.

34 2 1
                                    




-Bueno, tu dijiste que tu papá te llevaba al cementerio a visitar la tumba de mis padres. Qué tan seguido iban?

-Cada año. El día después de mi cumpleaños.

-Ah sí? Cuándo es tu cumpleaños?

-El veinte de septiembre.

Sophie miró a Ellen en el sillón.

-Eso es... el día antes de mi cumpleaños. Así que ustedes iban al cementerio cada año, el veintiuno de septiembre?

Alex se inclinó un poco hacia delante en su silla y asintió.

-En mi cumpleaños siempre teníamos una gran fiesta. Papá decía que yo nací el día más más importante de su vida. Y el día siguiente fue el más importante, solo un "más".

Evalynn sonrió.

-Alguna vez habló del accidente?-preguntó Sophie.

Poco después, Meredith regresó de la cocina con café y una variedad de tés de hierbas. Dispuso todo en una mesita e invitó a todos a servirse.

-Cuál era tu pregunta?-inquirió Alex a Sophie.

-El accidente en el que tu padre y yo estuvimos. Él hablaba mucho de eso? Quizá cuando ustedes iban al cementerio?
Él sacudió la cabeza.

-Nop. Papá solamente dijo que fue un día que nunca olvidaría. En general, nada más íbamos allí para llevar las piedras.

Sophie se incorporó al recordar las hermosas piedras que encontraba anualmente al costado de la tumba de sus padres.

-Las piedras sobre la tumba? Eran tú y tu papá?

-Ajá.

-Es lo que estabas haciendo hace dos semanas?

-Sí. Papá me dijo antes de... irse que sería boniro seguir llevando piedras cada año. Ahora las dejo para Tom y Cecilia, Jacob y Katherine, pero no durante los mismos días-Alex jugueteó con sus anteojos- Hace unos años, nos dimos cuenta de que si íbamos más tarde, encontrábamos un chocolate esperándome allí. Papá decía que era mi premio por llevar piedras.

Ellen paró de revolver su taza de té.

-Quién es Katherine?

Alex no respondió.

-Quizá yo pueda explicar eso-se ofreció Meredith- De hecho, dado que tu familia, como es obvio, fue importante para Jacob, tal vez, una pequeña historia sea apropiada.

Evalynn y Sophie se sirvieron té mientras Meredith hablaba.

-Jacob y Katherine Barnes eran abogados-continuó- socios en una gran firma del centro de la ciudad. Cuando Katherine quedó embarazada, comenzaron a buscar una niñera de tiempo completo-Meredith sonrió y tomó un sorbo de su té- Me eligieron a mí justo una semana antes de que él naciera. Desafortunadamente-miró a Alex, como pidiendo peemiso para continuar- fue un parto difícil. Hubo complicaciones. Ketherine no lo logró.

La habitación estaba en silencio, excepto por el sonido que venía de Alex, quien estaba jugueteando con su oreja una vez más.

-Y tú te quedaste todos estos años?-preguntó Ellen.

Ella asintió.

-La carga del trabajo variaba, dependía de pas necesidades de Alex y de los horarios de Jacob. Pero puesto que siempre fue una gran alegría estar cerca de Alex no podría pensar en un trabajo mejor. Más tarde, me casé y tuve mi propia familia, pero siempre pude lograr un equilibrio entre mi propia vida y las necesidades de los Barnes. Cuando Jacob se enfermó de leucemia, compró la casa de al lado para la familia y yo pudiéramos estar más cerca, en especial, para evitar tener que mudar a Alex a una residencia de asistencia cuando él ya no estuviera. Todavía soy una empleada, ya que recibo mi paga todos los meses de un fideicomiso, pero casi no me siento como tal. Alex es de la familia, y eso nunca cambiará. Mi familia entera lo adora-hizó una pausa y miró a Alex, sonriendo con orgullo- Todos lo adoran.

Dulce Mala Fortuna (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora