Capitulo 12

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Una vez llegué a ella, me senté a su lado como era debido. Ella estaba conversando con una señora de algunos 38 años, sostenía la correa de una chica que tenía la espada llena de latigazos, la que había visto al entrar.

— ¿Es ella quien te trajo aquí? — preguntó la señora a Mi Ama.

— Si, es su primera vez en público. — sonrió de nuevo. Ambas charlaban como si estuvieran en un café y se conocieran de años. Tal vez y si lo hacían.

— No creí volver a verte después de tantos años. No después de... — fue interrumpida la señora por otra voz.

— Pero aquí estoy, siguiendo los mismos pasos — respondió terminando por ella — Espero lograr en ella lo mismo que todas. — sentí su mirada fijamente.

— Tus manos detrás de la espalda sosteniéndose — escuché que me dijo.

— Si ama. — obedecí. Escuché una expresión de sorpresa por parte de las señoras que estaban detrás de mi.

"Es muy obediente", "¿Miraste eso?, "Sloan es buena"

No podía ver a Mi Ama pero sabía que estaba sonriendo llena de orgullo. Claro, su ego después de todo.

— ¿Cuanto tiene contigo? — preguntó la señora hacia Mi Ama.

— Hoy es su primer día.

— ¿Y ya es así de obediente? Felicidades, supongo que te ha costado.

— Si, bastante, pero al final parece entender su posición. Espero que con hoy sea más que suficiente. — habló como si algo me faltara para terminar el día.

— Es el segundo día de ésta — tiró del collar que tenía en la mano la señora, jalando a la muchacha que estaba seria, con una mirada sólida — pero por más castigo que le doy, no quiere entender. Parece que la próxima reunión será en mi casa más pronto de lo que imaginan.

¿Próxima reunión? ¿No se juntaban 1 vez por semana? Vi a la chica quien hizo contacto visual conmigo. Leí su placa y decía Layla, 17 años, razón: custodia.

¿Qué? ¿Diecisiete años? Ella es prácticamente una niña. Debe de ser la más joven de todas. ¿Que se refería a "custodia"? ¿Había cometido un delito? No, se miraba demasiada tímida. ¿Era huérfana? Probablemente.

— En la mía funcionó mojar la vara antes de castigarla — no hablara en serio — inténtalo y veras que se compone porque se compone.

¿Se están pasando tips? Por Dios. No puedo creerlo. Vi a la chica que empezó a temblar y sus ojos a aguarse. Sentía lástima por ella.

De pronto una voz se escuchó que provenía de la cocina. Una mujer alta, con capa negra, lencería de encaje color negra y tacones se estaba dirigiendo a las "Amas".

Escuché a alguien susurrar detrás mío "es el castigo más fuerte", "pobre criatura", "¿que habrá hecho?"

— Buenas noches señoras. Como habrán notado, las he reunido aquí para un castigo ejemplar. Esperando que con esta demostración recuerden sus mascotas la importancia de obedecer a sus Amas. — tenía una sonrisa en su rostro. ¿Castigo ejemplar? ¿A esto se referirá Mi Ama?

— Tu correa — estiró su mano hacia mi y yo deposité en ella mi correa.

Empezamos a caminar hacia un gran salón, pero solo al entrar, me quede helada por lo que veían mis ojos. Una chica de mi edad aproximadamente estaba colgando de sus manos en el techo, sus pezones estaban enganchados por igual y sus piernas flexionadas hacia atrás amarradas a las mismas cadenas que sostenían sus pezones. En sus tobillos habían unas bolas de hierro que colgaban de cada tobillo haciendo peso.

El tirón de mi correa me sacó de mi trance y seguí caminando junto a mi ama. Nos posicionamos de lado viendo a la chica quien colgaba y daba vueltas muy lentamente.

Se veía cansada, derrotada. Y quien no. En su lugar lo estaría. Bueno, estoy en su lugar, pero al menos no en su posición. Eso podía agradecer.

De pronto se escucharon unos gritos que llamaron la atención de todas. Era la misma chica que me había susurrado al inicio, veía muy dolida a la chica que colgaba, supongo que entonces ella era Dakota.

Vi como su ama le dió una fuerte bofetada y tirando de su correa la llevó hacia la esquina de la habitación.

— ¿Se me permite utilizar tus herramientas para una lección rápida a mi esclava? — habló su ama. A lo que la señora de capa negra dio un sí. Y todas nos giramos hacia ella. Vimos cómo montó a su esclava a una especie de mesa y tomó un cinturón que se encontraba ahí.

— Espera — la voz de Mi Ama me sacó de mis pensamientos. Alguien que tenía piedad de ella — que las nuevas sosténgan sus manos para que aprendan del castigo.

Todas asistieron y sentí cómo se agacho para quitar mi correa al igual que la chica de a lado. Layla.

— Sostén su mano izquierda y no dejes que se mueva, ni hagas un solo ruido o tomarás su lugar junto con lo que te espera en casa. — me vió fríamente a lo que yo solo pude responder igual que Layla, "Si ama"

Nos acercamos a ella gateando y cada una sostuvo su mano. La chica en la mesa sabía lo que le esperaba y solo soltaba lágrimas por su amiga. Empezó a azotarla sin piedad hasta llegar a cinco. Ella solo lloraba del dolor. Una vez finalizó. Su ama se acercó a ella y le pidió besar "la cosecha", o sea el cinturón con la que la habían azotado.

Regresamos cada una nuestra posición y la señora de capa negra se presentó.

— Esclava, 22 años. Primer castigo ejemplar hace un año. El día 30 de Julio se le encontró utilizando un dispositivo electrónico sin permiso, a las 2 de la mañana, hora en la cual debió estar dormida. Infringiendo otra regla, utilizando redes sociales, conversando con un chico y viendo la polla de este. Negando lo obvio. Cumpliendo con un total de 30 escarmientos. Ya tenía 15 escarmientos pasados, por lo cual ahora suman un total de 45 escarmientos, siendo ganadora de 2 castigos ejemplares y quedando con cinco escarmientos para contar.

Todas estaban sorprendidas, algunas miraban sonrientes la situación. Claro, como no son ellas.

— ¿Como se declara la esclava? — su ama tomó en sus manos las dos pesas y tiró de ellas hacia abajo jalando los pies y los pezones. — Culpable Mi Ama, culpable. — decía entre quejidos.

— ¿Como la declara el publico? — "culpable" se escuchaba al unísono — ¿Tiene derecho a la piedad? — "No".

— El público ha hablado. Es momento de iniciar. — sonreía victoriosa.

Anna Brown. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora