tiene muy buena cara.

—¿Está todo bien? —le pregunté.

—Voy a ver los latidos —dijo sacando el mismo aparato de la otra vez.

Pero esta vez no sonó nada, no sonó como la otra vez.

—¿Por qué no suena? ¿Por qué ya no se escucha? —me empecé a alterar.

La doctora suspiro y nos miró.

—Lo siento, el bebé esta.. esta muerto —dijo finalmente.

Se me llenaron los ojos de lágrimas, negué con la cabeza.

—No, su máquina está mal, no está muerto, Seba dile que no po —tire de su brazo.

No dijo nada.

—¡Seba! —le corrieron las lágrimas.

—¿Es..está segura? —le preguntó el Seba.

—Si, lo siento mucho, los dejare solos un momento —dijo saliendo de la pieza.

—¡No! ¡No está muerto! ¡Seba no está muerto! —sentí mi pecho apretarse.

El Seba me abrazo y comencé a llorar en su pecho desgarradoramente mientras él me soba la espalda y besa mi frente.

—Llore nomás, saqué toda la pena —hablo con la voz quebrada,

Le acababa de decir que estaba embarazada y ahora dicen que lo perdí, maldita vida.

Lo mire y tiene los ojos rojos, se está aguantando las lágrimas, traté de sonreírle pero solo conseguí romper en llanto y que él volviera a abrazarme.

La doctora entró y mire asustada al Seba, este me sonrió rio débilmente.

—Bueno.. Victoria, necesitamos hacerte un raspaje.

—¿Que es eso? —pregunte.

—Vamos a sacar el feto de tu útero.

Negué.

—Quiero.. quiero irme —dije.

—Es necesario que lo hagamos o puede causarte un montón de problemas.

—No quiero —solloce.

—Wawita, tiene que hacerlo por usted, yo la voy a esperar afuera y luego va a descansar toda la tarde.

—No Seba, no quiero.

—Por favor —acaricio mi cara—No quiero que le pase algo malo.

Mire a la doctora que me sonrió y accedí, me dejaron en una silla de rueda para llevarme. Llegamos a la sala y me tuve que desnudar de la cintura hacia abajo, recostarme y abrir las piernas.

—Mira, va a ser rápido —dijo y asentí.

Seba.

Un hijo weon.

La Victoria estaba embarazada y yo la dejé sola, no estuve con ella en nada por la cresta y ahora.. ahora ya no está nuestro hijo.

Aún ni siquiera procesaba lo de que tuviéramos un hijo y ahora me dicen que lo perdió, que esta muerto..

Suspiré y me desordené el pelo frustrado.

¡Por la cresta!

Tal vez si hubiera estado con ella estos meses el bebé estaría vivo, no nos hubiéramos encontrado en el mall, ¿Por qué no le dije que fuéramos a otro lado?

La Victoria salió de la sala aún en la silla de ruedas, tiene la mirada perdida, me acerqué y me hinqué delante de ella.

—Viste, fue rápido —le sonreí.

—Me quiero ir —dijo con los ojos llorosos.

—¿Se puede ir? —le pregunté a la doctora y esta asintió para luego darme una receta de unas pastillas que tiene que tomar.

Salimos del hospital y nos subimos al auto, se puso el cinturón y luego puso su mano en su guatita para ponerse a llorar.

Coloque mi mano sobre la suya y suspiré.

—Lo siento —le dije.

—Le había comprado unos zapatitos —miró la bolsa que esta encima del tablero del auto—Y nunca se los podré poner —se mordió el labio.

Puta la wea oh.

—¿La voy a dejar a su casa? —le pregunté.

—Quiero estar contigo —sollozo.

—Vamos a pasar a una farmacia primero y después.. chucha me tienen fichado en la farmacia que está cerca de aquí —hice una mueca—Bueno vamos a otra, después iremos a su casita, ¿ya?

Asintió.

—Te quiero —acaricie su mejilla.

—Yo también te quiero —le corrió una lágrima.

🦋

Lo siento pa las madrinas 😭

Me gusta ese flaite po   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora