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La noche siguiente, Harry llamó a Sophie después del trabajo y le explicó que necesitaba quedarse en el consultorio un rato más. Debido a una cosa u otra, casi no se vieron durante una semana. Sophie lo extrañaba, pero se recordó a sí misma que pronto verlo todos los días por el resto de su vida. Además, hablaban cada noche por teléfono antes de irse a dormir.

Un sabado, a la noche, Sophie se sintió confundida cuando el teléfono sonó a la una y media de la mañana. Le llevó varios minutos estar lo suficientemente despierta como para reconocer que era el tono propio de la llamada de Harry lo que oía, y no un sueño.

-Harry?

-Tenemos que hablar, Soph-dijo. Su voz sonaba extrañamente distante, y al oirla un escalofrío corrió por la espalda de Sophie.

-Ahora?

-No puede esperar.

-Mmm. Bueno. Estás bien?

Hubo un breve silencio en el teléfono antes de que Harry respondiera:

-Estoy en mi auto, enfrente. Puedes bajar?

El pánico ya se estaba apoderando de Sophie. Ella presentía que lo que Harry quería decirle no era bueno.

-Iré enseguida.- susurró.

Aunque afuera llovía, no pensó en ponerse una bata o zapatos; en el apuro por saber que sucedía, bajó en pijama y salió hacia el auto descalza.

Estaba temblando de frío cuando se deslizó en el asiento delantero, pero forzó una sonrisa optimista.

-Que sorpresa más agradable! Buen día, hermoso.

Las manos de Harry parecían estar clavadas en el volante. Su rostro lucía sin emoción, pero tampoco era la expresión de alguien que estuviera feliz de verla. Cuando él giro la cabeza, la luz de la galería iluminó su cara y ella percibió que había estado llorando.

-Dos horas- dijo paralizado-Es el tiempo que he estado sentado aqui decidiendo qué debería hacer.

-Que demonios esta pasando, Harry?

Él alejó la mirada y susurró:

-Lo siento Soph... se terminó.

Sophie quería vomitar. Se puso una mano en la boca.

-Qué?-logró decir finalmente-Nosotros? Terminamos, así nada mas? Harry, sea lo que sea, estoy segura de que podemos resolverlo.

Mientras ella hablaba, la lluvia y el viento aumentaron, golpeando el auto con fuertes oleadas.

-Lo siento, Sophie-repitió, quitando los ojos del volante para mirarla. Su voz era mucho más amable ahora- Si hubiera alguna manera de evitar esto, lo haría, pero... algunas malas fortunas simplemente no pueden arreglarse.

-Por lo menos, dime por qué- le rogó.

Él negó con la cabeza.

Acaso importa? Se terminó, Soph. Tú me dijiste hace tiempo que las cosas buenas no duran. Tal vez tenías razon.

El impacto de lo que él estaba diciendo, el recuerdo de todo lo que ella había amado había terminado mal, la hizo romper en llanto.

-Me mentiste!-gimió-Dijiste que podía confiar en ti!

-No te preocupes por los arreglos de la boda-se defendió mientras Sophie continuaba sollozando- Me aseguraré de que se notifique a todos.

Ella lo oyó, pero se rehusó a mirarlo o responderle.

Había muchas cosas que él quería decir para reconfortarla, pero sabía que cualquier cosa que agregara, solo provocaría más preguntas, que no estaba dispuesto a contestar.

Dulce Mala Fortuna (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora