CAPÍTULO 20

43 6 0
                                    

~ DOS SON MEJOR QUE UNO PARA OLVIDAR ~

Nos saltamos el resto de clases del día, estuvimos toda la tarde acostados con Cedric pero yo ya había quedado con los chicos para ir con Hagrid, él me convenció para acompañarme hasta la sala común de Gryffindor. Vamos por los pasillos y él me toma de la mano mientras vamos caminando, hace que todos posen sus miradas en nosotros, solo espero no encontrarnos con Draco.
— ¡T/n!
Yo siempre atrayendo lo que no quiero que pase, me giro y veo a Draco aproximándose a nosotros con furia.
— ¿Qué quieres ahora Malfoy?, no ves que estábamos tranquilos sin ti — Ced no le tiene miedo pero si lo sigue provocando Draco le dará una buena golpiza, se como es él.
— T/n necesito hablar contigo por favor — me toma del brazo y me hala hacia el.
— Hey imbécil ella no quiere hablar contigo, no quiere saber nada de ti — lo enfrenta Cedric.
— Tu no te metas donde no te llaman Diggory — Draco choca su pecho para intimidar.
Esta pesadilla no acabará nunca, no se que hacer, si hablo con Draco se que lo perdonaré aunque no quiera, pero decirle que ahora estoy con Cedric no es la mejor opción de todas.
— Esto sí me incumbe ya que ahora T/n está conmigo — replica.
Antes de que yo pudiera decidir qué hacer Cedric se adelantó y le dijo la verdad a Draco.
— ¿Que? — la cara de Draco cambia de inmediato a una de angustia, me ve a los ojos con confusión y hace que se me pare el corazón por un momento.
— Como escuchaste Malfoy, ahora T/n es MI novia — Cedric recalca la palabra "mi" y hace que Draco se vuelva hacia él con furia pero yo me pongo delante de él para que no haga nada.
— Como mierda estás con este imbécil, T/n por favor déjame hablar contigo — me toma de las manos.
— No Draco — apartó las manos de golpe. — Tu la cagaste, tu cogiste con otra en frente mío Malfoy, tú comenzaste ese jueguito besando a otra, no puedes ser tan descarado, no quiero tener ningún tipo de relación contigo, ahora estoy con Cedric y hasta el momento el me ha hecho sentir que si lo valgo — mis ojos se cristalizan pero no dejo de mirarlo a los ojos.
No es necesario que Draco llore para saber qué está triste, creo que estos meses junto a él me ayudo a conocerlo mejor y por su mirada se que acabo de romperle el corazón. Él se da media vuelta y se va a toda marcha lejos de nosotros, Cedric me toma de la mano y seguimos nuestro camino hasta Gryffindor.
Cuando llegamos están todos esperándome, Cedric se despide de un beso largo mientras me toma por la cintura, cuando me giro a ver a los demás están todos con la boca abierta, yo solo sonrío y voy a cambiarme.
Los chicos me interrogaron todo camino hasta la casa de Hagrid, les conté todo y me apoyaron, dijeron que Draco no me merecía, que tenía que olvidarme de él, al final sí resultó ser un imbécil malcriado. Hagrid nos sirve una taza de té a cada uno, no deja de hablar sobre Eldrax y lo mucho que ha crecido, está tan grande que cada vez que se mueve choca con algo.
— T/n creo que ya es momento de sacar a Eldrax fuera del castillo, míralo está casi de mi porte, podría devorar a Fang de un solo mordisco — añade Hagrid mientras apunta a su gran perro que está escondido debajo de la mesa.
— No quiero dejarlo, me he acostumbrado mucho con él, no tenerlo en mi habitación sería como si faltara una parte de mi — bajo la mirada.
— Si Hagrid nosotros igual nos acostumbramos a él será muy raro ya no verlo — contesta Harry.
— Mmm... se me ocurre una idea pero tengo que consultarlo con Dumbledore primero, si me va bien les contaré — Hagrid se levanta y se sienta en su sillón.

Estuvimos varias horas con Hagrid, conversamos sobre muchas cosas y nos reímos mucho, me sirvió mucho ese rato para despejar mi mente y olvidarme de Draco por un momento, pero ahora que estoy sola en mi habitación los pensamientos no se van de mi cabeza, decido levantarme para tomar una ducha fría y así poder descansar. Cuando termino de ducharme envuelvo mi cuerpo con una toalla, no se porque aún no me visto, me doy vueltas y vueltas por la habitación, me paro un momento para ver a Eldrax, Hagrid tiene razón, ya no puede estar aquí, es más grande que yo, ya ni siquiera cabe bien por la puerta, es increíble como pasó el tiempo, un golpe en la puerta hace que salga de mis pensamientos. Apenas abro la puerta Harry entra en mi habitación.
— Puedes creer que Malfoy ha venido hasta aquí y ha intentado sobornarme para que lo deje entrar para que pueda hablar contigo, es un imbécil, sino fuera porque me pediste que no le hiciera nada le habría dado una buena golpiza a ese hijo de-
— ¡Harry! — lo interrumpo para que se dé cuenta que ni siquiera estoy vestida.
— ¡Mierda! — réplica mientras se da vuelta.
— Tranquilo — río. — por lo menos estoy con una toalla puesta, deja ir a cambiarme y me cuentas.
Me pongo una polera holgada y unos shorts rojos, salgo del baño y veo que Harry me observa de pies a cabeza, sus ojos color esmeralda recorren todo mi cuerpo y es como si me desnudara con la mirada.
— Bueno... cuéntame qué pasó — digo sentándome a su lado a los pies de la cama.
— El imbécil de Malfoy intentó sobornarme para que lo dejara entrar, dijo que si lo dejaba pasar me iba a dar dinero, te juro que no le un buen golpe solo porque-
— Harry tranquilo, solo ignoralo... gracias por no dejarlo pasar — sonrió.
— Obvio no iba a dejarlo, lo que te hizo es imperdonable — pone su mano en mi pierna. — Así que... tú y Diggory.
— Si, bueno fue todo muy rápido y los encuentros con Draco no ayudaron mucho — suelto una carcajada.
Queda un silencio incómodo por un momento pero de pronto Harry se arregla el cuello de su camisa para tapar algo.
— ¿Que escondes Potter? — lo fulminó con la mirada de una forma juguetona.
— Nada — se ruboriza.
— Mmm...
Antes de que se dé cuenta me lanzo encima de él y le corro la camisa para ver qué esconde, está lleno de chupetones.
— Vaya, Harry Potter no era tan callado como creíamos — lo molesto. — Se puede saber quien es la elegida.
— No es la elegida, solo fue algo de una vez — pasa la mano por su melena perfectamente despeinada.
— Bueno pero no todas tienen el privilegio de coger con el famoso Harry Potter — me bajo de su regazo.
Se ruboriza más haciendo que sus mejillas se pongan de un color rojo intenso.
— Cho.
— ¡¿Cho?! No se supone que ella estaba enamorada de Cedric, hasta donde recuerdo me estuvo jodiendo un buen tiempo porque yo y Ced habíamos cogido.
— Como te digo fue algo de una vez solamente, nunca he sido de relaciones serias — él se suelta la corbata y se acomoda en la cama.
— Quién lo diría, no sabía que eras tan mujeriego Harry — le doy un golpecito en el hombro.
— Bueno la verdad es que he estado detrás de una chica pero ella nunca me ha hecho caso — añade.
— Ósea que está si es la elegida — lo molesto. — Bueno y ¿Quien es? — pregunto.
— Olvídalo T/n.
— Vamos no puedes dejarme con la duda, dime o le digo a Eldrax que te queme — lo amenizado en broma.
Me lanza una mirada asesina pero luego da un suspiro y baja la mirada.
— Tu.
Quedó boquiabierta, la expresión de asombro en mi cara es imposible de ocultar, ¿Yo le gusto a Harry Potter?, una vez estuvimos apunto de besarnos pero de ahí no ha pasado nada más entre nosotros, yo tuve una cita con Oliver y luego empecé a salir con Draco, y ahora estoy con Cedric,ahora que lo pienso soy muy perra. Intentó contener la risa por lo lo que acabo de pensar, he salido con los chicos más codiciados de Hogwarts, probablemente sea la chica más envidiada de aquí, y yo me dedico a llorar por los rincones, se que Cedric no se lo merece, pero ya estoy cansada de que me pasen a llevar y no disfrutar mi adolescencia, hace unas semanas casi muero, ya dos chicos me han engañado, no quiero esperar sentada a que algo más pase, si la voy a cagar por lo menos lo quiero disfrutar, total la vida es una.
Tomo el mentón de Harry y hago que me mire a los ojos, sus ojos azules son tan penetrantes, me arrepiento de no haberle dado una oportunidad antes, probablemente ahora no sería una loca desquiciada con el corazón roto, me monto en su regazo y comienzo a besarlo, él continúa el beso pero después de unos segundos se separa.
— ¿Qué fue eso? — pregunta con confusión.
— Digamos que quiero aprovechar al máximo mi estadía en Hogwarts — lo vuelvo a besar.
El me toma de la cintura para sujetarme y así no caer, nuestros labios juegan entre ellos, puedo sentir su erección en los pantalones, me separo de él y hago un gesto con los ojos mirando para abajo, comienzo a mover mis caderas en círculos haciendo que su erección roce mi feminidad.
— ¿Estás segura de esto T/n? — aprieta más fuerte mi cintura.
Hago un trazo de besos desde su cuello hasta su oído.
— Segurísima — susurro.
Le quito la camisa a Harry mientras él pasa sus manos por debajo de mi camiseta, se recuesta en la cama y yo bajo lentamente hasta el cinturón de sus pantalones, noto como su respiración se acelera, le quito todo y comienzo a jugar con su pene pasándole mi lengua por la punta, Harry jadea mientras yo se la chupo, puedo sentir como su pene palpita dentro de mi boca, él se incorpora en la cama y empieza a sacar toda mi ropa. Cuando quedo totalmente desnuda el me toma fuerte por el cuello y me lanza a la cama.
— Diablos Harry no sabía que eras tan posesivo — me muerdo el labio.
Toma de mis piernas y me atrae con fuerza hacia él, me las abre tanto que me llegan hasta a dar tirones en la entrepierna.
— Que mojada estas Selwyn — pasa sus dedos por mi vagina. — Me excita demasiado.
Siento como su enorme pene entra en mi, sus embestidas son cada vez más fuertes, el aprieta uno de mis senos con su mano, los gemidos de Harry son adictivos, hacen que cada vez que los oiga me moje más.
— Mier-mierda Harry... que bien lo... que bien lo haces — jadeo entre gemido.
Llegó al clímax casi de inmediato, nos separamos y Harry se recuesta mientras yo me monto en él, tomo su pene con una mano y lo coloco en mi entrada. Comienzo a dar sentones haciendo que cada centímetro de él esté dentro de mi, nuestra respiración se hace cada vez más pesada, el toma de mi cintura para ayudarme a dar los sentones, nuestros cuerpos están sudorosos y calientes, noto como sube el calor por mis mejillas, llego al punto de ya no poder más y me bajo de Harry, mis piernas están tan temblorosas que ni siquiera las puedo levantar. Harry me da vuelta y pone mi cuerpo totalmente extendido, comienza a pasar su pene por mis nalgas, hace un trazo de besos desde mi espalda hasta mi cuello.
— ¿Alguna vez lo has hecho por atrás? — su pregunta me deja atónita y me limito a negar con la cabeza. — Dolerá al principio pero después es lo mejor — jadea.
Abre mis nalgas con sus manos y deja caer un poco de saliva en mi trasero, puedo sentir la presión de su pene tratando de entrar por ahí. Siento como entra de a poco haciendo que arqueé un poco la espalda, suelto un par de gemidos de entre dolor y placer, nuestros cuerpos chocan y él comienza a entrar y salir de mi lentamente.
— ¿Te gusta? — pregunta jadeando.
— Me... me encanta — gimo.
Va aumentando la velocidad de apoco, solo puedo concentrarme en sus movimientos, dentro, fuera, dentro, fuera. Estoy en el máximo placer, mis ojos se voltean en contra de mi voluntad, mis gemidos se escuchan en toda la habitación, de pronto Harry se viene dentro y siento como su semen me llena, el me da vuelta y comienza a pasar su lengua por mi clítoris, arrugo las sábanas con mis manos y cuando me relajo me vengo llenando su boca con mis fluidos.
— Mierda T/n eres perfecta — réplica.
Él sigue jugando con mi clítoris haciendo que no deje de venirme, él toma su pene y lo introduce nuevamente en mi, da un par de embestidas y con un movimiento bruto me pone en cuatro.
— Harry vas... a dejarme... vas a dejarme destruida — jadeo.
Aprieta mis nalgas con sus enormes manos y me da nalgadas tan fuertes que puedo sentir como mis cachetes se ponen rojos, comienzan sus embestidas, va tan rápido que mis senos yo llevan un ritmo solo se mueven para todos lados, hace que me venga otra vez, las sábanas están todas mojadas, caen las gotas de fluido por mis piernas, Harry me jala del pelo y hace que cada parte de su pene entre en mi mientras se viene, sus gemidos hacen que desee más, podría estar así toda la noche aunque esté exhausta.
Nos recostamos un momento para retomar el aliento, ambos estamos con el cuerpo ardiendo, el sudor se nota en nuestras frentes, nos mantenemos en la cama por un rato pero luego él se sienta.
— ¿Qué pasará ahora? — me queda viendo.
No quiero mentirle a Harry también, literal lo conozco desde que nacimos, solo que no lo recordábamos.
— ¿Puedo ser sincera contigo? — tomo su mano.
— Obvio.
Soy un suspiro y siento como mis ojos se cristalizan, bajo la mirada para que no lo note pero él toma mi mentón y levanta mi cabeza, cae una lagrima por mi mejilla y él la seca con su dedo.
— T/n puedes decirme todo, sabes que puedes confiar en mí — sonríe.
Su sonrisa siempre ha sido la más dulce que he visto, es tan honesta y delicada.
— Yo quiero a Cedric, él es un buen chico y obvio nuestros lazos amorosos se hicieron más fuertes desde que nos enteramos de... bueno tú sabes de qué, pero si yo acepté salir con él no es porque esté enamorada, yo solo... — mis lágrimas son imposibles de controlar.
Harry se acerca a mí y toma de mis manos.
— Yo solo quiero olvidarme de Draco — concluyó.
Nunca creí engancharme tanto de alguien, mucho menos de Malfoy, él puede verse muy rudo por fuera pero si uno lo conoce bien es un chico muy dulce. Harry solo se limita a abrazarme mientras las lágrimas caen por mis ojos.
— Sé que lo que estoy haciendo no está bien, es ser igual o peor a Draco, pero ya no se que mas hacer para sacarlo de mi cabeza.
— Creo que puedo ayudar a que te relajes un poco y sueltes tensión — se levanta y toma de mis manos para que lo siga.
Me acabo de percatar que seguimos desnudos, bueno después de todo lo que hicimos estar desnudos es lo de menos, entramos al cuarto de baño y el abre el grifo del agua. Nos metemos en la ducha si siento como el agua caliente cae por mi cuerpo, cierro los ojos y me relajo mientras el agua cae en mi cara, Harry me da vuelta y comienza a masajear mi espalda, me siento tan bien que me podría desplomar en cualquier momento de lo relajada que estoy, nos empezamos a jabonar mutuamente, el no deja de hacerme masajes por el cuerpo.
— Harry no sabía qué dabas masajes tan ricos — musitó.
— No se los hago a cualquiera — pasa sus manos con jabón por mis senos.

Cuando salimos de la ducha nos vestimos y Harry me ayuda a cambiar las sábanas de mi cama, nos sentamos frente a frente, él me acaricia una mano mientras me sonríe.
— No quiero ilusionarte Harry... no quiero hacerte daño, eres uno de mis mejores amigos y no podría vivir sin ti — susurro.
— No tienes que hacerlo, no espero que después de esto dejes a Diggory por mí, mucho menos que te enamores y que olvides a Malfoy, pero no olvides que siempre estaré para ti... para lo que sea — creo que se a lo que se refiere con ese "para lo que sea".
— ¿Harry me estás proponiendo que cogamos sin compromiso? — lo miro a los ojos.
— Bueno pues... si tú estás de acuerdo yo podría hacerte liberar tensión, además no soy celoso — Harry me sorprende cada vez más. — Se que probablemente nunca estemos juntos como algo estable, o quizás si no lo sé, lo que quiero decir es que no eres mía, no es que te vaya a hacer una escenita de celos por coger con Cedric.
No puedo creer que Harry tenga este lado tan pervertido, lo esperaría de cualquier persona pero él se ve tan callado... bueno lo que dicen es cierto, los callados son los peores.
— Entonces... dices que podemos coger aunque yo esté con Cedric y tú puedes coger con otras sin necesidad de que nosotros tengamos algún tipo de compromiso, ¿Estoy en lo correcto? — una sonrisa nerviosa sale de mi.
— Bueno si eso ayuda a que olvides más rápido a Malfoy pues si, yo no tengo problema... no me molestaría repetir lo de hoy — me lanza una mirada coqueta.
Le doy un golpecito en el pecho y él ríe, se que Cedric no se lo merece pero mientras más rápido olvide a Draco más rápido me enamoraré de él y podremos ser felices.
— No lo puede saber nadie Harry, NADIE — le recalcó.
Él asiente con la cabeza pero nos conozco, se que correremos a contarles a Hermione y a Ron.
— Está bien, sabemos que le contaremos a Hermione y a Ron pero a nadie más, y tenemos que hacer que juren que no se lo pueden decir a nadie, sobretodo a los gemelos, ellos son especialistas en armar polémicas — soltamos un par de carcajadas.
— Está bien, digámosle mañana, podríamos ir a las tres escobas a tomar cerveza de mantequilla — propone.
— Bueno pero tomen ustedes dudo que me guste esa cosa — hago cara de asco.
— Estás bromeando, ¿Nunca has tomado cerveza de mantequilla? — pregunta asombrado.
— Pues no, se te olvida que viví toda mi vida encerrada — respondo en forma irónica.
— Tienes que probarla, te va a encantar — intenta convencerme.
— Lo voy a pensar — río.
Por un momento me siento tan bien que me gustaría poder parar el tiempo y quedarme en este momento toda mi vida.

UNA HISTORIA DIFERENTE (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora