Dulce Mala Fortuna (Harry Styles)

Capítulo 7

Cuando te ofrezcan el sueño de tu vida, ¡DI "NO"! Recuerda, es solo un sueño.

Para Sophie, el viaje a Cannon Beach con Harry y, en particular, su inesperada declaración de amor, fue un momento crucial. Aceptó que su relación teníauna posibilidad de resistir la cruel prueba del tiempo. Después de eso, hasta se encontró lanzándole indirectas acerca de que ella sentía lo mismo.

El día de San Valentín era el más ocupado del año en Chocolat' de Soph, y tenía que trabajar todo el día, incluso después de que llegara Randy. Ambos debían seguir el ritmo de las oleadas de clientes que buscaban a último momento dulces para compartir con sus enamorados.

La tarde siguiente, Harry sorprendió a Sophie con una cita, que hizo mucho más que compensar la falta de romanticismo del día anterior. Después de pasar a buscarla a las cinco y media, condujo hacia el norte hasta una pista de aterrizaje privada, cerca del aeropuerto de Sea-Tac, donde abordaron un pequeño avión que él había contratado. El piloto sobrevoló un rato los alrededores de Seattle, luego viró al oeste y aterrizó treinta minutos después en una pista estrecha, en una remota sección de las colinas al norte del monte Rainier.

Cuando Sophie preguntó por qué estaban descendiendo, Harry sonrió.

-No tienes hambre?

-La pista- Sophie se dio cuenta- estaba ocupada en parte por un restaurante. Décadas atrás, el sitio había sido la cabaña de un viejo leñador. Pero cuando la compañía maderera quebró, un grupo de empresarios vieron la propiedad y la convirtieron en un restaurante gourmet, estilo cazador, que abastecía casi exclusivamente a los entusiastas de las avionetas. A los diez años desde su apertura, el establecimiento se había convertido en un lugar de moda habitual para los clubes de vuelo de toda la costa noroeste del Pacífico.

El piloto leía una revista en el vestíbulo del restaurante, mientras Sophie y Harry cenaban.

-Debe ser una broma!- dijo Sophie al ver los precios del menú- Representa el valor de una semana de alimentos para una sola comida.

-Estoy tratando de no mirar la columna de la derecha- la reprendió- Supongo que la gente que puede pagar su propío avión no se inmuta ante el costo.

-O eso o saben que el historial de seguridad en aviones pequeños justifica una comida cara, ya que bien podría ser la última.

Harry se rió.

-Me haces reír, Soph. Creo que es lo que más amo de ti.

El momento pudo haber parecido un poco raro, pero sin siquiera pensarlo, Sophie dejó escapar:

-Yo también te amo.

Ambos se quedaron sentados en silencio asombrados por lo que acababan de decir.

-Wow!- logró pronunciar Harry- Lo dijiste en serio?

Tan sorprendida como él, dijo:

-Supongo que sí- hizo una pausa, mordiéndose nerviosa el labio inferior- Esta... bien?

Él sonrió con calidez y estiró su mano para tomar la de ella.

-Esta perfecto.

Sophie le devolvió la sonrisa. Por la forma en que Harry la estaba mirando, Sophie experimentó una extraña sensación de vulnerabilidad, equilibrada por una aún más extraña sensación de seguridad y confianza en que él no la lastimaría. "Así es como se supone debe de sentirse", se dijo.