UNA HISTORIA DIFERENTE (+18)

CAPÍTULO 15

~ VACACIONES CON LOS WEASLEY ~

*Un mes y medio después*
Solo le he escrito dos cartas a mis padres este último tiempo, aún no me siento preparada para hablar cara a cara con ellos, aún tengo que aclarar algunas cosas. Meto los últimos libros en mi bolso cuando de repente Ginny entra en mi habitación gritando.
— ¡Nos dieron una semana libre! — empezó a saltar tomándome de los brazos y tirando mi bolso a la cama.
— ¿Que? ¿Por qué? — pregunto confundida.
— Hubo un problema con los elfos domésticos así que nos dieron una semana de vacaciones — Ginny sigue eufórica y saltando por todos lados.
— Oye mamá dijo que podíamos invitar amigos a casa por esta semana, ¿Quieres venir? Puedes traer a Draco, yo les prestaré mi habitación para-
— ¡Ginny! Me encantaría ir, le preguntaré a Malfoy si quiere — la paro antes de que afuera escuchen lo que estaba por decir.
— ¡Perfecto! Le avisaré a mamá — sale de la habitación aún eufórica.
La verdad me viene de puta madre esta semana, este último mes he estado algo atareada con todos los estudios y el entrenamiento con Eldrax, ¡Mierda Eldrax!, donde se supone que lo deje. Ginny vuelve de la nada y asoma su cabeza por la puerta.
— Ah se me olvidaba, puedes traer a tu dragón pero si incendia algo tu lo reparas — añade y vuelve a irse.
Ufff, un peso menos de encima.
— Escuchaste Eldrax si incendias algo te harán dragón rostizado.
— Okay mi novia loca ahora habla con los dragones — Draco está apoyado en el marco de la puerta mirándome con esa sonrisa irritante que amo tanto.
— La novia loca puede hacer que el dragón te queme vivo en un abrir y cerrar de ojos — lo miro con una mirada desafiante pero juguetona a la vez.
— Ja, ja... ¿Oíste lo de la semana de vacaciones?
— Como no, Ginny está corriendo por todos lados gritándolo — nos reímos. — Oye quería preguntarte algo... Quería saber si te gustaría ir conmigo a casa de los Weasley, me invitaron y dijeron que podrías venir conmigo — la cara de Draco cambió de un segundo a otro.
— ¿Qué? No esperas que vayamos ¿Cierto? — se cruza de brazos y su tono de voz es duro.
— De hecho si, por algo te estoy preguntando — arqueo una ceja y lo fulmino con la mirada.
— A ver T/n yo se que tú estás muy feliz con que yo y Potter hablemos sin querer matarnos y he cambiado mucho con las personas pero ir a casa de los Weasley es otro cosa, yo no puedo permitirme juntarme con gente así — cuando termina de hablar siento que la sangre me hierve, no puede ser tan clasista.
— ¿Y... como se supone que son los Weasley? — le lanzó una mirada asesina.
— No son como yo — es tan arrogante.
— Tienes razón Draco, no son como tu, ellos son humildes y amables y tu eres un clasista mediocre — salgo de la habitación dando un portazo y lo dejo solo.
Bajo al gran comedor a desayunar con los chicos y se nota a lo lejos mi cara de furia, me siento en la mesa y todos me quedan viendo.
— Alguien durmió con el pie izquierdo — entonan los gemelos.
Yo solo les lanzó una mirada asesina y llevó la taza de café a mi boca para dar un sorbo.
— ¿Todo bien T/n? — Harry me toma la mano para que pueda tranquilizarme un poco.
— Discutí con Draco — añado.
— Crisis matrimonial — entonan nuevamente los gemelos.
— Si no quieren que les llegue una taza de café hirviendo es mejor que se callen — digo alzando un poco la taza de café que tengo en la mano.
— ¿Ósea que no vendrá a casa contigo T/n?
— No lo sé Ginny — no despegó la mirada de mi comida.
— Nos divertiremos igual — dice Harry.
— ¿Tu igual irás? — lo miro con una sonrisa de oreja a oreja.
— Obvio no me quedare una semana aquí solo mientras ustedes se divierten.
Cuando terminamos de desayunar volvemos a nuestras habitaciones para arreglar nuestras cosas. Mientras meto un poco de ropa al bolso Draco tose detrás mío para llamar mi atención.
–– ¿A qué hora nos vamos?, antes de que me arrepienta –– gruñe mientras voltea los ojos.
Hace que saque una sonrisa involuntaria, pero aún estoy molesta por lo que dijo.
— Ahora.
Nos juntamos en la sala común con todas nuestras cosas, Draco está con una cara de cinco metros, yo aún no lo perdonó y no pienso hablarle hasta que él lo haga primero, mi orgullo es una de mis cualidades más fuertes.
— Creo que ya es hora de irnos a la estación — añade Ginny mientras toma su bolso.
— ¿Estación? — pregunto levantándome del sillón.
— Pues si es la única forma de llegar a casa — contesta.
— Creo que tengo una manera más rápida de llegar — pondré en práctica la teletransportación, mientras más practique mejor me saldrá cada vez que quiera hacerlo. — Necesito que todos se tomen de las manos.
Todos toman sus bolsos y formamos un círculo en medio de la sala común, le digo a los hermanos Weasley que visualicen su casa y a los demás que piensen en llegar a cada de estos, luego de unos minutos parecemos frente a la madriguera de los Weasley, es una enorme casa con varios pisos y a su alrededor un campo precioso junto a una zona con un poco de bosque.
— Tienes que enseñarme a hacer eso — replica Her eufóricamente.
Cuando entramos a la casa no se escucha ruido alguno, los gemelos hacen notar su presencia pero nadie responde.
— ¿Mamá? — grita Ron.
— ¿Papá? — lo sigue Ginny.
Dejamos los bolsos en la sala y nos dirigimos al comedor.
— ¡Aquí estamos! — grita la señora Molly Weasley.
— ¿Mamá, papá qué hacen ahí escondido y con esas otras encima? — pregunta Ron.
— No queremos morir rostizados Ronald, no nos malentiendas T/n pero nuestro sobrino siempre nos cuenta cosas sobre los dragones y no digamos que son cosas muy buenas — la señora Weasley se nota algo nerviosa.
— Señora Molly no se preocupe Eldrax es un dragón entrenado, además aún no alcanza su edad máxima — me doy vuelta para enseñarles al dragón color gris metálico colgando de mi espalda.
— Por las barbas de Merlín, es un Ironbelly ucraniano, ¿Cómo lograste entrenar a uno de esos? — el señor Weasley se sorprende cuando ve de qué raza es Eldrax.
— Con mucha paciencia, mi habitación ha estado en llamas un par de veces pero Eldrax ya sabe controlar su fuego.
— En ese caso creo que podremos bajar la guardia, bueno niños prepárense para el almuerzo, Fred y George compartirán cuarto con Draco, Ron tú compartirás con Harry, Hermione y T/n dormirán con Ginny.
Subimos a las habitaciones para dejar nuestras cosas, aún no conversó con Draco, menos mal no se lleva mal con los gemelos, ya me imaginaba la cara que pondría si le hubieran dicho que compartiría habitación con Harry y Ron, si bien ya no se quieren matar eso no quita el hecho de que aún se odien un poco, y si conversan de vez en cuando es solo por mi. Bajamos al comedor para sentarnos a comer, Eldrax no se separa de mi espalda, nunca había estado tan lejos del castillo esto es nuevo para él y los padres de los Weasley son personas nuevas, solo espero que no intente comérselos.
Fue un almuerzo bastante agradable, el señor Septimus nos contaba historias sobre muggles, ellos son bastante interesante pero no me gustaría ser uno de ellos, no podría vivir en un mundo sin magia y menos sin las criaturas mágicas como Eldrax, con las chicas ayudamos a Molly a levantar los platos sucios para llevarlos a la cocina, una vez terminamos fuimos fuera para tomar aire fresco, Eldrax aprovecha de volar un poco sin alejarse tanto, los gemelos están subiendo un árbol para gastarle una broma a Ron y Hermione, yo y Harry conversamos un poco sobre lo qué pasó en el cementerio, aún no deja de agradecerme por lo que hice, y Draco está un poco apartado, camina sin rumbo por el pastizal mientras Eldrax lo sigue por los cielos, Harry decide ayudar a los gemelos con la broma y yo me acerco a Draco, se que dije que no me hablaría hasta que él lo hiciera, pero se que para él también es difícil esto.
— Hola, ¿Cómo estás? — entrelazo sus dedos con los míos pero él ni siquiera se da vuelta para mirarme.
— De puta madre — contesta irónicamente.
— Okay fue un error venir a hablarte — doy media vuelta para irme pero él me toma del brazo para detenerme.
— Espera... lo siento, perdón por ser un idiota — al menos lo reconoce.
— Sé que este no es tu mundo Draco pero a veces hay que salir de la burbuja en la que vivimos y mirar más allá — vuelvo a tomar su mano y él se vuelve para mirarme a los ojos. — No te pido que seas amigo íntimo de los chicos pero si ya probaste que pueden establecer una conversación con ellos podrías intentar entenderlos también — le doy un beso fugaz en la mejilla.
— Mmm... está bien, pero no prometo nada — sonríe y me besa en los labios.
Nos acercamos a los chicos que están en el árbol sentados en las ramas, con Draco subimos para poder ver mejor la puesta de sol. Este es el momento perfecto, yo junto a mi novio y mis mejores amigos viendo la puesta de sol mientras mi dragón vuela alrededor de nosotros, no pido nada más.
Ya es de mañana y despierto de golpe ya que escucho a la señora Weasley gritar por toda la casa tratando de despertarnos, cubro mi cara con la almohada para dejar de escucharla pero es inútil, me pongo mis pantuflas y mi bata y voy fuera antes del desayuno para que Eldrax pueda estirar sus alas, me quedo parada mientras veo al ya no tan pequeño dragón volar por el aire dando vueltas y cayendo en picada, hace casi tres meses que Eldrax rompió el cascarón y ha crecido tanto que ya me llega hasta la cadera, no tengo ni idea de cómo me lo puedo en la espalda, creo que es la costumbre ya, llamo a Eldrax con un silbido representativo que sólo él reconoce, entramos y ya están casi todos en pie, menos Draco. Subo las escaleras para ir a despertarlo, cuando entro a la habitación de los gemelos veo a Draco en un sueño profundo, su melena está perfectamente despeinada y su torso descubierto, me acerco a él y me siento a su lado, lo meneó suavemente para que no despierte de golpe.
— Vete es muy temprano — gruñe aún dormido.
— Si no despiertas ahora me sentaré junto a los gemelos y me sacaré la bata para que aprecien mis curvas — lo molesto un poco, se que odia que los demás chicos me vean con ropa ajustada y esto hará que se enoje pero por lo menos lo sacaré de la cama.
— No me provoques Selwyn — me toma del cuello con fuerza mientras se mantiene a centímetros de mi cara.
Suelto una sonrisa juguetona mientras me muerdo sutilmente el labio inferior.
— Hoy no soy tu princesa parece — me acerco más a su cara y nuestros labios alcanzan a rozarse.
— Siempre eres MI princesa — dice recalcando la palabra "mi".
Estamos casi terminando de desayunar y el señor Weasley se levanta para ir al trabajo, la madre de los Weasley cocina muy bien, hasta Draco se chupa los dedos con su comida.
— T/n necesitamos que nos acompañes a buscar unas cosas, hoy nos iremos de campamento cerca del lago — me dice Fred mientras se levanta de la mesa con George.
Antes de que me levante Draco me aprieta un muslo con su enorme mano y me mira de reojo, aún estoy en pijama y obviamente no saldré en bata, se como son los gemelos de coquetos pero yo respeto mi relación con Draco y espero que él confíe en mí. Cuando llegamos al granero para buscar las tiendas Fred y George se adentran en la oscuridad de este.
— Oigan... chicos... no me gusta la oscuridad — me quedo parada en la entrada del granero esperando alguna respuesta pero nada.
— Buu — los gemelos me asustan al mismo tiempo haciendo que mi corazón lata a mil por hora.
— Idiotas casi me matan del susto, los odio — los fulmino con la mirada.
— Querida amiga Selwyn tenemos una propuesta para ti — añade Fred.
— Hay tres tiendas — entona George.
— Una para nosotros — lo sigue Fred.
— Otra para las chicas — sigue George.
— Y otra para los chicos —entonan al mismo tiempo.
— Podríamos cambiar ese orden, una tienda para las chicas, otra para nosotros y los chicos y la última para ti y para Malfoy pero con una condición — ambos tienen una mirada pervertida en sus caras.
— ¿Qué quieren de mí? — arqueó una ceja mientras me cruzo de brazos.
— La clave para poder entrar a la sala común de Hufflepuff — agrega Fred.
— ¿Para qué quieren la clave de Hufflepuff?
— Digamos que no todas las Hufflepuff son unas santas — la mirada pervertida de George lo dice todo.
— Listo con eso basta, no quiero más detalles — los paró antes de que sigan contándome para que la quieren. — Trato hecho — extiendo las dos manos y nos damos un apretón.
Empezamos a arreglar nuestras cosas para el campamento, cuando vamos saliendo la señora Weasley nos da unos emparedados para llevar, camino al lago Draco me cuenta un poco sobre sus padres, nunca hemos conversado mucho sobre ello, solo se que su padre lo maltrata y su madre no se mete por miedo, me dijo que en cierto modo les tiene envidia a los hermanos Weasley, pueden no tener una mansión y no comprar las últimas cosas en el mercado pero tienen unos padres que los aman con locura y harían cualquier cosa por ellos, paramos un momento quedándonos atrás para que no nos vean, a Draco le cae una lagrima y hace que se me parta el alma en mil pedazos.
— Amor no estés triste, sé que tu padre no es uno de los mejores demostrando su afecto pero eso no quita el hecho de que ambos te amen — seco su lágrima con mi dedo pulgar y él me mira fijamente.
— Es la primera vez que me llamas amor — musita.
— Es que es lo que eres... eres mi amor — le sonrío y lo abrazo.
Llegamos al fin al sitio donde armaremos las tiendas, son aproximadamente las dos de la tarde y muero de hambre, los chicos empiezan a armar sus tiendas con magia mientras yo le doy comida a Eldrax. Cuando entro a mi tienda quedo anonada con el gran espacio que hay, los gemelos son especialistas en usar el hechizo para agrandar espacios cerrados, Draco se recuesta en la cama y Eldrax se le tira encima.
— Quítate bestia — lo hace a un lado.
— Aún cree que mide 50 centímetros como para tenerlo encima — río.
— Lo que me gustaría tener encima es otra cosa — sonríe morbosamente mientras me toma de los brazos y me atrae hacia él para que me suba encima de sus caderas.
Nuestros labios se juntan y nuestras lenguas juegan entre ellas, aprieta mis caderas con fuerza y siento como su erección roza con mi feminidad, me da vuelta y él queda arriba mío haciendo que sus caderas queden entre mis piernas abiertas de par en par, paso mis manos por debajo de su camiseta mientras él sigue besándome apasionadamente, su increíble olor a manzana verde hace que me vuelva loca.
— Tórtolos los necesitamos aquí afuera — grita Fred del otro lado de la tienda.
— Que gente más molesta, no dejan que disfrute a mi novia — gruñe mientras se baja de la cama y me ayuda a levantarme.
— Yo que tú dejaría de quejarse y ocultaría eso que sobresale entre tus piernas — digo apuntando su gran erección.
Cuando salgo veo a todos reunidos frente a una fogata que armaron mientras nosotros estábamos dentro.
— Tarán... bonita no — presume George. — Ahora solo falta encenderla.
— Eso déjamelo a mí — debo admitir que también me gusta presumir, no todos tienen un dragón de mascota. — Eldrax fuego.
Cuando le doy la señal de fuego, Eldrax lanza una gran llama hacia la fogata y hace que se encienda en un santiamén.
— Selwyn eres sorprendente — agrega Fred.
Comemos algo antes de ir a nadar al lago, todos estábamos muertos de hambre ya que solo habíamos desayunado y eso fue hace horas, menos mal Molly nos dio unos sándwiches antes de salir de casa.
Llegamos al lago y la vista es hermosa, el agua es tan clara que casi puedo ver el fondo de este, hay una cantidad infinita de peces pero se espantan cuando Eldrax intenta cazarlos, los gemelos toman a Ron de pies y manos y lo lanzan al lago, Ginny y Hermione lo siguen mientras los gemelos persiguen a Harry para lanzarlo también.
— Creo que será mejor que entremos antes de que los gemelos nos lancen — le digo a Draco.
Él asiente pero antes de que me dé  vuelta me toma por la cintura y me pone en sus hombros.
— Malfoy ni se te ocurra lanzarme al lago.
— Muy tarde Selwyn.
De un momento a otro me estoy hundiendo lentamente en las profundidades del lago, cuando salgo a la superficie veo a Draco retorciéndose de risa junto a los demás mientras yo le lanzo una mirada asesina pero luego de unos segundos comienzo a reírme igual.
Aún estamos en el agua, los gemelos molestan a su hermana pequeña mientras Ron y Hermione se abrazan, Harry juega con Eldrax y Draco y yo nadamos juntos.
— Te he dicho que ese traje de baño negro te queda muy sexy — me susurra al oído. — Pero se te vería más sexy si te lo estuviera arrancando con los dientes.
Abrazo sus caderas con mis piernas y comienzo a besarlo lentamente, sus manos aprietan mis nalgas con fuerza debajo del agua mientras paso mis manos por su melena rubia mojada, me quedo mirando sus ojos grises por unos segundos y sonrió, los chicos comienzan a salir del agua pero yo sigo abrazando a Draco con mis piernas.
— Creo que es hora de salir princesa, no queremos que te resfríes — sus manos no se separan de mi trasero.
— Estoy inválida caballero, ¿Usted podría cargarme hasta la tienda? si es que fuera tan amable — respondo poniendo la mano en mi pecho para darle un toque dramático.
— Invalida te voy a dejar cuando ropa la cama de tanto cogerte — sus palabras hacen que me moje, menos mal que estamos en el agua.
Draco me carga hasta nuestra tienda, me recuesta con suavidad en la cama y tira del elástico que sostiene mi parte de abajo del bikini. Empieza a sacarlo con los dientes y hace que jadee un poco, sus manos se posan en mis senos y aprieta con fuerza.
— Eres mía Selwyn — susurra muy cerca de mi oído haciendo que me moje.
Su lado posesivo me encanta, se chupa dos dedos y empieza a masajear mi clítoris haciendo círculos en el, suelto un par de gemidos pero el me tapa la boca con su otra mano, de repente introduce sus dos dedos en mi vagina y comienza a masturbarme, si no fuera porque tiene su mano en mi boca los chicos de afuera escucharían mis gemidos, de la nada saca sus dedos y con sus dos manos abre con fuerza mis piernas, siento su lengua bajar lentamente desde mi ombligo hasta mi clítoris, amo y odio que me torrare así.
— Quiero que me digas que quieres — ordena.
— Quiero tu lengua ahí abajo — digo entre jadeos.
Comienza a hacer un camino de chupones desde mi cuello hasta mi vagina y cuando llega a ella puedo sentir su lengua jugando con mi clítoris, lo hace tan bien que llego al orgasmo enseguida, contengo los gemidos para que no me escuchen pero algunos salen involuntariamente.
— Mierda Draco... lo haces... tan... bien — mi respiración es acelerada.
Paso mi mano por su melena rubia y lo jalo un poco del pelo, me vengo en su boca mientras aprieto las sábanas de la cama haciendo que estas se mojen un poco, Draco se levanta para mirarme a los ojos mientras se chupa los dedos mientras yo jadeo aún de placer.
— Me encantas princesa — su mirada hace que me hipnotice y me derrita ante el.
Nos cambiamos de ropa y salimos a comer algo, los chicos están haciendo malvaviscos asados, Eldrax está a un lado del fuego cálido mientras no deja que la llama se extinga, nos sentamos en unos troncos que colocaron las chicas y tomamos un par de malvaviscos para comer, Her y Ginny se acercan a mi lado para hacerme compañía.
— Así que hoy dormirás con Draco — Ginny tiene una mirada pícara en su rostro.
— Como si eso fuera algo nuevo para T/n — añade Hermione soltando una carcajada.
— Solo procura no gritar tanto, las tiendas no son muy privadas que digamos — Ginny me da un empujoncito con el hombro mientras ríe con Her.
— ¡Ginny! Que pervertida eres — abro los ojos de par en par.
Ginny puede ser un año menor que nosotros pero no es para nada inocente. Cuando ya llegó la hora de acostarse apagamos el fuego y nos dirigimos cada uno a su tienda, la noche es cálida por lo que me pongo unos shorts rojos y una polera negra holgada, Draco solo duerme en boxer cuando esta conmigo, se que le gusta provocarme haciéndome sentir su miembro. Nos acostamos y Draco pasa su mano por mi cintura para atraerme más hacia él, puedo sentir su respiración caliente chocando en mi cuello, su mano sube por debajo de mi camiseta hasta llegar a uno de mis senos, él deja su mano ahí y se queda dormido, me encanta que haga eso aparte es cómodo y tenerlo tan cerca hace que pueda sentir su aroma a hombre, Draco es como una droga para mi, cada vez necesito más de él y si no lo tengo cerca me desespero, nunca pensé que me sentiria tan atraída por alguien, solo se que no quiero que esto que tenemos se acabe.