Punto y seguido

60 3 0
                                    

Córdoba. 28 de Febrero, 1:34.
Me da tanta pena todo esto, pensar en lo bien que podría haber acabado y saber que no puedo hacer nada más para remediar que esto se quede aquí.
Me da mucha pena, de verdad, saber que no encontramos ese punto de apoyo el uno en el otro, saber que no somos capaces de contarnos todo por miedo a. Me da mucha pena todo esto, de verdad, y me duele más a mí que a ti.
Son las 1 y 39 de la mañana y me sorprende tu capacidad de dormir mientras yo no paro de pensar en las formas de olvidarte cuando te vayas, y no sea la del piso la única puerta por la que salgas, queriendo o sin querer. Te juro que yo era la última persona que quería irse, que he esquivado la salida todas y cada una de las veces en que me la he cruzado desde que te conocí, que me he quedado sin excusas para salvar esto... No puedo gritarte más en silencio que lo he intentado todo.
Voy a dejar dos mil preguntas en el tintero que hacerte para intentar comprender en qué momento esto no fue un juego para ti, en qué punto caminaste en la misma línea que yo, en qué circunstancia tú y yo llegamos a sentir lo mismo.
Es que no puedo evitar la sensación de sentirme engañada con todo esto, y ojalá no fuera así.
Me vendiste una imagen de ti que ya no veo, que en realidad nunca he visto, que envidio a quién la haya conocido si esa imagen que vendes alguna vez fuiste tú, que no lo dudo, pero conmigo no.

Llevamos mucho tiempo en un continuo punto y seguido, en el que yo sí, pero tu no, yo no, y tú tampoco, yo si, y tú en tu línea, yo no, y tú igual, pero seguimos, paramos, y tras un breve respiro... Vuelta a empezar.

Las cosas que nunca te dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora