CAPÍTULO 23

36 7 0
                                    

~ ERES MUY JOVEN PARA... ~

Es sábado por la mañana, cuando abro los ojos lo primero que veo es el cabello rubio de Draco, por lo general es él el que me abraza, no puedo evitar sonreír cuando lo veo profundamente dormido, anoche después de la fiesta y de nuestro beso corrimos hasta mi habitación, no hicimos nada solo nos recostamos y nos mirábamos, yo le hacía cariño en su oreja y él tenía su mano en mi cintura, por un momento olvidé todo lo que pasó entre nosotros, era como empezar de cero. Aún estamos con la ropa de la fiesta puesta, decido ir a ducharme e hacer el menor ruido posible para no despertarlo.
Cuando salgo del baño ya tengo ropa puesta, él está mirando por la ventana, es la hora en la que Eldrax estira las alas, se que el ama verlo volar.
— Buenos días — me acerco a él y pongo una mano en su hombro.
— Buenos días princesa — hace muchísimo tiempo no me llamaba así, había olvidado esa sensación que me daba cuando me lo decía.
— ¿Qué pasará ahora? — se que yo debería saber pero ahora estoy más confundida que antes.
— T/n yo de verdad quiero que me perdones, haré lo imposible, yo te amo, te amo como nunca ame a nadie, y quiero recuperar la confianza que teníamos y también-
Lo detengo con un beso fugaz.
— ¿Y eso? — sonríe.
— Te perdono Draco, pero cualquier cosa que pase ya sea mínima esto se acaba, yo te amo pero no quiero sufrir más — contesto.
— ¿Y qué pasará con Diggory? — sabía que preguntaría por él.
— Ahora iré a hablar con él — salgo de la habitación y me dirijo hacia la Hufflepuff.

Mientras me dirijo a la habitación de Cedric no puedo parar de pensar, siento que le romperé el corazón, yo lo quiero mucho, pero amo a Draco y creo que el amor que sentimos es más fuerte que un te quiero a Cedric. Entro en su habitación sin llamar antes a la puerta y lo que me encuentro dentro me deja boquiabierta.
— ¿Cedric? ¿Esto es una broma? — ni siquiera me molesto en gritar.
Cedric está cogiendo con la perra de Cho, cuando me ven parada en la puerta se separan enseguida, Cho se tapa con las sábanas.
— No espera T/n, por favor escuchame-
— No Cedric no tengo nada que escuchar, ya vi suficiente — me doy vuelta pero antes de irme me vuelvo nuevamente hacia él. — Por cierto, venía aquí para terminar contigo, gracias por este mes y creo que deberíamos conversar algún día de... esto... pero tranquilo pueden seguir en lo que estaban — ahora si salgo de la habitación dando un portazo.
Que mierda tienen los hombres aquí, están tan desesperados por coger, admito que yo igual engañe a Cedric pero era para olvidar a Draco, claramente no funcionó, creo que por esa misma razón no me dolió tanto que me estuviera engañando, me lo hubiera dicho antes y podría haber cogido tranquila con Harry, al final no nuestro era una relación abierta, cogíamos con quien queríamos pero entre nosotros igual habían sentimientos.
Cuando entro a Gryffindor veo a Harry sentado en el sillón junto a la chimenea, por un momento olvide que también tenía que decirle que ya no podíamos seguir cogiendo, menos mal no me estoy quejando de que Cedric me engañara, soy igual de perra que otras, pero por lo menos soy más fina y recatada e intento que mis cogidas no salgan a la luz, no me interesa que los demás sepan con quien me e encamado.
— Hola Harry — le sonrió.
— Qué tal T/n, ¿Cómo te sientes hoy? — se corre un poco para que pueda sentarme a su lado.
— Un poco mejor, aún tengo un poco de mareos pero nada grave. Harry tengo que hablar contigo — sé que lo que le diré no le gustará para nada. — Yo decidí perdonar a Malfoy.
— Es broma ¿Cierto? — pone una cara de desagrado.
— No Harry, anoche después de irme de la fiesta Draco corrió a buscarme, dijo que me amaba y que haría lo que fuera por ganarse mi confianza de nuevo y yo... yo le creo Harry, se que dirás que estoy loca y que me hará daño otra vez pero de verdad siento que es sincero — intento encontrar su mirada pero él baja la cabeza.
— Mmm... no lo sé T/n creo que conozco a Malfoy lo suficiente y me deje engañar cuando estuvo contigo y los chicos igual, pensamos que realmente había cambiado pero después te hizo eso y retrocedió todo lo que había avanzado — se apoya en el respaldo del sillón.
— Creo que... todos nos merecemos una segunda oportunidad, hasta Draco se la merece, después de todo somos personas, las personas cometen errores, o me vas a decir que lo que hacíamos nosotros no era malo — le doy un toponcito con el hombro.
— Bueno creo que tienes razón — pone una mano en mi pierna. — Osea que nosotros ya no... ya no podremos... ya sabes.
— Creo que no Harry, lo siento.
— Descuida, ya quite todas las ganas de hacerte lo que yo quisiera — bromea.
— Ja, ja que gracioso Potter — nos reímos.
— Nunca olvides que para lo que sea aquí estaré T/n, al fin y al cabo nacimos juntos y casi a la misma vez, si no hubiéramos cogido diría que somos como hermanos pero sonaría un poco raro — suelto una carcajada y luego le sonrió.
— Gracias Harry, te quiero mucho — lo abrazo.
Esto salió mejor de lo que esperaba, Harry es buena persona y siempre me entiende, aparte es muy bueno escuchando, se que aunque me quiera tirar de un risco el me apoyara hasta el final y si me lastimo el estará ahí para ayudar a sanar mis heridas.
— Antes de que te vayas mira lo que mandó la señora Weasley, panecillos de los que te gustaron cuando fuimos a su casa, sabía que Ron se los comería todos así que decidí guardarte unos, se que los amas — sonríe mientras me pasa la cesta con ellos.
Amo los panecillos que hace la señora Weasley pero cuando Harry me los enseña siento como todo mi estómago se revuelve.
— Harry lo siento — pongo mi mano en mi boca para frenar el vómito y corro a mi habitación, en el camino me topo con Hermione que al verme pasar corriendo sale detrás de mí, entro de golpe a mi cuero y asisto a Draco, me dirijo directamente al baño, por los grito puedo notar que Hermione ya vio a Draco en mi habitación, menos mal está con ropa.
Cuando terminó me lavo las manos y me enjuago la boca, odio esto, no se que me pasa, nunca me había pasado algo igual, apenas vi los panecillos me dirían náuseas, salgo del baño y veo a Hermione discutiendo con Draco, ellos paran cuando me ven salir, es como si hubieran visto a un fantasma por primera vez.
— ¿T/n qué te pasó? Estás pálida — Her se acerca a mi. — Tu, ¿Qué le hiciste Malfoy? — Her fulmina con la mirada a Draco.
— No me hizo nada Her, solo me dieron náuseas otra vez — contesto mientras ella me lleva a sentarme a la cama. — Draco creo que será mejor que te vayas, necesito hablar con Hermione.
— Está bien.
Él sale de la habitación y me quedo sola con Her la cual se levanta de mi lado y se para frente a mí con los brazos cruzados y moviendo un pie. Le expliqué todo lo que pasó a Her, desde lo de anoche con Draco hasta lo que vi en la habitación de Cedric, ella me regaño pero al final me entendió, amo ser su amiga, es directa para decir más cosas pero siempre te entenderá aunque seas un desastre.
— Ahora con respecto a tus náuseas, T/n creo que deberías ir a enfermería, no es normal que vomites con todo lo que veas — se pone frente a mi y me extiende una mano para acompañarla.
— Her no, estás siendo muy exagerada, solo me cayo mal algo, ya estaré bien — me recuesto en mi cama pero apenas lo hago me mareo otra vez.
Me levanto de golpe y corro al baño, me siento en el suelo y me tomo la cabeza, Her se queda en la entrada del baño mirándome, sabe que ella tiene razón, pero yo no tengo ni unas ganas de pasar otra noche en enfermería después de la última vez. De pronto recuerdo en qué fecha estamos, me incorporo y corro a mi armario para buscar una libreta donde llevo anotado las fechas de mi periodo.
— ¿Que pasa ahora T/n? — Her me mira como si estuviera loca.
No le contesto y sigo buscando, cuando la encuentro me siento en la cama y comienzo a buscar la última fecha anotada... fue hace más de un mes.
— Mierda — musito.
— ¿Que? ¿Qué pasa? — se sienta a mi lado.
Levanto la mirada para verla a la cara y noto su expresión de confusión.
— Tengo un retraso de más de un mes — suelto de golpe.
— No creerás que...
— No lo se.
No puedo creer esto, no puedo estar embarazada, es imposible, no me puede estar pasando esto a mi, no ahora.
— Pero tú tomabas pastillas T/n — añade.
— Cuando termine con Draco deje de tomarlas Hermione, se me olvidó retomarlas — me quedo un momento mirando a la nada. — ¿Cómo puedo saber si lo estoy o no? — pregunto con la esperanza de que Her tenga una respuesta.
— La profesora Sybill Patricia Trelawney podría ayudarnos.
Prácticamente corrimos a su despacho, sentía como los nervios iban consumiéndome poco a poco, cuando por fin llegamos Hermione toca la puerta y ella grita que pasemos del otro lado de esta, cuando pongo un pie en su oficina ella se levanta de inmediato, se acerca a mi y me toma de las manos.
— Mi niña, eres muy joven, apenas tienes dieciséis años, ¿Estás segura de que quieres tener al bebé?
Es lo último que escuchó antes de desmayarme.

UNA HISTORIA DIFERENTE (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora