.

147 7 0
                                    

Sophie se enderezó apenas en su asiento, su mente se remontó por un instante a su antiguo prometido. Hizo una pausa para comparar a los dos. Ahora que estaba sentado junto a ella era, lo consideraba, agradable a la vista. Alto. Buen mozo. Seguro de sí mismo. Pero a pesar de todo no era Harry.

-Como quieras – consintió-. Yo solo tengo una parada más.

El hombre continuó sonriendo.

-Bueno en ese caso, quizá puedas ayudarme. Soy nuevo aquí. Acabo de mudarme de Oregon el fin de semana y estoy tratando de comprender el sistema de transporte. A cuántas paradas estamos del centro de Seattle?

-A muchas – le respondió – Allí donde te subiste, deberías haber esperado el siguiente autobús.

-Ya veo – asintió socarronamente -. Entonces, estoy perdido.

-Me temo que sí –

No dejó que eso lo desconcertara.

-En ese caso, me alegra haber caminado hasta el asiento de atrás. No importa que este perdido y que probablemente, llegue tarde a mi primer día de trabajo. Por lo menos, pude conocerte.

Ahora era el turno de Sophie para las miradas burlonas.

-Espera un minuto. Esta es tu costumbre: tomar el autobús con un mapa y fingir que eres nuevo en la ciudad para ligar con mujeres desprevenidas?

-Si lo es, funciona? – sonrió.

-¡Por supuesto que no! – contestó Sophie, bastante consternada.

-Estoy bromeando – dijo él y sonrió entre dientes -. En realidad, no soy para nada del tipo que liga con mujeres desconocidas – se detuvo -. Entiendes lo que quiero decir?

Sophie no respondió. “De qué serviría?”, se preguntó. “Él puede coquetear todo lo que quiera y no habrá ninguna diferencia. He acabado con los hombres”. Otra imagen de Harry se le apareció.

Mientras tomaba el paraguas del costado de su asiento, Sophie dijo:

-Bienvenido al estado de Washington. Estoy llegando a mi parada, así que si no te molesta, me gustaría pasar – se volvió hacia Evalynn – Lista?

Evalynn asintió, y ambas se pusieron de pie.

El hombre dejo que Sophie pasara por delante de él.

-Oye – preguntó – Puedes decirme, al menos, cómo llegar a Seattle?

-Hay muchas mujeres en el autobús. Estoy segura de que una de ellas te ayudará.

Él no dijo nada más.

Tan pronto como estuvieron en la acera y lejos del autobús, Evalynn le dio otro codazo a Sophie.

-Estás loca? ¡El tipo era adorable!

Sophie sacudió la cabeza.

-Te lo he dicho antes, estoy perfectamente feliz sin un hombre en mi vida.

-Como si pudieras engañarme…. – murmuró Evalynn entre dientes.

Y continuaron charlando mientras caminaban las cuadras restantes hasta la tienda de Sophie, si bien Evalynn llevaba la mayor parte de la conversación. Sophie mantenía un oído atento mientras se movía, con su paraguas apoyado en su hombro, pero su mente se encontraba perdida entre recuerdos de cumpleaños pasados. Al frente de sus pensamientos, estaba el cumpleaños más importante de todos, exactamente quince años atrás, que había sido la fecha en que cambio el curso de todos y cada uno de los días que le siguieron.

En la mente de Sophie, sería recordado por siempre como el día en que su vida se hizo añicos.

Dulce Mala Fortuna (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora