Desperté por sonidos en la habitación, estiré mi cuerpo y me apoyé sobre un brazo mientras tomaba la sábana para ver a Mi Ama por la habitación, mi habitación.
Estaba moviendo mis cosas, veía como sacaba ropa del armario y la echaba en bolsas negras.
— Ama, ¿que está haciendo? — la veía molesta, era mi ropa.
— Estoy sacando la ropa no apropiada para ti Anna — no me veía — vas a volver a la escuela y harás tus prácticas en mi empresa — me vio — conmigo putita, así me aseguro que no andes de ofrecida con nadie mas.
— Pe-pero ama... — estaba muy confundida — ama esa ropa la había comprado en inicios de año y...
— No estoy pidiendo tu opinión, así que te callas o te castigo. — solo asentí y no dije nada más.
Me levanté para darme un baño y alistarme para hoy. No llevaba nada realmente porque allá mantenía ropa que me quedaba. Desayune junto a Mi Ama y nos montamos al carro para ir a nuestra cita, obviamente cada quien con su familia, pero al final nos veríamos en mi casa.
Era ya pasado medio día cuando iba llegando a mi casa, tomé mi bolso y me dispuse a bajar cuando sentí la mano de Mi Ama sujetarme fuertemente del brazo haciendo que volteara a verla.
— No quiero ninguna sorpresa Anna — me veía seria — ya sabes que hacer.
Yo no respondí y solo me limité a bajarme del carro. No podía hacer esto, no podía. Mi familia, mi reputación, la familia de Oliver e incluso el estaban de por medio, ¿cómo me vería haciendo esto?
Entre a casa y me dirigí a mi habitación, al abrir la puerta me encontré un hermoso vestido color rosa palo con corte de sirena y de tirantes. Había también unos tacones bellísimos de color blanco.
Me acerqué a ellos y los vi encantada, ni si quiera había prestado atención a mi habitación.
— ¿Te gustan? — Oliver estaba parado detrás mío, ni si quiera lo había escuchado entrar.
— Que susto me acabas de dar Oliver — me voltee a verlo — Si, es hermoso el vestido y los zapatos. ¿Tu los compraste?
— Así es — se acercó directamente a mi para posar un mechón de cabello detrás de mi oreja — se que cualquier cosa se te vería precioso, pero si hoy anunciaremos nuestro compromiso oficial, me gustaría que todos vieran lo que yo tendré y nadie más.
Vaya, no sabía que lo posesivo venía de familia. Me encantaría estar con él, pero Mi Ama ha sido clara.
— Oliver... tengo algo que decirte — era ahora o nunca — eres increíble y me hubiera encantado estar contigo por el resto de mi vida, pero...
— No Anna, detente — sostuvo mi rostro entre sus manos y se acercó a mi, bastante cerca — créeme que ambos vamos a ser felices, juntos. No tengas miedo, se que puedo ser la mejor persona para ti, tenemos mucho en común, tú no lo ves, pero yo si — me veía con un brillo en sus ojos — Anna tú me gustas, bastante, aprenderemos a querernos.
— Oliver...
— Dame la oportunidad — me suplicaba — por favor Anna.
Yo no pude decirle, no podía hacerlo. Tan solo lo vi y sonreí hacia el. Nos dimos un abrazo y se sentía bien. ¿En que estaba pensando? Mi Ama es increíble aunque cruel a veces, pero no puedo decidir por el resto de mi vida, menos en un mundo como el nuestro en el que no es aceptado lo nuestro.
— Mañana me gustaría llevarte a mi casa — no, ahí estaría ella — mis padres saldrán con mi prima a una junta de un nuevo inversionista y pasarán ahí al menos 4 horas.
— S-si, está bien — sonreí hacia él. Oliver acercó su rostro lentamente al mío, cerré los ojos por instinto, pero una voz nos detuvo.
— Oliver, la gente ya está llegando, bajemos a recibirlos en lo que mi hermana se alista. — mi hermano siempre tan oportuno. No lo culpo, es hermano mayor y James es muy protector.
Me dejaron sola en la habitación y me puse el vestido que me dejó. Me veía increíble, me veía hermosa y eso que no soy de alabar mi cuerpo, este vestido me hacía ver una cintura pequeña y grandes caderas, aunque no tenía esta forma como tal, este vestido era Perfecto.
Me dejé el pelo en un peinado recogido y elegante junto a un maquillaje sencillo. Tomé mi celular y salí de mi habitación para caminar por el pasillo hacia la fiesta que se encontraba en el primer piso, específicamente en el jardín.
Antes de llegar a las escaleras me encontré a Oliver.
— Hola — sonreí — ya iba a la fiesta. — Oliver me veía de abajo hacia arriba con una sonrisa y unos ojos hipnotizados.
— Anna te ves hermosa — casi no respiraba.
— Gracias Oliver, tú no te ves nada mal — llevaba puesto un traje con camisa color rosa como mi vestido.
— ¿Nada mal? Creí que me vería guapo. — se observó a sí mismo y yo reí.
— Te ves muy guapo Oliver. — me tomó del brazo y nos dirigimos a la fiesta.
Todo mundo nos veía con una sonrisa, todos a excepción de Mi Ama quien estaba seria. No tardaron mucho en querer la atención de todos.
Oliver empezó a hablar sobre el y sobre mi, estaba haciendo una introducción para poder hacer la pregunta del año.
— ... y yo estaría mas que encantado si tu, si Anna — me veía sonriente — aceptara mi mano en unión a la suya, si aceptara — se arrodilló y sacó una cajita de terciopelo color azul en la cual se encontraba un hermoso anillo de compromiso — casarse conmigo y hacerme el hombre más feliz del mundo.
Todo mundo sonreía y yo estaba estática, voltee a ver a Mi Ama de reojo quien me veía seria, mire a mi familia quien esperaba mi respuesta, el rostro duro de mi padre, el decidido de mi hermano, el rostro de Oliver nervioso y feliz, mi rostro lleno de intriga.
— Acepto. — salió de mi, así sin más, Oliver me iba a dar el anillo cuando se escuchó una copa romperse, volteamos y era Mi Ama, había roto la copa de champán con su mano.
Oliver me dió el anillo, bajó una de sus manos a mi cintura y la posó suavemente haciéndome contener el aliento, su otra mano sostenía mi rostro, me apegó a él y me besó, un beso que yo correspondí.
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Anna Brown.
Ficción GeneralUna profesora se enamora de su alumna en una de las universidades más prestigiosas del país. Anna de 20 años, es una chica tímida con el corazón recientemente roto por su ex novio quien le fue infiel. Margaret de 33 años, es profesora de la univer...