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Lo peor de esta situación es que el Seba no me deja hacer ni una wea, solo quiere que esté acostada mirando tele y no puedo, necesito caminar un rato weon.

Se que está preocupado y solo me quiere cuidar pero esta siendo muy paranoico.

—¿Hasta cuando tienes licencia? —me preguntó el Milo.

—Todo el embarazo y después del embarazo —trague grueso—Si es que no sucede nada malo..

Siento que en cualquier momento puede suceder otra vez y no estoy lista para pasar por eso otra vez.

—Oh mamita yo igual me quiero embarazar —dijo el Milo tocándose la guata y me reí.

—No creo que lo quieras a la hora del parto —negó la tia mientras mira las ecografías que me hicieron hace poco.

Gracias suegra, no quería pensar en eso.

El Seba llegó y atrás viene mi papá con el Esteban.

Joder, nunca pensé que estaríamos todos juntos en la casa..

Se saludaron todos amablemente y luego de un rato en donde todos conversaron se fueron a hacer el asado, que paja estar ahí llenándome de humo.

He andado con dolor de guata y no se si es porque otra vez me va a dar la wea o porque está mi familia y la del Seba juntos, menos mal no está mi mamá.

—Oye, ¿Te sientes bien? —me pregunto el Esteban y se sentó a mi lado.

—Estoy nerviosa, no se porque —me mordí el labio y suspire.

—Ven oh —pasó su brazo por encima de mis hombros para luego abrazarme—Teni que estar tranquila, si no pasa nada, todos estamos aquí contigo.

Se escucho que llamaron afuera y con el Esteban nos paramos para abrir.

—¿Mamá? —trague grueso.

—No, sal de aquí —le dijo el Esteban.

Mi mamá se sacó los lentes de sol que trae puestos y me miró de pies a cabeza.

—¿No me van a saludar? —frunció el ceño.

—Amor, ¿Quien es.. —el Seba apareció y ahora los nervios que sentía antes se hicieron más presentes—¿Que hace usted aqui señora?

—Vine a ver a mi hija pero veo qué hay una reunión familiar —hizo una mueca.

—Si, y tú no estás invitada así que ahora ándate —dijo pesado el Esteban.

—Reina, váyase a la pieza mejor —me dijo el Seba sonriéndome.

Quede mirando a mi mamá, hace tiempo no la veía en persona y la verdad es que parece una vieja culia cuica oficial, pero de esas cuicas cuicas.

Conchetumare, ¿Donde dejaron a mi mamá?

—Ya me viste, te puedes ir —dije cerrando la puerta en su cara y me fui a la pieza.

¿A que mierda vino en realidad?

Me acoste en la cama con cuidado y bufé, me carga que con solo ver a la persona que me dio la vida me ponga así de mal y me arruine el día, tendría que ponerme contenta weon.

—Reina, ¿Se siente bien? —me pregunto el Seba.

—Si, solo que no entiendo porque se aparece ahora —me di vuelta para mirarlo.

Se rio y se sentó a mi lado para luego llenarme la cara de besos que me hicieron reírme igual.

—Olvida eso, no vale la pena seguir amargándonos por su culpa, centrémonos en nosotros y en nuestro hijo —beso mis labios.

La Minina maulló y la miramos.

—Y en ti también minina —se rio.

—Suena bonito cuando dices nuestro hijo —acaricie su mejilla.

—Nuestro hijo va a ser bonito o nuestra hija, quien sabe —rozó su nariz con la mía y nos reímos.

—¿Como te gustaría llamarlo o llamarla?

—Tengo una lista de nombres, son demasiados —sacó algo del velador y sacó una hoja de cuaderno que tiene cosas escritas por detrás y por delante.

—¿En serio? —me reí.

—Yo le dije que eran demasiados.

Los comencé a leer y la verdad varios me gustaron, ahora yo también estoy indecisa pero creo que es muy luego como para elegir el nombre..

Me gusta ese flaite po   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora