Gris

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Almería, 18:13 pm. En los baños del centro con sangre en los nudillos.

2 metros cuadrados no me bastan para desaparecer. Estoy aquí, sentada en el suelo al lado de un váter sin tapa, con una puerta que no cierra llena de garabatos y aún así, esto sigue pareciéndome más bonito que lo que siento por dentro ahora mismo. No sé desahogarme de otra forma que no sea así, dejando clases a medias para escribir en unas líneas la oscuridad que nace en mí a veces, cuando me agobio y no sé hacia dónde escapar. En este baño no hay salida, tampoco en mi vida en momentos así. Las horas se me hacen años y los minutos lustros, no entiendo qué coño está pasando en mi puta cabeza... Aparte de tú. Pensaba que tu ausencia sería mejor para terminar esta etapa de mi vida, y de nada me ha servido sino para volver a tonarlo todo gris. Me hace gracia pensar que te dije que contigo no me salía hacer cosas bonitas y sin embargo ahora sé que esto es lo más bonito que vas a ver de mí.
Quiero entender que click se ha producido en mi cabeza para estar así, para moverse por rencor, quizás odio, o puede que amor.
A lo mejor no estaba tan equivocado aquel que me decía que sólo intentaba boicotearme ahora que todo me iba "bien", ahora que todo empezaba a tener más color incluso que el centro en el que estoy. Me jode tener que mirar para otro lado cuando te veo. Me jode estar entre partirte la boca a ostias o a besos. Me jode que me hayas robado la bombilla y me hayas dejado a oscuras aquí cuando ya tenías con quién brillar sin necesidad de esto. No entiendo nada de ti, ni de lo que está pasando.
A veces me pregunto qué hubieras hecho si hubiera sido al revés.
Solo sé que se me hace enorme la cama sin ti, que no me compensa no poder tocar tu pelo por las noches y despertarme por las mañanas jodiéndome la vida al verte dormir y querer quedarme contigo diez siglos más solo admirando una vez más lo increiblemente bonita que me pareces. Sí, también por fuera.
Quizás ahora me faltarían segundos en el día para devolverte todos los besos que no te he dado.
Quizás ahora tú te des cuenta de quién quería más de las dos.
Quizás ahora entiendas que no hace falta hablar, decir... Para demostrar las cosas o lo que de verdad sentimos.
Hay personas que nunca aprendimos a gestionar, pero sí a querer en mayor medida para compensar lo demás.
Y es tarde, o tal vez no... ahora ya son las 3 de la mañana y este mensaje si va por ti, y mientras yo estoy aquí, escribiendo en mi insomnio habitual desde que no estás, tú estás en tu cama durmiendo con otra persona que tal vez esté pensando ya en quién será la siguiente.
Quizás el tiempo nos haga ver que el orgullo o el despecho no acompañan más que la persona a la que quieres.

Las cosas que nunca te dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora