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Seba.

Me habían tratado de picante, flaite, roto, ladrón y de muchas weas más.

Pero que esa señora me haya dicho que no podía estar con mi reina porque soy un flaite me dolió bastante, tal vez tiene razón y no soy suficiente para ella.

Tal vez merece alguien mejor, alguien de su clase como dijo su mamá, alguien que le de todo lo que necesita..

Mire a la Victoria que está acurrucada a mi lado durmiendo, no quiso irse a su casa así que se quedo a dormir aquí, ojala esto no le traiga problemas porque lo que menos quiero es que la pase mal.

Me baje de la cama y tape bien a la Victoria, saqué los cigarros de mi velador para luego salir de la casa y prender un cigarro.

Deje el encendedor a un lado y exhale el humo, mire hacia el cielo.

—Buta viejito, siempre dijiste que las mujeres eran difíciles pero ahora es la familia po —solté una risa nasal.

Sentí la piedra abrirse y vi al Milo en puros bóxers, se sentó a mi lado cagado de frío, y como no si esta terrible helado.

—¿Que wea pasó que andan tan bajoñeados? —preguntó.

—Fui a verla a su casa porque estaba preocupado y su papá me invitó a tomar once, llegó su mamá con el paco culiao ese y me dijeron weas pencas, que no podía estar con la Victoria porque era un flaite, que nunca le podría dar lo que ella necesita oh, lo peor es que es verdad —le pegue una calada al cigarro.

—No es verdad.

—Si lo es y lo sabi.

—Weon la mina está feliz contigo, cuando están juntos se la pasa sonriendo y se nota que te quiere caleta po hermano, no seas weon, si hay amor entre ustedes no necesitan ni una otra wea más —me pego en el hombro—Deja de pensar weas.

—Pero en un futuro no podríamos vivir solo de amor.

Se rio.

—¿Y ya te estás creando un futuro con ella? Teni recién diecisiete, disfruta weon, no te cagues la cabeza en el futuro, pueden pasar muchas cosas, ni siquiera sabemos si estaremos vivos porque puede caer un cohete chino, quien sabe.

Siempre me he cagado la cabeza pensando en el futuro, pero creo que tiene razón, demasiada razón.

—Ahora anda a acostarte y agarrala a besos, abrázala o no se, pero no se pongan a meter ruido, porque quiero dormir, chao —se paro del piso y entro a la casa.

Yo igual hice lo mismo, fui al baño a lavarme los dientes pa no quedar con el tufo a cigarro po, no que asco.

Me devolví a la pieza y volví a acostarme al lado de la Victoria que está durmiendo, le di un beso en la frente para luego abrazarla y poder dormir.

—Tengo frío —murmuró.

—Es muy friolenta usted —la acerque más a mi.

Dijo algo que no alcancé a escuchar, me reí bajito para no despertarla porque se está quedando dormida otra vez.

Cosita hermosa.

Me gusta ese flaite po   Donde viven las historias. Descúbrelo ahora