UNA HISTORIA DIFERENTE (+18)

CAPÍTULO 29

~ QUIZÁS COGIMOS ~

Son ya casi las 7 am y este chico que ya no recuerdo su nombre creo que se quedó dormido, ash... que estupida obvio no va a venir, quién querría pasar tiempo con la rara de las cuatro casas.
–– Hey ¿No vas a esperarme?, 7 am en punto, bueno nos vamos o que –– antes de irme de la sala común aparece por la escalera que da al cuarto de los chicos.
Como cada sábado por la mañana tengo que salir temprano para asegurarme de que Eldrax coma lo que tiene que comer y no otra cosa, ya he tenido varios problemas porque come lo primero que ve y hoy no será la excepción por ayudar al niño lindo con el recorrido.
–– ¿No se supone que me enseñarías el castillo? –– replica.
–– Sip, pero antes necesito que me acompañes a esto si quieres que te dé el recorrido por la escuela –– cuando terminó de hablar hago un llamado a Eldrax para que baje de los cielos.
–– ¿Por qué silvas? –– el chico este hace muchas preguntas.
–– No te espantes por favor y no salgas corriendo si no te comerá.
–– ¿Comer? ¿ Quien me va a-
Antes de que termine la frase Eldrax aterriza frente a nosotros, siempre de una forma heroica, amo a este dragón.
–– ¿Qué demonios es eso?
–– El es Eldrax mi dragón, antes de que preguntes, si todos saben que lo tengo, no, no te comerá y si, está entrenado... yo lo entrené –– alardeo orgullosa de mi logro.
–– ¿Tú entrenaste a esta cosa? –– en su cara se nota que nunca ha visto a un dragón menos a un Ironbelly Ucraniano, ver uno por primera vez es algo alucinante sobretodo uno ya adulto ya que son extremadamente grandes.
–– Ah, ah, esta "cosa" tiene sentimientos, ahora espérame un segundo.
Le doy la señal a Eldrax de cazar y este no demora mucho en llegar con casi un ganado entero, solo espero que haya dejado algunas de dónde sea que los haya sacado.
–– ¿Muy bien! ¿Quién es el mejor dragón del mundo? –– me encanta tratar a Eldrax como si fuera un mini perro, creo que ya me acostumbre a tener a una bestia gigante conviviendo conmigo todos los días.
–– Tu si que vienes con sorpresas eh, quién diría que alguien tan pequeña como tu lograría domar a semejante bestia –– suelta una carcajada.
–– Hey, chiquita pero peligrosa, oye ademas no soy tan pequeña que tu seas extremadamente alto no es mi culpa, yo estoy feliz con mi metro 65, ¿Y tu que? estas por los dos metros casi –– lo molesto igual.
–– Ja, ja muy graciosa, un metro 80 solamente.
— ¿Solamente? Ja, hoy en día nadie se conforma con nada — arqueo una ceja.
Soltamos un par de carcajadas y luego nos devolvimos al castillo para hacerle el recorrido.

Son casi las 10 am y ya acabamos el recorrido, intenté hacerlo lo menos complicado posible e ir rápido ya que me muero de hambre, ayer no cené y no me vendría nada mal una taza de café ahora.
— Bueno esto es, igual cualquier cosa tenemos casi las mismas clases así que si no sabes donde es solo pregunta, bienvenido a Hogwarts supongo... espero que te reciba mejor que a mi, ja — la sonrisa desaparece instantáneamente de mi cara.
— ¿Ese supongo es la razón por la cual estabas mal ayer? — pregunta Cameron.
— ¿Cómo sabes que estaba mal? — le lanzó una mirada asesina.
— Por favor era cosa de mirarte, tu cara era de "no me hables o te mato" — rie.
No se si contarle todo sobre mi, primero, dudo que le interese, segundo apenas lo conozco, pero creo que desahogarme con alguien no me vendría mal.
— Bueno son muchas cosas la verdad — otra vez a contar la triste historia de mi vida... ¡wuju!
— ¿Una de esas cosas es ese chico rubio que me fulmina con la mirada? — me hace un gesto para que me vuelva a mirar en la misma dirección que él.
Draco tiene una cara de asesino que ni él mismo puede con ella, quedo paralizada cuando lo veo, puedo sentir un vacío dentro de mi al mirarlo a los ojos, solo vuelvo a reaccionar porque él desaparece entre la multitud.
— Hey... ¿Estas bien? — Cameron pone una mano en mi hombro.
— ¿Ah? Perdón, si, si, estoy... bien descuida — esbozo una sonrisa notablemente falsa.
— Como veo las cosas supongo que ese cretino te ha hecho mucho daño.
No puedo creer que le contaré mi vida a alguien que apenas conozco.
— Lo que pasa es que...