Ironías de la vida

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Almería, 3:09 am, ayer en el sofá, hoy desde la cama.

Buenas noches corazón, se está haciendo costumbre esto de no poder dormir por ti, o sin ti, o yo qué coño sé. Quizás sigo despierta por el catarro que tengo de narices, nunca mejor dicho... pero qué bonito queda decir que es por ti.

Hoy ni siquiera iba a escribirte porque para qué, porque ni siquiera te lo mereces y ni siquiera me lo merezco, ya te lo dije ayer, pero quería dejar algunas líneas, al menos para llenar el vacío de este borrador y vaciar un poco del rencor que pienso que te tengo. Sinceramente, todavía sigo esperando a que en cualquier momento alguien toque el telefonillo de mi sexto para decirme que le abra la puerta, que se acaba de hacer (de nuevo) trescientos kilómeros sólo para pedirme perdón y verme sonreir. Joder, mira que yo nunca he sido de cuentos de hadas, pero que bien me los sé montar.

En serio, todavía estoy esperando. Me imagino nerviosa, incluso más que la primera vez que te vi, y tú subiendo en el ascensor con una camisa blanca, un pantalón negro y una rosa (porque vienes a pedirme perdón eh, recuérdalo) con una notita que diga "sí, soy gilipollas". Y no te quejes, podría pedirte un ramo por todas las putadas que me has hecho últimamente. Podría, pero me conformaría con una mientras me la traigas tú.En fin, qué bonito es soñar joder.

Por cierto, hoy he recobrado el contacto con un colega al que hacía tiempo que no llamaba. Le he contado nuestra historia.. me ha dicho que soy idiota y que no te vuelva a hablar y yo, bueno, yo le he respondido que es gracioso que todos coincidiéramos en la misma conclusión y que no me llame idiota, que se guarde los adjetivos caificativos para ti. Lo siento corazón, pero tú te los mereces más que yo. La próxima vez me pensaré más el hacer las cosas por impulsos y por dejarme llevar, que yo no sé vivir como lo haces tú, que a mí las cosas no me salen tan redondas como a ti, porque yo no hubiese actuado así como lo hiciste ante esa situación. Al final va a resultar que yo, que creía que tú eras quien sabía manejar sus impulsos y sentimientos, los voy a controlar mejor. Ironías de la vida.

Buenas noches corazón, te quiero, pero intentaré dejar de hacerlo.

Las cosas que nunca te dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora