Las cosas que nunca te dije

Si siete veranos atrás...

Almería, 3:56 am. La última noche antes de volver.

Estoy triste, ¿sabes?, supongo que nunca creí que iba a llegar este momento, el momento de recoger todo, de volver tan cerca de ti, de dejar atrás la "independencia", lo que siempre tanto quise...nunca pensé que querría volver, ni tampoco que no querría hacerlo.

Ahora, Aitor, después de 6 meses (empiezo a contar desde el momento en que decidí dejar de hacer el imbécil) vuelvo a querer llorar...y no sé muy bien por qué.

Me veo en este mismo instante en esta habitación vacía, la misma que estrenamos tú y yo y donde ahora ya no hay nada, sólo maletas y una vela. Creo que es por eso por lo que no me quiero ir de aquí: esta habitación es el último recuerdo bonito que me queda de los dos. El último gesto más bonito que han tenido conmigo.

Ahora (y más después de pasarte por aquí otra vez) es cuando siento más miedo y a la vez tengo claro lo que quiero: Quiero tenerte en mi vida, sea de la forma que sea. Ah, que el miedo por qué, ¿no? pues verás... muchas veces he pensado que pasaría si te volviera a ver y todo me ha llevado a la misma conclusión: solo sé que lloraría. Lloraría de rabia, de emoción, de cariño, de ganas de matarte, de echarte de menos joder... lloraría de querer tenerte en mi vida siempre, de saber que sigues teniendo el puesto guardado, siempre. Puesto que nadie puede ni podrá ocupar.

Este año ha sido muy complicado créeme. El no tenerte a ti, tener que hacerme a la idea de que tú y yo no seremos, conocer gente nueva, separarme de mis amigas, familia, iniciar una relación tóxica (dicen que todo hay que probarlo) y terminarla (si es que este tipo de relaciones terminan), tener problemas en la convivencia, problemas de salud...problemas en general. No, este año no ha sido nada fácil pero, eh, que me queda uno más.

Sólo espero que me eches de menos y te acuerdes de mí una décima parte de lo que lo hago yo de ti, y que no me olvides, y que no quieras perderme porque por mucho que me joda volverás a joderme la vida, o a arreglármela, quién sabe. Sólo espero (una vez más) que entiendas que tu lugar (sea cual sea) no lo ocupa nadie, que siempre te querré conmigo y que vuelve a ser verano Aitor.

Si siete veranos atrás...