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Cuando el auto de Harry finalmente se detuvo, lo único en su mente era Sophie. El coche de ella estaba a treinta metros de distancia, rozaba el puente, metido en un ángulo de noventa grados entre otro coche y el guardarraíl. Él abrió la puerta con rapidez, corrió hacia la orilla y se apresuró por la autopista hacia ella.

La puerta del lado del pasajero estaba sin traba cuando llegó. La abrió de un tirón y encontró a Sophie doblada detrás de la bolsa de aire desinflada del volante, con la cabeza enterrada entre sus manos.

Harry exhaló, aliviado al ver que no estaba seriamente herida, por lo menos en apariencia.

-Sophie, estás bien?

Ella mantuvo su cara cubierta, ocultando las lágrimas.

Sin saber que otra cosa hacer, Harry extendió una mano y la puso sobre su espalda. Ella se estremecio, luego bajó las manos de su rostro y se enderezó, se secó la nariz con el dorso de su mano.

-Estoy bien- dijo por fin.

-Estás segura?

Ella asintió Harry giró para mirar a través de la ventanilla trasera.

-Oye, debería ir y asegurarme de que todos los demás estén bien. Vas a estar bien aquí por un rato?

-Voy contigo. Necesito... ver lo que hice.

Harry la ayudó a salir del auto y juntos fueron auto por auto para verificar si había heridos. La mayoría de la gente estaba afuera de la orilla, hablando tratando de averiguar qué había pasado. Un hombre se quejaba de pequeños dolores de espalda, pero los demás parecían estar bien. Solo cuando se aseguraron de que nadie necesitaba atención médica inmediata, Harry y Sophie volvieron al Explorer para protegerse de la lluvia.

-Bueno, por lo menos todos están bien- aventuró Harry una vez que estuvieron de nuevo adentro.

Sophie miró por la ventanilla hacia el Narrows. Ni siquiera se dio cuenta de que Harry le hablaba.

-Soph? Estás bien?- la tocó con cuidado.

Cuando Sophie estuvo lista para hablar, las palabras salieron en un lloriqueo.

-Deberías... habérmelo... dicho.

-Decirte qué?- Harry retiró su mano.

Sophie había llegado al límite de su capacidad emocional. Durante un año entero su desdicha había sido no saber por qué Harry la había abandonado. Y durante diecinueve años antes de esto, había tenido dificultades por la perdida de su familia. Y ahora se enteraba de que las dos tragedias más grandes de su vida estaban inexorablemente conectadas?

Todo eso agregado al estrés inmediato por el accidente que acababa de causar... fue demasiado. Los sentimientos de Sophie hicieron erupción.

-Deberías habermelo dicho!- repitió, esta vez gritando las palabras.

Por la mirada en el rostro de él, eso no era lo que esperaba que ella dijera tras el choque múltiple. Tomó la mano de Sophie, entrelazó de manera cariñosa los dedos de ella con los de él.

Las sirenas ya estaban empezando a sonar en el fondo, pero Harry las ignoró, apretando la mano de ella con ternura.

-Hablame Sophie. Qué es lo que sabía que debería de haber dicho?

Con la mirada amenazante, Sophie dejó escapar una risita.

-Ah... no sé!- sarcástica- Quizá hiciste bien en no mencionarlo- las lagrimas comenzaron a rodar una vez más y, mientras caían en cascada por su cara, sus emociones alcanzaron otro punto culminante- O quizá- vocifero, elevando de pronto su voz-, no sabías cómo decir que estabas completamente asqueado porque mi familia mató a tu padre!

Dulce Mala Fortuna (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora