-Entonces, te diré Sophie. Cuántos años tienes, Sophie?
-Ocho. No, nueve.
-¡Guau! – Replico la oficial suavemente- esa es una buena edad. Recuerdo cuando tenía nueve. Cuando fue tu cumpleaños?
Una lágrima gigante se formó en un ojo de Sophie y cayó sobre su mejilla.
-Ho-ho-hoy – contesto, mientras se ahogaba al hablar.
-Ah, ya veo – dijo Ellen con voz suave- Estabas celebrando tu cumpleaños esta noche?
Asintió con la cabeza.
-Sophie, estabas en uno de estos autos?
Asintió con otro movimiento de cabeza.
A Jacob se le hizo un nudo en la garganta mientras continuaba escuchando. Apenas percibía al paramédico que lo estaba atendiendo rápidamente, quien envolvía su extremidad herida con un vendaje de gasa.
-Puedes decirme en cuál? – pregunto Ellen con paciencia y levanto la mirada una vez más para revisar los restos del choque. Un Datsun azul se encontraba de costado a cincuenta pasos, justo enfrente de una camioneta último modelo que tenía daños en la parte de adelante. Ninguno de los dos seria conducido nuevamente, pero los pasajeros, al menos, habían salido caminando. Los otros cuatro autos involucrados en el accidente (un Volvo, una pequeña camioneta, un Mercedes y un camión de reparto de UPS) se encontraban desparramados en los cuatro carriles de la carretera. La camioneta había recibido un impacto del lado del pasajero y, al golpear el Datsun, se había dado vuelta completamente. El Volvo había sufrido el mayor daño, porque fue golpeado de frente por el camión UPS. Sophie observo como los bomberos usaban una maquina hidráulica para quitar la puerta del Volvo y sacar así el cuerpo sin vida de una víctima atrapada adentro. En el suelo, cerca de la parte de atrás del mismo coche, los equipos colocaban con cuidado una sábana azul sobre otra desafortunada victima que habían sacado de su interior. Veinte metros más lejos, un equipo trabajaba febrilmente sobre el cuerpo doblado y quebrado del conductor del camión de UPS.
-Puedes decirme en que auto estabas, cielo? – pregunto Ellen. La niña la miro con tristeza. Levanto la mano y señalo el Volvo.
-Allí. Esa es mi mami – susurro mientras dos bomberos levantaban cuidadosamente el cuerpo sin vida de una mujer delgada de unos treinta años, del lado del asiento del pasajero y, donde momentos antes, había estado la abollada puerta de adelante.
La oficial Ellen Monroe quería llorar, pero sabía que no ayudaría. Lo que hizo fue tomar a Sophie en sus brazos y colocar la cabeza de la niña contra su hombro, a fin de llevarla hasta el extremo más alejado de la fila de ambulancias, desde donde la vista del accidente estaba bloqueada.
-Parece que tienes mucho trabajo entre manos – dijo otro oficial mientras las dos se acercaban- Puedo ayudar en algo?
Ellen hizo una mueca.
-Podrías hacer una llamada a doble “s”? Tengo la sensación de que vamos a necesitarlos.
-Doble “s”?
Ellen no quería decir las palabras “servicios sociales” frente a la niña. Le lanzo al hombre una mirada que decía: “¡usa tu cerebro, idiota!”.
-Ah – comprendió por fin- Por supuesto. Doble “s”. Los tendré al habla enseguida.
Ellen bajo a Sophie suavemente en la parte de atrás de una ambulancia y busco una manta con la cual envolverla.
-Vas a superar esto, pequeña. Lo sabes, no?
Sophie apenas esbozo una sonrisa.
-Pues lo harás. Hay muchas personas que están aquí para ayudarte- Ellen cambio de tema, con la esperanza de que la niña no se encerrara en si misma- Antes, cuando acababa de llegar, me pareció oír a ese hombre decir algo sobre un chocolate. Te gusta el chocolate? Porque resulta que tengo un Kiss justo aquí, en mi chaleco. Lo quieres?- busco en su bolsillo y saco un Hershe´s Kiss. Los ojos de Sophie respondieron al dulce con interés- Es todo tuyo.
Se lo metió a la boca, entonces se relajó notablemente.
“Siempre funciona”, pensó Ellen.
-Así que dime Sophie, que estaba haciendo esta hermosa pequeña de nueve años para festejar su cumpleaños? Tienes puesto un conjunto tan bonito. Fuiste a cenar afuera?
-Ajá.
-Qué bueno. Adonde fuiste? Apuesto a que algún lugar divertido.
-Un lugar japonés. Solo vamos allí en ocasiones especiales- Sophie bajo la mirada hacia su mano y luego apretó los dedos con fuerza.
-Tienes algo allí que desees mostrarme? – Ellen hizo un movimiento hacia el puño cerrado de Sophie.

ESTÁS LEYENDO
Dulce Mala Fortuna (Harry Styles)
FanfictionExiste el amor verdadero? Podemos alcanzar la felicidad? Sophie y Harry se reencuentran para cambiar su suerte.