CAPÍTULO 32

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~ AÚN LO AMO ~

La cena navideña de anoche fue todo un éxito, reímos, cantamos, bailamos y jugamos hasta el cansancio, faltaba unos pocos días para volver a la escuela y esa idea no me agradaba mucho, después de mi "encuentro" con Draco estaba cuestionando si estuvo bien decirle lo que le dije, en el fondo sentía la necesidad de hacerlo por lo que las palabras salieron solas de mi boca como si necesitara decirselas, pero a los poco minutos el arrepentimiento llegó, no haya día que no piense en el, creia que despues de todo este tiempo revolcandome con Cameron y viendo a Astoria lamerle las babas a Draco al fin mi corazón se rendiría y lo soltaría... Obviamente no fue así, el lado positivo de las cosas es que ya no lloro por él, solo lo extraño, extraño su roce, su aroma, sus besos y sobretodas las cosas estraño su cariño que a pesar de que era escaso era reconfortante y siempre me daba ánimos para seguir a pesar de todas las confusiones y problemas en mi vida.
–– ¿Emocionados por volver? –– Hermione de lo único que habla es que quiere volver porque llegaron libros nuevos a la biblioteca.
–– ¡Si! ¡Huju! –– respondí con sarcasmo.
–– Ay si, no te hagas T/n, no creas que no te hemos visto con Cameron estas últimas tres semanas, o sus escapadas en la noche a tu habitación –– susurro lo ultimo para que solo yo oyera pero igualmente escucharon todos y soltaron una carcajada.
–– Ja, ja, no es tan distinto como cuando tu y Ron van a "estudiar" a la biblioteca –– hice un gesto de comillas con mis dedos y todos nos reímos al unísono.
–– Oye a mi no me metas la pelea es con Hermione –– Ron intentó defenderse pero eso solo nos hizo reir aun mas.

*Tres días después*
Acabamos de llegar a la sala común de Gryffindor, todos comenzamos a llevar nuestras pertenencias a nuestras habitaciones y preparar las cosas para mañana, hasta ahora no he visto a Cameron y espero que sea así por lo menos por hoy, fue una semana divertida pero agotadora, todos los días me tenía que levantar mega temprano para entrenar con Eldrax y ahora que volamos juntos practicar técnicas de vuelo, aun no encuentro la forma de mantenerme arriba de él por si lo de la otra vez vuelve a pasar, creo que solo necesito practicar en el equilibrio y encontrar las técnicas de movimiento adecuadas.
Ya termine de ordenar todas mis cosas y me apetece bastante salir a volar con Eldrax, no se porque pero volví al lugar donde nos atacó el Colacuerno y donde Draco me salvó la vida, a lo lejos visualice una cueva escondida por algunas montañas, probablemente ese era el hogar del Colacuerno, nos acercamos un poco, como no salió supuse que ya no estaba ahí así que le di una señal a mi dragon para que aterrizara frente a la cueva, de nuevo nada, ni un rugido, ni un movimiento, nada, no había cadáveres de ganado, nada, era como si el Colacuerno hubiera desaparecido, me adentre en la cueva con Eldrax a mi espalda, poco a poco la luz escaseaba así que improvise una antorcha y con ayuda de Eldrax la encendí, a lo lejos pude ver un gran bulto que mientras más me acercaba más grande se hacía, antes de darme cuenta ya estaba frente al Colacuerno, este estaba encadenado, casi inmovilizado, tenía un montón de cadenas que le generaban heridas alrededor de su hocico.
— ¿Qué te hicieron? — murmure para mi.
Este parece haberse escuchado por lo que en un movimiento rápido intentó atraparlo pero esto solo hizo que sus heridas se identificaran más por culpa de las cadenas, Eldrax se puso en modo defensa pero yo lo parfe para que el Colacuerno no intentara defenderse, si lo hacia se lastimaria aun mas, no sabia que hacer, si lo liberaba probablemente me atacara o a Eldrax y si lo dejan ahí moriría de hambre o  desangrado por culpa de sus heridas.
–– Tranquilo, no queremos lastimarte, tienes que quedarte quieto-
–– ¿T/n? –– antes de que pudiera concluir la frase una voz llamándome resonó en toda la cueva.
–– ¿Draco?
De entre la oscuridad apareció la figura de Draco acercándose hacia mi.
–– ¿Qué demonios haces aquí? –– por alguna razón el tono de mi voz era de estar enojada, me sorprendía ver a Draco parado ahí y no pude evitar pensar que él había hecho esto. –– ¿Tu le hiciste esto? –– me corri a un lado para que pudiera visualizar al dragón encadenado.
–– ¡Wow qué demonios T/n! Correte de ahí si no quieres que te mate –– él se veía igual de sorprendido que yo al ver al dragón.
–– No me has contestado mis preguntas –– lo fulmine con la mirada.
–– No seas ridícula obviamente no hice esto, y qué hago aquí, pues Eldrax es tan grande que la mitad de su cuerpo sobresale de la cueva, estaba en mi escoba y me acerque para ver mejor y me encuentro con esto –– Draco se puso a la defensiva, típico de él, pero con lo que dijo me basta para creerle, Draco no es de mentir y cuando lo hace se le nota en su tono de voz, lo conozco muy bien como para saber eso. –– ¿Qué le pasó?
–– No lo sé, estaba volando con Eldrax y vi esta cueva, supuse que de aquí era de dónde había salido la otra vez pero no vi nada hasta que Eldrax me ayudó a encender una antorcha y lo encontré así, ¿Qué crees que debamos hacer?
–– ¡¿Qué hacer?! ¿Nosotros? estas loca nosotros no haremos nada ¿Quieres que nos coma? o peor que nos rostice vivos –– dio unos pasos hacia atrás.
–– No podemos dejarlo aquí, morirá de hambre y sus heridas son muy graves –– me acerque a Draco, no podía hacerlo sola y aprovechando su llegada podemos hacer algo para que no nos ataque y poder ayudarlo.
–– De todos modos lo hará, mira sus heridas T/n, no sobrevivirá.
Me di vuelta para observar al dragón y Draco tenía razón, sus heridas eran muy graves y mientras más pasaba el tiempo más se debilitaba; de pronto una idea muy loca llegó a mi cabeza.
–– Llevémoslo a mi terraza.
–– ¡ESTAS LOCA! no llevarás este dragón a Hogwarts para que nos mate a todos –– Draco gritó y esto hizo que el dragón se alterara, gracias a Merlín se tranquilizó en segundos, sus heridas lo estaban matando.
–– No lo dejaré aquí, ¿No lo harías si Eldrax estuviera en su lugar? –– trate de hablar despacio y calmada para no alterar al Colacuerno.
–– Obviamente si pero ese dragón no es Eldrax, no está entrenado y en cualquier momento no matara a todos.
–– Agh olvidalo Malfoy, obviamente no contaba con tu ayuda, no se en que pensé –– me di vuelta para dejarlo atrás y acercarme al dragón con cuidado.
El Colacuerno ya estaba demasiado débil por lo que pude acercarme lo suficiente como para tocarlo, fui precavida con los movimientos que realizaba ya que no quería alterarlo, cuando posé mi mano en su cabeza este se movió un poco, era obvio que estaba asustado.
–– Tranquilo solo quiero ayudarte, encontraremos la forma de sacarte de esto –– por alguna razón cuando le hable al dragón este me miró como si entendiera lo que le estuviera diciendo.
–– Tienes talento con las bestias –– Malfoy apareció detrás mío.
–– Supongo que sí –– respondí cortante.
–– Podemos usar tu teletransportación para llevarlo sin que nadie se de cuenta, conozco algunos hechizos de curación, ayudara un poco pero no se que tanto, nunca lo he realizado en dragones.
–– Draco eres brillante –– me di vuelta y lo abrace inconscientemente pero a los segundos me di cuenta de lo que estaba haciendo así que me separe rápidamente de él. –– Lo siento.
–– No, yo lo siento, por ser un testarudo –– me regalo una sonrisa, una de esas sonrisas que me vuelven... eeeh volvían loca.
–– Gracias por esto –– le devolví la sonrisa.

Desencadenamos al dragón con cuidado para no dañarlo mas este no se inmuto, parece que sabía que nuestras intenciones no eran malas, luego de eso nos teletransportamos a mi terraza, esta era tan grande que fácilmente cabían los dos dragones más nosotros dos, Draco estaba curando al Colacuerno con un hechizo lo podía evitar mirarlo, se veía tan sexy realizando hechizos, esa cara de concentración que tiene me vuelve loca, pero no, no puedo volver a caer en una relacion asi, sacudí mi cabeza para borrar esos pensamientos obsesivos de ella.
–– Listo, no es mucho pero lo ayudara, yo creo que debería comer algo, quizás cuánto tiempo estuvo encadenado en esa cueva ¿Quien crees que lo haya hecho?
–– De seguro la misma persona que lo trajo para que me atacara con Eldrax antes de navidad.
–– ¿De qué estás hablando?
–– Mira esta cicatriz, es antigua y ya la tenía el día que me atacó solo que no pude ver bien de que era, fijate en las recientes, son de cadenas, este dragón fue traído hasta aquí, ¿No es obvio?, seria mucha la coincidencia que justo el día que salí a volar con Eldrax este se escapara, tu viste como estaba amarrado era imposible que lo hiciera por sí solo sin que alguien lo desencadenara –– nos centramos en la antigua cicatriz que tenía en uno de sus costados.
–– Tienes razón pero... ¿Quien traería a este dragón solo para atacarlos? –– al igual que Draco estaba confundida, con un montón de preguntas sin respuesta.
–– No lo sé Draco creeme que me gustaría saberlo pero ya se me hace una idea  –– recordé lo que el profesor Dumbeldore sobre Malfoy y Voldemort.
No podía confiar en él, ¿Y si el señor tenebroso ya lo había reclutado? ¿Y si ya tenía la marca como Pansy?
–– Creo que ya es tarde Draco y estoy cansada, mañana empiezan las clases y ahora tengo otro dragón que cuidar, gracias por tu ayuda pero esta es mi especialidad, tú lo dijiste, tengo talento con las bestias.
–– Ems sí... supongo que... de nada, si necesitas de nuevo el hechizo puedes-
–– Puedo hacerlo yo misma, te observe mientras lo hacías ya me lo aprendí –– me sorprendía lo cortante que estaba siendo con él después de todo pero no podía arriesgarme.
–– No puedes solo realizarlo sin saber realmente si lo puedes hacer bien
–– Se te olvida que yo vencí a Voldemort solo con mis manos –– arquee una ceja.
Un silencio incómodo comenzó a escucharse en el ambiente pero Draco lo interrumpió.
–– Bueno en ese caso –– de su bolsillo sacó una navaja y sin pensarlo se hizo una herida profunda en el brazo izquierdo.
–– Mierda Malfoy ¿Qué demonios haces?
–– Pruebame que puedes realizar el hechizo.
La sangre comenzó a brotar de su brazo manchando su camisa blanca, este era el momento, se supone que en el brazo izquierdo es donde se encuentran las marcas tenebrosas, ahora podría corroborar lo antes pensado.
–– Y bien...
–– Ehh si claro –– no podía evitar estar nerviosa, no sabia con que me encontraría debajo de su maga.
Comencé a retirar con cuidado los restos de tela blanca teñidas de un color rojo carmesí, al levantarla por completo sentí como el alma volvió a mi cuerpo, no había nada, no había marca, rapidamente comence a realizar el mismo hechizo para curar a Draco, sin mayores dificultades pude realizarlo con éxito y el brazo de Draco ya estaba totalmente curado.
–– Ves, debes admitir que soy mejor que tú en hechizos –– puse una sonrisa arrogante.
–– Me sorprendes Selwyn, pero no, nadie es mejor que yo en nada –– y ahí comenzamos con el egocentrismo.
Solo voltee los ojos y solté una carcajada, Draco se dio media vuelta para irse pero antes de que lo hiciera lo detuve.
–– Oye... ehh... gracias otra vez, por todo, sin ti no hubiera podido haberlo traído hasta aquí o por lo menos no lo hubiera podido curar –– me encogí de hombros y le regale una sonrisa amable.
–– No hay de qué pero, tú puedes con todo, siempre has podido y esta no iba a ser la excepción yo solo te di un empujón –– me devolvió la sonrisa y se fue volando en su escoba.
Mierda aun amo a este imbecil.

UNA HISTORIA DIFERENTE (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora