CAPÍTULO 36

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~ UN BUEN INICIO DE AÑO ~

–– Creí que muchos no volverían este año pero están casi todos –– dijo Ron.
–– Supongo que les dio confianza que Voldemort ya no esté vivo, Hogwarts ahora es más seguro que nunca –– añadió Harry.
–– Seguro entre comillas, los dragones de T/n y Malfoy aterrorizan a los de primer año y siempre se ponen a volar sobre nosotros –– Ron parecía tenerle mucho miedo y respeto a los dragones.
–– ¿Qué te pasa Weasley? ¿Le tienes miedo a unos pequeños dragones inofensivos?
–– Claro todo porque el Colacuerno recibe órdenes tuyas Malfoy.
Draco siempre molestaba a Ron con con Sygos, le ordenara que lo siguiera y este corría por todos lados.
En el verano en la casa de los Weasley Ron corrió por todo el campo tratando de escapar de Sygos.
–– Vamos Ron Eldrax es igual de cariñoso con todos, después de todo ustedes me ayudaron con él cuando recién salió del huevo –– respondí.
–– Solo manten lejos de mi a esos dragones, la última vez me rostizaron todo el cabello, mamá tuvo que arreglarlo con un hechizo.
Todos comenzamos a reír al recordar ese momento, fue muy chistoso ver a Ron calvo por culpa de los dragones. Habían pasado muchas cosas este verano, contacto porque fue mi primer verano fuera de casa, estuve unos días con mis padres para recomponerme de lo que había pasado pero luego me reuní con Her y Harry para dirigirnos a la casa de los Weasley, estuve un mes ahí y luego Draco me invitó a la mansión Malfoy, al principio no quise ya que me contó que su padre fue el que le dejó el ojo morado después de la pelea con Voldemort, pero luego de mucho insistir me convenció y termine quedándome dos semanas allí junto a él, la señora Narcissa es un amor de persona, cocinamos juntas y me contaba de cómo era cuando ella estudiaba en Hogwarts, por otro lado el señor Lucius era un poco desagradable conmigo al principio ya que yo era la razón por la que Draco atacará al señor tenebroso, pero un dia el me cito a su despacho en la mansión, ese dia pude sentir como mi pulso se encontraba a mil por hora, por alguna razón tenía un mal presentimiento pero me equivoque... el señor Malfoy quería hablar conmigo para agradecerme, dijo que si no hubiera sido por mí Draco habría tenido una historia muy diferente y no solo el sino que su familia entera, dijo que al principio o lo vio y que el enojo el cejo y por eso le hizo lo que le hizo a su hijo, pero luego se sentía culpable por todo el daño que le había hecho a su familia por su arrogancia; a pesar de que aún es un poco duro con Draco ya no lo agrede y Draco a bajado sus crisis de ansiedad, ya casi no se despierta en la noche y si lo hace ya no lo hace llorando. Luego de esas semanas nos quedamos todo el resto del verano con los Weasley, ahí fue cuando Draco llevó a Sygos y rostizo el cabello de Ron, ese verano sin duda fue el mejor de toda mi vida y ahora que es nuestro ultimo año quiero disfrutarlo al máximo, cada día de cada semana haré que valga la pena.

–– Tu habitación está tal cual la dejaste la última vez –– dijo Draco.
–– Está un poco más ordenada que como la deje, supongo que los elfos domésticos trabajaron duro en el verano –– comencé a desempacar mis cosas.
–– ¿Sabes que puedes hacer eso con magia verdad? –– él se recostó en mi cama y sacó su varita.
De un solo movimiento hizo que mis cosas comenzarán a levitar por la habitación, en pocos segundos mis pertenencias ya estaban ordenadas y guardadas en el closet.
–– Voilà –– presumió.
Rodeé los ojos y solté una pequeña risita.
–– No sabía que sabías francés.
–– Hay muchas cosas que no sabes sobre mi princesa –– rodeé los ojos y él me jalo de los brazos e hizo que cayera encima de él.
–– Si me hubieras pedido venir lo hubiera hecho Malfoy –– me moví de encima de él y me recosté a su lado.
–– Sabes que me gusta mandar –– tomo de mi cintura y me atrajo más hacia el acortando la distancia entre nosotros.
–– Y tu sabes que me gusta hacer las cosas a mi modo –– arquee una ceja.
Sus labios estaban tan cerca de los míos que con un leve movimiento los tocaría y los besaría despiadadamente, pero no podía permitirme ser la sumisa de Draco, él tiene que aprender que no siempre será a su modo. Me separé de él y me levanté de la cama, él comenzó a quejarse.
–– ¿A dónde vas? –– se sentó a los pies de la cama.
–– A ningún lado, solo te estoy dando una lección –– me crucé de brazos.
–– ¿Una lección?
–– No siempre puede ser a tu modo amor.
–– Eso lo veremos.
Apenas concluyó la frase se levantó velozmente y se acercó a mi, me acorraló contra la pared, el espacio entre nosotros es nulo, podía sentir su respiración chocar con mi cara.
— A esto es a lo que me refiero Dra-
— Shhh... solo déjate llevar princesa — le coloco uno de sus dedos en mis labios para hacerme callar.
Pasó sus manos por mi cintura e hizo un trazado desde ella hasta mis glúteos, cuando llegó a ellos los apretó con fuerza y al instante comenzó a besarme, era un beso salvaje de esos que amo de Draco, sus besos era mi droga y aunque yo no quiera siempre caeré a los pies de Draco Malfoy. A la mierda esto de hacerme la dura, lo deseo, lo deseo como nunca deseé a nadie, y lo mejor de todo... es que soy de él y él es mío.
— Que conste que ahora es como yo quiero — lo apunté con el dedo.
— Si claro princesa — rodeó los ojos y al instante me tomó por la cintura e hizo que rodeara mis piernas por sus caderas.

Me llevó hasta la cama y me coloco en ella sutilmente, comenzó a juguetear con sus dedos haciendo grados desde mis pechos hasta mi zona, ya no aguantaba estos juegos de él, necesitaba sentirlo, necesitaba más de él.
— Draco no me tortures así por favor — susurre.
— Conque desesperada eh princesa — arqueó una ceja.

En pocos segundos ambos estábamos desnudos el uno frente al otro, podía sentir el peso de su cuerpo sobre el mío, pasaba sus dedos por mi clítoris y esto hacía que soltara pequeños gemidos, sus besos en el cuello me volvían aún más loca por él, colocó dos de sus dedos dentro de mí y comenzó a entrar y salir, mis gemidos retumbaban en la habitación, sus dedos se movían tan bien que me hicieron llegar al clímax de inmediato. Él paró y me coloco en cuatro, con su cinturón me amarró las muñecas y me jalo del cabello con fuerza, de una embestida pude sentir todos y cada uno de sus centímetros dentro de mi, apesar de estar totalmente inmóvil y a su total merced los forcejeos hacia que me lastimara las muñecas pero no me importaba, estaba en la gloria, el me hacía sentir tan bien, nunca podría aburrirme de él.
–– Mier-mierda... –– dije entre jadeos y gemidos.
–– Eres tan malditamente perfecta T/n –– jadeo.

Las embestidas de Draco eran cada vez más duras y rápidas, el calor de nuestros cuerpos abundaba en mi habitación y nuestros gemidos se complementaban, mis piernas temblaban como nunca y las muñecas me ardían por el forcejeo pero queria mas, mas de el, mas de esto.
–– Joder Draco...
–– Shhh... no hables, es una orden.
Amo esta parte de Draco, él Draco dominante, él Draco mandón y el que ama el sexo tanto como yo.

Luego de unos minutos más Draco se vino dentro de mí y yo también me vine encima de él, ambos nos recostamos el uno junto al otro, nuestros cuerpos sudaban como nunca y nuestra respiración aun era agitada.
–– Eso fue... fue-
–– Maravilloso –– complete su frase.
A pesar de estar todos sudados él se inclinó y me besó, esta vez era un beso tierno y cálido no salvaje y despiadado como los de hace unos cuantos minutos atrás.
–– Te amo tanto T/n.
–– Y yo a ti Draco –– lo bese y él me correspondió.
Antes de irnos a duchar nos acurrucamos y nos abrazamos, él comenzó a hacerme cariño en el pelo y yo comencé a hacer trazos con mis dedos por su tórax de arriba a abajo.
–– Último año eh...
–– ¿Haz pensado en que es lo que harás después de Hogwarts? –– le pregunté.
–– Ir a la universidad claro.

Ehhh... esperaba más que eso.

–– ¿Y tú? ¿Qué es lo que tienes pensado para el futuro? –– él se acomodo para quedar mirándome fijamente.
–– Igual, universidad.

Mentí.

La verdad lo que yo espero para el futuro aparte de la universidad es una vida junto a él, junto a nuestros dragones, sin tener problemas, sin guerras, sin nada que pudiera arruinar una vida juntos, pero al parecer él no pensaba igual.

· Draco Malfoy ·

–– ¿Haz pensado en que es lo que harás después de Hogwarts? –– preguntó ella.
–– Ir a la universidad claro.

Mentí.

Me aterrorizaba pensar en el hecho de que yo quisiera algo que ella no, una vida junto a ella, ser felices sin inconvenientes, pero... ¿Y si ella no quería eso?, quizás esto para ella era algo momentáneo, yo era algo momentáneo.

· T/n Selwyn ·

–– Mira quienes llegaron de cacería –– apunte hacia la terraza donde acababa de aterrizar Eldrax y Sygos.
Estábamos justo saliendo de la ducha cuando los vi llegar, Draco y yo nos vestimos rápido y luego fuimos a ver a nuestros dragones.

–– Haz hecho un buen trabajo con Sygos, te dije que podrías hacerlo, es casi tan obediente como Eldrax –– le di un pequeño empujoncito en el hombro.
–– Supongo que si, gracias por obligarme a hacerlo, la verdad... estar con Sygos me ayuda a distraerme y me saca de mis problemas mentales –– él agachó la cabeza.
–– Sabes que cualquier cosa estoy aquí Draco –– puse una mano en su hombro y lo obligue a verme a los ojos.
–– Lo se amor.
–– Me gusta que me digas así –– lo bese.
–– Me gusta decirte así –– me sonrió y yo le correspondi.
Nos quedamos unos segundos abrazados viendo a nuestros dragones acomodarse para dormir.
–– Vaya inicio de año –– dije.
–– El mejor inicio de año –– me beso.
Un beso a la luz de la luna, un beso perfecto, del hombre perfecto, quizás no para el mundo pero para mí, Draco Mlafoy era el hombre mas perfecto del mundo y era el hombre que quería a mi lado por siempre... pero no se si el me quiera como su compañera de vida y eso me aterra.

UNA HISTORIA DIFERENTE (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora