Sophie se relajó y sintió, de repente, que tenía un aliado. Permitió que volviera su sonrisa calma.
-No pensemos tanto en el pasado. Debe de haber mejores cosas para conversar, no?
- Seguro - dijo asintiendo con la cabeza.
Poco después, apareció Andre con el primer plato de comida, sopa de tomate. Mientras comían, Harry se enteró de toda la información típica de una primera cita sobre la hermosa mujer que estaba sentada frente a él. Por ejemplo: a qué escuela había ido, qué había estudiado en la universidad y a qué se dedicaba.
-Maestra chocolatera? - le preguntó cuando ella le contó acerca de su tienda- Puedo decir con toda honestidad que nunca antes había conocido a una maestra chocolatera.
-Me gustaría poder decir que nunca antes en mi vida había conocido a un doctor - bromeó ella - Pero ¿un podólogo? En realidad, cuántos problemas puede haber en los pies como para que necesitemos especialistas?
Él se río entre dientes ante su sarcasmo.
-Solo espera a que tus arcos se venzan y vamos a ver entonces si no vas corriendo hasta el podólogo más cercano.
Mientras Andre retiraba algunos platos, Harry aprovechó un momento para mirar su reloj. Según sus cálculos, la cita estaba por la mitad y, de pronto, se sintío decepcionado al pensar que esta noche con Sophie llegaría a su fin.
-Me prestas tu boligrafo?- le pidió a Sophie.
Ella se lo alcanzó. Él tomó otro paquete de azucar y escribió unas pocas palabras en la parte de arriba.
-Vuelvo enseguida- dijo, se puso de pie, caminó unos pasos alrededor del restaurante y colocó el azucar en el borde de la ventana, junto a una mesa vacía.
-Que hiciste?- le preguntó ella cuando él volvio.
-Un souvenir más-respondió- Quiero asegurarme de que vuelva a nosotros antes de que nos vayamos, así que le di ventaja.
Ella le lanzo otra mirada con extrañesa, pero más que nada estaba mirando la forma en que sus hoyuelos bailaban cuando sonreía.
-Ya veo.
Mientras comían el plato principal, el edulcorante de Sophie estuvo otra vez a la vista, y unos minutos más tarde se encontraba a su alcance, junto a la mesa.
-Tres nombres- dijo ella con orgullo después de recogerlo- Dos de Spokane, uno de Portland-lo volteó- Ah, y un mensaje en la parte de atrás! "¡La sacarina provoca cáncer!"
Ambos se rieron fuerte.
-No estoy seguro de que eso haya sido comprobado-dijo Harry en broma- pero de todas maneras es interesante.
No pasó mucho tiempo antes de que llegara el primer paquete de azucar de Harry. Dejó que Sophie hiciera los honores.
-Demonios-dijo ella, fingiendo estar molesta- Obtuviste más firmas que yo. Dos de Spokane otra vez, los mismos que yo. Uno de Seattle y tres de California.
-Pero no hay mensajes?
Sophie lo volteó y estalló en carcajadas.
-Que? No me digas que alguien piensa que el azucar es cancerígeno.
-De verdad quieres oirlo?-dijo ella.
-Por supuesto. Me gusta reírme.
-Muy bien. Dice "Ey rubia, deja al ñoño. Tenemos un asiento extra en nuestra mesa". Firmado: Rodney y amigos.
Sophie comenzó a reírse fuerte otra vez, al tiempo que pasaba el paquetito al otro lado de la mesa. Entonces, miró por detrás de Harry y saludó con cortesía.

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Dulce Mala Fortuna (Harry Styles)
FanfictionExiste el amor verdadero? Podemos alcanzar la felicidad? Sophie y Harry se reencuentran para cambiar su suerte.