Capitulo 24

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— A la alfombra roja. — soltó mi correa y yo la tomé con la boca para caminar al centro de la habitación.

Mi Ama tomó mis manos juntas y las amarró fuertemente, después empezó a enrollar una cadena y me elevó dejándome de puntas.

— Ama, no me castigue, le juro que yo quise defenderme — sollozaba — además, me voy a casar, algún día tenia que pasar estuviera o no aquí. — Mi Ama tan solo me vió mas enojada aún, creo que no elegí correctamente mis argumentos.

Vi como tomó una vara de madera y se acercó a mi. Con ella acarició mis tetas y yo solo podía temblar.

Empezó a azotar mis tetas con ella, había perdido la cuenta de cuantos azotes fueron, estaba sollozando, aunque de cierto modo me había excitado un poco.

— Lame — acercó la vara a mi boca y yo temblorosa saqué mi lengua para lamer la vara — cuenta y da las gracias.

— Ahh — grité de la impresión — uno, gracias Ama.

Continué contando hasta llegar al 20, estaba más que segura que mi culo estaba hecho un picadillo, rojo o si no es que morado.

Mi Ama me bajó, guardó todo y no me dirigió la palabra. Solo vi como salió de la habitación y entró en la suya.

Yo seguía sollozando, mi culo ardía como no tenía idea que podía. Pasaron los minutos e inclusive un par de horas, pero ya no vi a Mi Ama regresar, así que supuse que podía irme a mi habitación.

Guarde todo a como estaba y escondí lo que había comprado bajo mi cama. No quería que lo viera.

Al día siguiente desperté como cada mañana y esperé a Mi Ama al inicio de las escaleras, pero cuando esta salió de la habitación solo me miro y pasó de largo dirigiéndose a la cocina.

¿Me estaba ignorando? Baje las escaleras y vi como ella misma se preparó el desayuno, anotó algo en una hoja y salió de la casa dejándome sola.

Me acerqué a leer lo que decía la nota,

"Quiero que cada día hagas lo mismo, a las 7 quiero el desayuno preparado, haces tus tareas como siempre, a las 2 quiero la comida lista, a las 7 una ligera cena y a las 8 regresas a tu habitación.

Por cierto, no te quiero ver en la misma habitación de la casa que yo para nada o recibirás un ejemplar."

Mis ojos estaban húmedos del sentimiento que esto me causaba, Mi Ama  no quería verme ni en pintura. Y estaba segura que yo era la causante de esto.

Hice todo a la perfección y muy rápido para que Mi Ama viera lo buena que soy, limpiaba demás para ser de su agrado.

Cada día a la hora de comida, me retiraba a mi habitación y aprovechaba para mensajear con mi prometido, bueno, no es aún 100% oficial porque no hay anillo aún.

Era muy simpático, nos llevamos súper bien, esto podría funcionar, aunque no lo quiero, y a decir verdad, probablemente el a mi tampoco. Aunque es extraño porque el solo puede mensajear a las 2:30 de la tarde y solo media hora, lo mismo pasa a las 9 de la noche.

Supongo que tiene un horario muy restringido manejando negocios de sus padres, dice que todo cambiará a partir de Octubre, aunque a mi me agrada este horario porque me queda Perfecto.

Escucho como Mi Ama cierra la puerta principal y la alarma es puesta. Bajo y recojo todo como cada día desde el Lunes que regresamos, hoy es sábado, y mañana es festivo por un día conmemorativo aquí en Reino Unido.

Sigo mis actividades hasta que llega la hora de la cena, hoy estaba más frío que de costumbre, estaba lloviendo afuera. Haré una crema de papa, espero y salga deliciosa.

No se cocinar realmente, hay algo llamado internet que ha hecho maravillas para mis comidas. Buscando recetas, no se como si con una especie llamada "Belladona" la cual dice que le da un rico sabor a las comidas, pero que en grandes cantidades produce que la persona duerma hasta más de 6 horas.

No, no, pensamiento de idiotez, aléjate. No le daría de más a Mi Ama para hacerla dormir y demostrarle que puedo ser tan buena esclava como ella algún día lo fue.

No, espera Anna, si no funciona te van a castigar y corres el riesgo que sea un ejemplar.

Pero si funciona le demostraría a Mi Ama cuan eficiente soy. Además, hace una semana que no me toca y de tan solo verla mojo mis bragas.

Sonrío para mi misma y busco en la casa la especie que decía internet hasta encontrarla. Pongo a hervir la especie y colarla para agregar el líquido a la crema de papa, no sin antes separar un plato para mi, no quiero errores, solo tengo una oportunidad.

Sirvo mi plato y cuando estaba a punto de comer escucho la puerta abrirse, Mi Ama había regresado antes. Me paro rápidamente y sirvo su plato para depositarlo en la mesa y alejarme junto a mi plato.

Mi Ama solo me ve de reojo y se sienta a comer, la espío por una esquina de la casa y veo que solo le da 5 cucharadas a mi crema, la mueve un poco y se levanta para subir las escaleras.

Tal vez y si le puse mucha. Maldición, no quiero que se entere. Me acerco al plato de Mi Ama y sirvo una pequeña gototita en la palma de mi mano para probarla, no sabe mala, pero si se le nota una diferencia.

Vacío todo por la coladera, limpio y subo a mi habitación para darme un baño, secar mi pelo, hacerle una trenza y buscar mi compra secreta.

Ya a pasado una hora y entró a la habitación de Mi Ama quien tenía la puerta semi abierta, la veo luchando para no dormirse mientras sostiene débilmente una revista hasta que la veo quedarse profundamente dormida.

Es ahora o nunca, corro a la puerta negra y sacó 2 pares de esposas, un arnés de anillo para mantener la boca abierta, un arnés de pelota color rojo y unos ganchos de metal como los que usó conmigo en mis tetas. Iba a salir de la habitación cuando vi uno de las tantas varas que tenía, ella siempre me azotaba con una negra que al final tenía un pedazo de piel doblado a la mitad de unos 5 cm de largo. Lo tomé y lo lleve conmigo.

Me asomé a la habitación de Mi Ama y seguía profundamente dormida, me dirigí a mi habitación y me coloqué el conjunto de ropa interior de encaje color rosa que había comprado.

Me sentía emocionada y ansiosa, no podía salir nada mal y tenía que ser veloz. Me dirigí a la habitación de Mi Ama, dejé las cosas en el mueble de noche de a lado y le quite la revista lentamente al igual que su ropa, llevaba puesto un pantalón de mezclilla, unos calcetines, una blusa de manga larga color blanca y ropa interior color negra.

Escuché un relámpago y brinqué del susto, voltee a ver a Mi Ama, pero no se despertó solo se movió un poco. Debía darme prisa.

Tomé uno de sus pies y jalé de él para que llegara hasta el borde de la cama para poder amarrarlo, hice lo mismo con el otro pie, me acerqué a sus manos y ambas las amarré a cada lado de la cama quedando Mi Ama abierta de manos y pies.

Una vez así, me acerqué al termostato de la casa para ver la temperatura, este marcaba un exterior de 6 grados y un interior de 11 grados respectivamente. Baje la temperatura a 9 grados y regrese a la habitación de Mi Ama.

Aún llevaba puesto su ropa interior, acerqué mi mano para acariciar su rostro, su cuello, sus senos que aún no estaban descubiertos, pero que sobresalían del sostén. Seguí bajando mi mano por su estómago hasta llegar a la orilla de su calzón cuando Mi Ama empezó a removerse un poco más.

Lentamente abrió sus ojos observando el lugar, hasta que me vió sonriendo mientras pasaba mis dedos por encima de su coño.

Anna Brown. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora