Introducción al caos

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A veces me cuesta un poco, y bueno, creo que esto realmente nos pasa a todos alguna vez, ¿no? Que tenemos temporadas en las que todo nos sienta mal, que estamos muy susceptibles y mas aún cuando la gente te lo nota y te lo recalca como si ti no lo supieras y te dan ganas de gritarles ¡Sí, me sienta mal hasta que me digas Hola, ¿tienes algún puto problema o te doy ya el premio por darte cuenta tú solito!?

En fin, creo que a veces sobran algunas cosas y, sé que esto ya lo habréis escuchado en otros sitios, pero si lo que digas no puede arreglarse en tres segundos, no lo digas. Es que para qué. Debo admitir que a veces cuando estoy así a mí también se me olvida seguir esta regla y luego me martirizo un ratito. Que jodido eso del martirio y de hacértelo a ti mismo constantemente. Yo ya lo hago menos, pero de vez en cuando me sale la sadomasoquista que llevo dentro y me autoflajelo un poco, lo justo para poder seguir viviendo. Normalmente lo llamo autosabotaje más que otra cosa, pero ya lo llevo mejor.

Me he dado cuenta también con los años que tengo una personalidad tan fuerte que si no la domo bien me come y se vuelve algo tóxica, que tiendo a insultar (de broma), a no saber pedir perdón y a alejar de mi vida a toda aquella persona que me empiece a importar. Esto último lo iba llevando mejor hasta hoy, y es que he vuelto a comprobar que prefiero no tener contacto con esa persona a toparme con cosas que no me gustan y que no sé si voy a poder afrontar y terminar haciéndolo de mala manera. Spoiler: esto no está bien, no lo hagáis.

No sé delimitar la línea entre unas cosas y otras, pero bueno, estoy aprendiendo, quizás este siga sin ser el momento de compartir mi caos con alguien más o con alguien que no sepa afrontarlo. Es comprensible, ¿no? Yo tampoco sé afrontar algunas cosas como ya os he comentado. Me tendríais que ver cuando me sueltan un piropo, que me río un poco mientras que intento hacerme la pasota y no sé dónde meterme, y al final no digo nada que es lo peor. Aunque bueno, si una persona te dice algo bonito debería no esperar algo a cambio, pero por lado, que mínimo que un gracias, ¿no? No sé, esto ya depende de la persona que te lo diga y del interés con el que lo haga. La cuestión es que yo lo de los piropos lo llevo muy mal.

¿Os he dicho ya que tengo un carácter muy fuerte? Creo que sí. Pues esto es un follón para mí misma porque cuando me come entro en una espiral de la que no puedo salir. Parece todo muy loco, pero de verdad que no. Cuando eres consciente no lo es tanto. Hay veces que me equivoco y que tengo conductas tóxicas y cuando me doy cuenta (que suelo tardar) y me decido a pedir ese perdón que tanto me cuesta, algo pasa, no me preguntéis cómo o por qué, pero siempre pasa algo, me dicen o hacen algo que me molesta, tienen alguna actitud hacia mí que no me gusta y ya está, lo que iba a ser algo sano se convierte en algo peor.

Y ya no hablamos si este bucle se produce durante varios días o incluso semanas. Si llega a ocurrir esto me invade la manía hacia esa persona y ya no sé cómo afrontarla, más encima teniendo en cuenta que a ella o a él también le pasan cosas, tiene cambios de comportamiento y también los refleja en ti o incluso eres tú quién tiene que ver en ello. Es entonces cuando se junta un batiburrillo de necesitar paz y comprensión por ambos sitios, de preocupación mezclado con frustración y enfado que, (y os hago otro spoiler) no termina bien.

En fin, sólo quería desahogarme un poco con esto y lanzaros el siguiente consejo como si fuésemos dos desconocidos y estuviésemos en un bar que está a punto de cerrar con la última cerveza de la noche en la mano: Respira y tómate tu tiempo para pensar y aclarar todo lo que hay en tu interior, si te merece la pena ser así, si lo que ha pasado es tan grave, si son muchas o pocas cosas, hasta dónde estás dispuesto a llegar, etc. Céntrate en ello, en ti y olvídate de todo lo demás, que quién te valora no tiene orgullo ni miedo de esperar.

Las cosas que nunca te dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora