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Nos subimos al auto del Seba y yo me fui adelante, el Soto se subió atrás junto a la Paz y un perro que creo que es del Soto, si, ¿De quien más?

—¿Como se llama? —le pregunto la Paz mientras acaricia el perro.

—Chocapic —respondió el Soto.

Me reí.

—¿De que te reí? —me pregunto serio.

—Del nombre.

—¿Que tiene de chistoso? —alzó sus cejas.

—Víctor —dijo el Seba mirándolo por el espejo retrovisor y el Víctor, osea el Soto rodó los ojos.

Ah, me tiene mala.

Ignore ese suceso y me cruce de brazos para luego mirar por la ventana.

El Seba colocó su mano sobre mi pierna, esta calentita. Como no lo mire apretó un poquito, lo mire y fue cuando me sonrió, yo igual le sonreí y volví a mirar hacia afuera.

—¿Tiene sueño? — me pregunto.

Asentí y le di un poco la espalda para dormir, saco su mano de mi pierna y escuché como suspiro.

—¿Es de raza o no? —preguntó la Paz.

—No, lo recogí de la calle —respondió el pesado del Soto—No tengo plata para comprar de raza y si la tuviera tampoco compraría, pero te apuesto que tú tienes como dos de raza po —se rio irónico.

—Yo igual tengo un perro mestizo, es un puggle, es una cruza entre un beagle y un pug —dijo fascinada, es más lindo ese perrito.

Esta weona se sabe casi todas las razas de los perros.

—Igual tengo otro que es un yorkie, no sé si los cachas —comento.

—¿Y los compraste?

—Si, bueno mi papá los compró.

Bufo—. Me lo imaginaba.

—Y en la parcela igual tienen uno, es un pastor de Shetland, sale en un capítulo de los Simpson cuando cambian al ayudante de Santa.

Y siguió todo el camino hablando de los perros que le gustan, los que tuvo y hasta  cuantos años tienen, me quede dormida escuchando sobre los tipos de perros.

Cuando desperté fue en una cama, una pieza que no conozco, pero me relaje al ver a mi lado a la Paz durmiendo. Me baje de la cama y abrí la puerta para ir hacia adentro, al llegar al pasillo me escondí un poco para escuchar hablar al Soto.

—Me hubieras dicho que iban a venir estas cuicas culias po weon —dijo molesto el Soto.

—Te dije que iba a venir la reina con su amiga po.

—Puta pensé que lo deciai' por la Milla y la Claudia po, ¿Cuando te vas a pegar la avispa' con la Milla? Hermanito, te lo digo en buena, esa mina que está haya adentro no es pa' vo —golpeó su hombro y salió de la cabaña.

Me senté en el piso y abrace mis rodillas.

—Victoria.. —dijo el Seba nervioso y se sentó a mi lado.

—¿Y si tal vez tienen razón? —suspiré.

—No haga caso oh —me abrazo—La gente aveces dice muchas weas.

—Todos dicen lo mismo, incluso tu mejor amigo po, tal vez ven algo que nosotros no.

—¿Te hago feliz? ¿Te sientes bien conmigo? —me agarro del mentón y me hizo mirarlo a sus ojitos celestes.

—Si.

—¿Entonces que importa lo que diga el Soto o tu mamá? Si nosotros somos los que estamos juntos —beso mi frente.

—Pero es fome que todos estén en nuestra contra —jugué con el borde de su polerón—Y que te diga que estés con la Milla..

—Ya, mi reina, no se mate pensando en weas que le hacen mal.

—Es que.. —me interrumpió.

—¿Nunca ha escuchado esa frase que dice, "Tú y yo contra el mundo" ?

—Si la he escuchado —me limpié una lágrima.

—¿Entonces acepta ir usted y yo contra el mundo? —sonrió.

Asentí y junté mis labios con los suyos, no es un beso apasionado como los que nos hemos estado dando últimamente, si no que es más delicado y con amor, bueno siempre han sido con amor..

Pasó su mano por mi espalda y me acercó a él.

—La amo mi reina —dejo un beso en la punta de la nariz y luego rozó su nariz con la mía.

—Yo también te amo mamón —volví a juntar nuestros labios.

Me gusta ese flaite po   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora