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Por más que Sophie no quería apresurar las cosas, ella y Harry estaban según los estándares de cualquiera, enganchados el uno al otro. Después del primer beso en Chocola't de Soph, pasaban juntos todo el tiempo posible. Casi todos los días, después del trabajo, Harry iba a buscar a Sophie a la tienda y la llavaba a su casa. Entonces, disfrutaban las veladas con charlas, caminatas, cenas y risas, lo que fuera que llenara el tiempo.

Durante los primeros meses de su relación, Sophie le dijo a Harry que ambos podían ver a otras personas. Era su forma de asegurarse de que él supiera que había una salida facíl, si llegaba a necesitar una. Aunque ella esperaba que las cosas continuaran bien, en el fondo, Sophie esperaba que tarde o temprano él la dejaría. Cada vez que lo mencionaba, Harry le recordaba que, a menos, que ella tuviera planes de terminar, no iba a deshacerse de él.

En enero, cuatro meses después de conocerse en el hall del Space Needle, Harry llevó a Sophie de viaje para pasar el día en Cannon Beach, un pintoresco pueblo de la costa de Oregon. El clima estaba demasiado fresco como para disfrutar de un baño de mar, pero buscar estrellas de mar en los charcos de agua pedregosos, seguido por una crema de almejas en el restaurante Mo's fue una forma perfecta de pasar un domingo de invierno. Como él lo había intuido, durante las tres horas de viaje en auto hacia su destino, Sophie le preguntó casualmente cuánto tiempo más iba a pasar antes de que encontrara otra mujer bonita que le gustara más que ella.

Él suspiró fuerte. Harry tenía que admitir que el cuestionamiento constante sobre su lealtad le empezaba a cansar.

-Vamos, Soph- dijo-Tenemos que pasar por eso otra vez?

-Yo solo soy práctica- dijo ella con sencillez- Todas las cosas buenas llegan a su fin, no es cierto?

Harry se estiró y le tomó la mano.

-No. Eso es completamente falso. Por qué no puedes aceptar que no quiero a nadie más?

Ella miró un largo rato, luego se encogió de hombros.

-No lo sé.

Él trató de sonreír.

-Bueno, de alguna forma tenemos que solucionarlo. Porque no me iré a ningún lado.

Ella apretó su mano.

-Es que es difícil para mí imaginar que lo que tenemos no va a desvanecerse en el futuro. Es demasiado bueno para ser verdad.

Harry quitó los ojos de las luces trasera del auto que estaba adelante, lo suficiente como para ver que la mirada en su rostro igualaba la tristeza de su voz.

-Tus padres?- aventuró.

Sophie asintió casi imperceptiblemente.

-Entonces piensas que porque perdiste a tus padres todas las relaciones van a terminar del mismo modo?

Ella se encogió de hombros.

-Supongo que sí. Comenzando por sus muertes, las relaciones en mi vida han sido muy... temporales. Además, tuve varias familias adoptivas y todas se fueron al sur. Uno de mis padres adoptivos incluso murió.

Harry se estiró nuevamente y estrechó su pierna.

-Bueno, tú no tienes que preocuparte por ninguna de esas cosas conmigo, Sophie Jones. Yo solo soy el tipo que está enamorándose de ti.

El comentario tomó a Sophie por sorpresa. No solo era la primera vez que él había usado esa palabra, sino que también fue la forma en cómo lo había dicho lo que le hizo prestar atención. No había ningún objetivo oculto en sus palabras. Ni siquiera tuvo la impresión de que él esperara de ella un gesto de reciprocidad, lo cual era bueno, porque no estaba preparada para admitir que lo amaba, aunque su corazón decía que eso era exactamente lo que sentía. Sin decir nada, Sophie desabrochó su cinturón de seguridad para estirarse lo suficiente y besar su mejilla.

-Cuidado-dijo él en broma- Pierdo mis facultades físicas y mentales cuando tus labio estan cerca de mi cara, así que si vas a besarme mientras nos estamos moviendo, por lo menos, mantén abrochado tu cinturón de seguridad.

Sophie le dió un codazo en las costillas, luego tomó su mano en la de ella, entrelazando los dedos. Muchos pensamientos cruzaban su mente. Algunos consistían en las mismas preocupaciones de siempre, pero más que nada ella pensaba en cuánto le importaba el hombre que, recién lo había notado, teníaunas manos que encajaban en las de ella como un guante.

Dulce Mala Fortuna (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora