Dulce Mala Fortuna (Harry Styles)

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-Oh... Dios... mío!- repitió Sophie, más atonita que antes. Entonces comenzó a divagar- Qué? Esto es tremendo! Me conoces lo suficiente? Te conozco lo suficiente? Cómo podríamos...?

Harry atinó a reírse.

-Sé que puede parecer un poco repentino, pero sé que estoy enamorado y sé que tú también lo estás. Por qué esperar?

-Pues, porque... las cosas pueden cambiar.

-Yo también estoy nervioso; el matrimonio es un paso grande. Pero nunca he estado más feliz desde que te conocí y quiero que seas algo más que la mujer con la que estoy saliendo. Realmente quiero que seas mi esposa.

Sophie sostuvo el anillo en alto y lo examinó más de cerca.

-No puedo creer que dejaras esto en la ventana durante cuarenta y cinco minutos.

-Estuvo en mi bolsillo todo el tiempo- explicó él- Lo cambié por el otro mientras leías el tuyo- extendió su brazo y tomó una de las manos de Sophie- Entonces, que dices?

-Estoy pensando- le aseguró ella.

-Pues no pienses-replicó él, sonriendo- Haz lo que te diga tu interior.

Ella se rió con disimulo.

-Mi interior está revuelto. Creo que dice que quiere vomitar. Estás seguro de que debo confiar en el?

-No, mejor no. Elijamos algo más arriba, en tu pecho. Qué dice tu corazón?

En ese momento, Sophie se recostó en la silla y miró hacia afuera las luces del cielo de Seattle. Cuando habló, su voz era firme pero cautelosa.

-Dice... que tipos como tú solo vienen una vez en la vida- su mirada permanecía fija afuera.

-Bueno, ahora por lo menos hemos elegido un órgano confiable. Está diciendo algo más?

Sophie giró la cabeza y lo miró otra vez.

-Sí. Mi corazón todavía quiere asegurarse de que no vas a romperlo.

Incorporándose de su silla, Harry se tomó un momento para observar a Sophie. Ella era la mujer más hermosa que había conocido en toda su vida, por dentro y por fuera. Divertida, inteligente, cariñosa, ocurrente, todo lo que él siempre había querido.

-Soph- le dijo con suavidad- honestamente, te amo más de lo que pensé que podría amar a alguien. No puedo prometerte que no vamos a pasar por cosas difíciles en nuestras vidas. Pero sí puedo jurarte que nunca romperé tu corazón- sonrió- Dile eso a tu corazón a ver qué dice.

Sophie inclinó su cabeza hacia un costado como si estuviera sopesando algo en su mente.

-Dice que sí- murmuró al final.

-Sí qué?

Levantó el paquete de azúcar vacío con la propuesta manuscrita de Harry.

-Solo sí.

Sophie deslizó el anillo en el dedo correspondiente: "Igual que Hary", pensó. "Encaja perdecto".

El 25 de Octubre fue la fecha que Sophie y Harry fijaron para su boda. Les daba siete meses para prepararse, lo cual según Harry era tiempo más que suficiente para planear y hacer todos los arreglos. Sin embargo, Sophie se sentía obligada a apretar su agenda, especialmente por el tiempo que le demandaba dirigir Chocolat' de Soph.

Al final de la primera semana posterior a su compromiso, ella ya había hecho una lista exhaustiva de las cosas que debían hacerse. Cuando se la mostró a Harry la estudió varias veces, sacudiendo la cabeza al leer semejantes nimiedades.

Tanto como fue posible, trataron de resolver la extensa lista de cosas que tenían que hacer juntos, aún así abandonaron algunos puntos de nómina. Por la magnitud del esfuerzo, el tiempo parecío volar y antes de que cualquiera de ellos lo notara, ya estaban en Septiembre, a tan solo cuatro semanas de la gran fecha.

El cumpleaños de Sophie caía el tercer domingo de ese mes. Estava contenta de que fuera un domingo, porque significaba que no tenía que ir a trabajar. Podía relajarse y disfrutar su festejo con Harry.

-Tengo una sorpresa para ti hoy-le anunció durante el almuerzo.

-Pero es tu cumpleaños. Se supone que yo debería dar las sorpresas.

-Pues no es tanto una sorpresa como una tradición de cumpleaños que quiero compartir contigo. Podemos ir a un lugar esta tarde?

Él estuvo de acuerdo, así que a unas horas después, se subieron al auto y Sophie lo guió hasta el cementerio de Evergreen.

-Esta es tu gran sorpresa?

-Tradición- lo corrigió, sonriendo.

Estacionaron el auto y se bajaron en la base de una pequeña colina, y luego caminaron de la mano hasta un gran seto cercano a un viejo cedro.

-Aqui es- dijo Sophie, señalando, una vez que llegaron a la tumba de Thomas y Cecilia Jones.

Harry leyó con cuidado cada palabra grabada en la lápida. Sophie notó que los músculos de su mandíbula se tensaban.

-Murieron en tu cumpleaños-dijo él solemne- No lo sabía.

Sophie se encogió de hombros.

-No es algo de lo que me guste hablar.

-Eso hace que todo sea más trágico.

-Sin duda, hace que mis cumpleaños sean más... significativos, eso es seguro- se calló un instante y miró el rostro de él-Sabes?, no suelo compartir esto con nadie, pero enfrentar el pasado no parece tan sobrecogedor cuando estoy contigo. Te lo agradezco.

Él le apretó la mano con gentileza, pero mantuvo sus ojos en la lápida.

-Sí... seguro.

Sophie no le dio importancia a esa repentina actitudi

instrospectiva.

Cada persona a la que le había contado acerca de la muerte de sus padres había reaccionado de manera extraña cuando se habían enterado de que coincidía con el día de su cumpleaños, así que por qué habría de ser diferente con él? Dándole una oportunidad para reflexionar, ella buscó en su bolso la caja de chocolates. Colocó uno en la tumba; luego recogió la hermosa piedra redonda que descansaba en la esquina izquierda de la lápida y la dejó caer dentro de su cartera.

-Para qué es el chocolate?

-Solo un pequeño recordatorio-respondió.

-De qué?

Sophie retrocedió y lo rodeó con sus brazos.

-Si eres bueno conmigo, tal vez algún día te lo diga.

-Y la piedra? Vas a contarme sobre eso?

Se estiró en puntas de pie y le dio un besito en los labios.

-Sip. Te has ganado al menos eso.- entonces le dio un beso más largo.

Con los ojos cerrados, Sophie no veía que Harry todavía estaba mirando la lápida.

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Holis! Lo siento por no subir pero no tenía escrito el cap completo .-.

Denle a la estrella si les gusto y comenten que les parecio :D

-A