Capitulo 27

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Una vez terminamos de comer yo subí a mi habitación para empezar a ver vestidos de novia y ver lista de invitados por mi lado de la familia, aunque claro no tenía mucha, ya les conté al inicio cuantos "hermanos" hay en la familia.

Todos los vestidos eran bonito, pero me imaginaba usando uno con Mi Ama... a lo mejor ella no me ama como yo lo hago, pero me gustaría que lo hiciera, así podríamos huir juntas. Aunque era imposible, claro.

Ya había empezado a oscurecer, así que me desnudé para hacerme una trenza ajustada y caminar a donde había dejado a mi perrita.

Estaba esperándome justo como la dejé, al inicio de las escaleras en su posición.

— Vamos perrita, es hora del cierre antes de que los papeles vuelvan a como eran de un inicio. — tomé su correa y nos dirigimos a la habitación de ella.

— Arriba — ella subió a la cama — has sido la mejor, veo que tuviste una buena Ama, al igual que yo — retiré un mechón de su cabello para ponerlo detrás de su oreja.

— No eres tan mala después de todo aunque aún te falta aprender un poco — me dijo ella — Mi Ama.

Solo sonreí y empecé a pasar mis dedos por todo su cuerpo, sintiendo cada borde de su cuerpo, cada centímetro, sus pechos perfectos, sus pezones duros, su coño que estaba empezando a mojarse, sus nalgas deliciosas.

Yo la veía con lujuria y se que ella a mi igual, me acerqué a su rostro y la empecé a besar con ternura, lento, sintiendo cada parte de su boca, su lengua que jugaba con la mía, posicione una de mis manos en su vagina rosada y empecé a masajearla, ella movía su coño encima de mano mientras empezaba a soltar pequeños gemidos de placer.

Yo ya estaba mojada de solo sentirla, quería más de ella. Detuve el beso y me subí a la cama para acostarme boca arriba con las piernas abiertas y ordenarle que se suba encima de mi boca abajo con su boca en mi vagina y su vagina en mi boca.

69 le llaman a esta pose sexual. Empecé a lamer y chupar su coño mientras ella hacía lo mismo con el mío, acercaba más mi boca a su coño mientras mi lengua hacía círculos y deletreaba sobre su clitoris, ella bajaba más hacia mi mientras su boca se movía como toda una experta con doctorado en movimientos.

Ambas empezamos a gemir como locas, había tantas cosas excitantes en el mundo, pero ninguna podía igualar está que estaba viviendo.

Ambas nos corrimos al mismo tiempo, quede exhausta.

Me moví hacia un lado para darle espacio y que se acomodara conmigo. Nos quedamos calladas por unos momentos, no era incómodo, era relajante.

— Entonces putita — volteó a verme — ¿que se sintió ser Ama por un día? — ya había finalizado mi día. Ya no era más "Mi Perrita".

— Excitante — le sonreí — ese dominio que se tiene sobre la otra persona es increíble, pero no es lo mismo Ama, usted lo hace diferente.

— Se necesita atrevimiento y ser firme en tus decisiones, no debes dejarte llevar por los sentimientos, tal vez las emociones, pero no los sentimientos Anna — me miraba — aprende a dominarlos y podrías ser igual a mi.

— Yo no quiero ser igual a usted Ama, yo solo quiero ser de usted. — la veía a sus bellos ojos.

Ella se acercó y me dio un beso tierno, antes de acomodarse bien en cama.

— Sobre mi pecho — ordenó. Vaya, que rápido volvió a ser la misma.

Obedecí, acomodé mi rostro en sus tetas mientras subía una pierna encima de ella y pasaba mi mano por su estómago a lo que ella me abrazó con un brazo y recargó su cabeza sobre la mía.

Me sentía feliz, protegida, importante, pero sobre todo amada.

— ¿Y bien? ¿que te dijo mi primo? ¿Seguiste de zorra?

— Ama, es mi prometido, llamó para decirme que la boda se adelantó para Octubre.

— ¿Que? — levantó la mitad de su cuerpo para verme seria — ¿tú lo pediste? Lo sabia, es que no puedes estas un segundo sin sentir que te meten algo. Eres una puta regalada.

Se levantó enojada, pero yo no lo pedí.

— Ama no, yo no sabía, sus padres arreglaron todo para Octubre — volteó a verme — los señores VanDout le marcaron a Oliver diciendo que como nos llevamos bien, la boda se adelantaría para Octubre, el solo llamó para avisar.

— Pero tú no te puedes casar, tú eres mía, estarás conmigo hasta septiembre 20 y si yo quiero te doy otro ejemplar por lo de hoy para que estés aquí 22 días más y así puedo seguir — amenazo.

— Ama, así me diera 15 ejemplares me debo casar, Oliver es buena persona además el es... — me detuve, no podía revelar su secreto.

— ¿El es que Anna? — me miraba seria.

— El es muy trabajador, solo me habla dos veces por día porque dice que está realizando un proyecto, casi no lo vería y yo podría seguir visitándola Ama — me paré para acercarme a ella — yo podría seguir con usted.

Ella me miró y me empezó a besar ferozmente, ambas empezamos a retroceder hasta caer en la cama. Ella quedó ahorcadas sobre mi, no me di cuenta que estaba haciendo hasta que sentí mi cuello amarrado con su propio collar que ella llevaba puesto.

— Siempre serás mía Anna, así te tenga que robar el día de tu boda, no te alejarás de mí a partir de hoy. — se paró y tomó la correa para abrocharla en mi collar y amarrarlo a la cabecera de su cama.

— ¿Ama? — la miré confundida.

— Dormirás conmigo a partir de hoy amarrada a la cama, no te escaparás de mi nunca. — Me parecía tierno que no me quisiera dejar ir, pero yo debía casarme si o si. Así que no respondí nada y solo sonreí.

Era la primera noche que pasaría a su lado, nos acomodamos en cama y yo caí en los brazos de morfeo.

~ • ~

A la mañana siguiente desperté por el movimiento de la cama, Mi Ama se había levantado de ella, eran las 7 de la mañana.

— Buenos días Ama — sonreí hacia ella.

— Buenos días putita, quiero el desayuno listo en 20 minutos — caminó hacia mi para soltar mi correa — bajo en un momento — me dio un beso y caminó desnuda a la regadera.

Yo baje de cama y me dispuse a preparar el desayuno para las dos. Nuestra relación había mejorado muchísimo, ya que los días pasaban y ella se portaba firme, pero cariñosa conmigo, se podría decir que éramos una pareja.

Todo estaba arreglado para mi boda que sería la primera semana de Octubre. Tenía que empezar a buscar mi vestido de novia y claro, mi luna de miel si es que se le puede llamar así.

Era mitad de semana cuando me marcan mis padres para avisarme que darían una comida el sábado por mi cumpleaños y aprovecharían para anunciar mi compromiso con el hijo de los VanDout.

Mi cumpleaños, en unos días cumpliría 21 años, sería mi ultimo año de universidad y estaría casada. Es tan extraño decir eso, que podría estar casada o incluso comprometida, yo soñaba con casarme por amor, pero veo que en un mundo como el nuestro, el amor es segundo plano, aunque me encantaría que mi boda fuera con Margaret, bueno, Mi Ama.

Podríamos vivir juntas y ser una familia, pero vamos, estaríamos soñando una fantasía si llegáramos a ser novias oficialmente.

El mundo es racista con todo lo que teme, lo destruye.

Anna Brown. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora