Capítulo 12

39 1 1
                                    






Tu persistente melancolía está entrelazada con tu forma de ver la vida.








Durante la semana siguiente, Harry llamaba casi a diario para saber si llegaba más correo. Aunque Sophie no revisaba todos los días la pila de cartas, le prometió que las examinaría con atención durante su viaje del domingo.

-Eh?- preguntó él- Adónde vas?

-No es asusnto tuyo.

-Bueno, con quién te vas?- presionó.

-Con una amistad- respondió ella y lo dejó ahí.

-No es una amistad masculina, verdad?

Sophie se reía por dentro.

-Acaso te importa?

-Pues...no- tartamudeó- Es que... te molesta si pregunto cuál es el propósito del viaje?

-Digamos que voy a conocer a los padres de alguien.

Harry se quedó muy callado.

-Ya veo- dijo por fin- Bueno, entonces, que lo pases bien... supongo- cortó.

El viernes, Sophie dejó la tienda tan pronto como llegó Randy. Con menos vacilación de la que esperaba, fue a una casa de empeño en Tacoma y se deshizo del anillo de compromiso que Harry le había dado. Cuando el trato estuvo concluido, salió del lugar con un fajo de dinero, el cual gastó de inmediato en un Ford Explorer de siete años de antigüedad que compró en una agencia a dos cuadras de allí. No era el coche más lindo, pero el precio estaba bien y se sentía segura al conducirlo.

Sophie sacó muy despacio el Explorer del lote de autos y durante todo el viaje hasta su casa, nunca paso el límite de velocidad. "La seguridad primero", dijo para sí cuando los autos más rápidos le tocaban la bocina.

El sábado después del trabajo, se entretuvo varias horas conduciendo por ahí, solo para sentirse cómoda detrás del volante. Cuando más conducía, mejor se sentía, pero siempre mantenía la velocidad en el tope mínimo.

-Conduces como una anciana- comentó Evalynn a la mañana siguiente, después de que Sophie le pasó a buscar para ir a Millwood.

-Pues, ese es un comentario sexista- observó Sophie.

-Y contra los viejos también. Es la verdad. Si no aceleras un poco, no llegaremos a nuestro destino hasta la próxima semana.

Con los nudillos en blanco, Sophie se aferró al volante y apretó más el acelerador, pero no alcanzó al trafico.

Después de una hora en la ruta, Evalynn le pidió a Sophie que tomará la siguiente salida para que pudieran cambiar de lugar en el auto. Sophie le hizo caso con mucho gusto y se sintió aliviada de quedar a cargo de abrir las respuestas desde la seguridad del asiento del pasajero.
A mitad de camino, el celular de Sophie comenzó a sonar. Lo levantó y se encontró con la imagen de Harry mirándola. Respondió.

-Hola?

-Hola, Soph! Habla Harry.

- Qué quieres?- sonaba completamente desinteresada.

Dulce Mala Fortuna (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora