Me gusta ese flaite po

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Hace cuatro días se fue mi mamá y no he sabido nada de ella, igual me preocupa..

He estado sola en la casa porque el Seba está donde su familia y estará hasta Año Nuevo, mi papá está trabajando al igual que el Esteban, la Paz anda en Pucón y el Simón ni idea de ese weon.

Que aburrida estoooy.

Mi celular sonó y vi el nombre de mi papá, conteste;

—Alo.

—Hija, ¿Como estas? ¿Ya tomaste once?

—Si —mentí, he dormido toda la tarde.

—Ya.. oye, ¿Por qué no pasas el Año Nuevo con el Seba?

—No, la quiero pasar con ustedes.

—¿Para que? Solo te vas a aburrir, será fome ver tele hasta esperar las doce decir Feliz Año Nuevo y nos iremos a acostar, es fome el panorama.

—Pero no quiero dejarte solo.

—No lo harás, si me invitaron a un asado acá los cabros.

—Aaa ya entendí todo, tu pusiste la casa —me reí.

—No, pero quería ver que decías como pa aceptar o no.

—¿Y el Esteban?

—Seguro después de las doce no se va a carretear. Hija, anda tranquila nomas.

—Ya oh, voy a decirle.

—Ya, acuérdate que hoy llegó tarde y el otro pastel igual, cuidate.

—Si se, tú también.

Corte la llamada y suspiré, ahora tengo que ver si puedo ir donde el Seba, tal vez a su familia le moleste..

¿Y si le digo que voy a ir pero en realidad solo me quedo aquí?

No, no me quiero quedar solita.

Le hice una video llamada al Seba y contestó casi altiro.

—Hola mi reina.

—Hola mi amor, ¿Estás ocupado?

—Los demonios están a la espera de mi celular —los mostró en la pantalla y me movieron la manito—¿Pasó algo?

—Si, quería preguntarte algo —me aclaré la voz.

—Dígame.

—¿Podría pasar el Año Nuevo contigo? —dije algo tímida.

—¿En serio? —sonrio.

—Si.. pero solo si se puede, si no, no nomas.

—¿Escuchaste eso minina? La mami vendrá a vernos —le hablo a la antes mencionada—Venga a salvarla de los demonios, mire como la tienen.

La minina está acostada de espalda mientras los demonios le hacen cariño en la guata, no se ve para nada incómoda.

—Está terrible relajada —me reí.

—Si —sonrió—¿Quiere que la vaya a buscar?

—¿Y no vas a preguntar antes? —fruncí el ceño.

—Si mi tío dirá que si, soy su regalón, pero no le diga al Milo porque es celoso —se rio.

—Ya, pero igual pregunta antes, no quiero llegar así de la nada.

—¡Tío Tito! —gritó.

—¡¿Que pasó?! —gritó el tío.

—¿Puedo traer a el amor de mi vida aquí? A pasar el Año Nuevo con nosotros —dijo el Seba.

—¿A la cabra del otro día? —preguntó el caballero—Porque si es otra entonces no weon, pobre que andes de mujeriego.

—Ay si es ella misma tío.

—Entonces si.

—Viste, te lo dije —sonrio.

—Ven a buscarme mañana mejor, ahora ya es muy tarde y te puede pasar algo —hice un puchero

—Bueno, mañana la voy a buscar.

🦋

Mierda, mierda, mierda, me quede dormida y el Seba va a llegar en unos minutos, ¡Cresta!

Salí de la ducha y me seque rápido, me eche crema y me vestí con unos shorts negros, una polera del mismo color y una camisa cuadrilles de color roja que me llega hasta el muslo, me puse unos calcetines blancos y sin zapatos corrí al espejo a peinarme y pintarme, porque sin delineado yo no salgo.

Delineado de mierda que no me sale, ¡Por la chucha! Mi mano tiembla mucho.

Tocaron la bocina.

—¡No! —grite y me paré para ir a abrir la puerta.

Salí de la casa y el Seba se bajó del auto, anda con unas zapatillas blancas y un buzo negro que le queda medio sueltecito, anda con una polera blanca igual.

¡Puta que se ve rico!

—¿Yo me como a este bombón? —me mordí el labio.

—Si po, usted es la única que se come a este bombón —pasó sus manos por mi espalda baja y sonrió.

—Me falta un poquito, ¿me das cinco minutos? —le pregunte.

—Si me di cuenta —miró mis pies y se rio.

Entramos a la casa y subí corriendo a mi pieza, agarré el delineador y suspire, ya weona.

Hice el primero y el segundo quedó un poco más corto pero traté de arreglarla.

—¿Quedó igual? —le pregunte al Seba.

Se acercó a mi entrecerrando los ojos, se acercó demasiado, tanto que nuestras narices rozaron.

—Mmm si —me dio un piquito y se alejó de mi

—¿Seguro?

—Si, como si fueran dos gotas de agua.

Me reí y seguí con lo otro.

Una ves que termine me puse los zapatos y me acerqué al Seba que está estirado en mi cama mirándome.

—Se ve preciosa, divina, hermosaaa —tiro un beso.

Me tire encima de él y le comencé a dar muchos besos.

—Te extrañe tanto.

—Yo igual a usted —se mordió el labio.

—¿Mucho? —me saqué la camisa cuadrilles de a poco.

—Si, demasiado —pasó sus manos por mi cintura y las bajo hasta llegar a mi poto.

—Pero demuéstramelo po.

—Ay señor, si yo solo venia a buscarte, pero diremos que había taco —me agarro por las caderas para recostarme a mi ahora en la cama.

Comenzó a bajar la tira de mi polera junto a la del sostén mientras besa mi hombro..