UNA HISTORIA DIFERENTE (+18)

CAPÍTULO 12

~ EL PERGAMINO ~

Un fuerte golpe hace que me despierte de inmediato, es Eldrax que está molestando ya que es la hora de su comida, me doy cuenta que ya es tarde por la posición del sol, miró a Draco que está profundamente dormido en mi cama envuelto en las sábanas totalmente desnudo al igual que yo, me acerco a él para despertarlo porque si no se nos hará tarde para el desayuno.
— Hey, Draco despierta — lo muevo con suavidad.
— Déjame es muy temprano — gruñe mientras pone la almohada arriba de su cabeza para no escucharme.
Después de lo de anoche se como hacer que se levante en un santiamén.
— Draco va a haber una mujer desnuda en la ducha esperándote pero no estará ahí por siempre — le susurro.
De un momento a otro se sienta en la cama y me mira de pies a cabeza mientras entro al cuarto de baño, a los pocos segundos él entra también y enciende la ducha, siento como el agua resbala por mi cuerpo desnudo mientras busco el shampoo para lavarme el pelo, me doy vuelta dándole la espalda a Draco para dejar el pote de shampoo en el suelo mientras me acerco a su miembro para rozarlo con mi trasero.
— Si querías ponerme caliente lo lograste — dice a pocos centímetros de mi boca.
Baja su mano hasta mi clítoris y empieza a jugar con él, yo lo paro y lo pongo contra la pared mientras me pongo de rodillas, ahora yo tengo el control.
— Eres una chica muy mala T/n.
— Así me gusta ser — pongo mi mano en su miembro y empiezo a masturbarlo mientras paso mi lengua por la punta.
— oh mierda — jadea.
Empiezo a chupársela y siento como su pene palpita en mi boca, Draco me toma del cuello y me pone contra la pared mientras que con la otra mano eleva mi pierna derecha hasta su cadera.
— Aquí el que manda soy yo, que quede claro — me dice al oído.
Me besa el cuello y hace que me excite más, me tortura con cada beso que da, necesito tenerlo dentro de mi, necesito que me domine, se ha vuelto como una droga en tan pocos días.
— Pídeme lo que quieres que te haga, suplicame — pone su mano en mi vagina pero solo la masajea.
— Q- Quiero que me hagas tuya... por favor — gimo en su oído.
Introduce sus dedos dentro de mí, no sé cómo pero sabe exactamente como me gusta, paso mis dedos por su melena mojada mientras nos besamos, muerde mi labio inferior y de un tiro me levanta y quedó en el aire, estoy entre él y la pared, siento como me penetra con lentitud pero poco a poco sus movimientos se hacen más bruscos, mis gemidos son tan fuertes que creo que nos están escuchando desde el otro lado del castillo. Cuando terminamos salimos de la ducha y nos empezamos a vestir, Draco no para de recorrer mi cuerpo con su mirada, me siento como una niña caprichosa que obtuvo lo que quería.
— ¿T/n tomas pastillas cierto?
— Si, si lo hago, descuida no quedaré embarazada si es lo que te preocupa Draco — me acerco a él para besarlo.
El día se ha ido volando, he quedado con los chicos para un partido amistoso de quidditch, me junto con Hermione al término de nuestra última clase y nos dirigimos al campo donde los chicos nos esperan, en el camino le cuento sobre Draco y yo, su fantasía al fin se hizo realidad y salta de alegría al saber que al fin terminamos juntos. Cuando llegamos nos pusimos ropa cómoda y subimos a nuestras escobas, en el último mes Draco me enseñó mucho sobre el quidditch y dijo que sería una gran buscadora.
— Okay, Ron, Ginny, Fred y yo seremos un equipo eso significa que T/n, Malfoy, George y Hermione serán el otro equipo — replica Harry mientras abre la caja con las bolas dentro.
Fue un largo juego pero lo termino cuando atrapo la snitch dorada, bajamos de nuestras escobas y Draco me levanta con los brazos mientras me besa y todos los quedan viendo.
— Así que lo suyo ya es oficial — habla Ron.
— Así es y mi novia les pateo el trasero a todos — responde Draco en tono burlón.
Quién lo diría, aún no puedo creer que logre generar "lazos de amistad" entre ellos, desde odiarse hasta la muerte ahora comparten tiempo juntos jugando quidditch. Volvemos al castillo y cada uno se va a su cuarto, Draco se despide con un beso y se va a su sala común, me siento en el sillón para asimilar todo lo que ha pasado hasta ahora, aún hay una incógnita que me come la mente que es él porque Dumbledore quiere que entrene a un dragón y cual es esa profesora de la que hablaba Hagrid, un sonido detrás mío interrumpe mis pensamientos.
— Hola T/n — es Wood.
— Hola — respondo con un tono seco.
— Quería hablar contigo — añade mientras se sienta a mi lado pero me corro para no estar tan cerca de él. — Quiero pedirte disculpas por lo que te hice.
Quedo con la boca abierta, ¿Será una de sus bromas o me lo estará diciendo enserio?
— Wood no tengo tiempo para tus bromas si crees que-
— No es una broma, es enserio, quiero pedirte disculpas, se que fui una idiota y no solo fui un idiota conitgo si no que con muchas más — se pasa su mano por el pelo. — No quiero que haya rencor entre nosotros, solo olvidemos todo y te prometo que no te molestare nunca más ni a ninguna otra chica — extiende la mano como para cerrar un trato.
Quedo pensando unos segundos si lo que me dice será cierto, decido confiar en él y le doy un apretón de manos, espero no equivocarme esta vez. Oliver se levanta y se va, Draco debió haberle dado una buena lección como para que ahora me venga a pedir disculpas.
— ¿Estas bien? — pregunta Harry acercándose hacia mi.
— Si descuida, solo arreglábamos las cosas, ahora no hay rencor — contesto.
— T/n necesito preguntarte algo — se sienta a mi lado. — ¿Tuve oportunidad contigo alguna vez?
Su pregunta me deja sin palabras, nunca me imaginé estando con Harry, él es muy dulce y amable hasta donde sé y es muy guapo pero simplemente no se dieron las cosas entre nosotros.
— Harry creo que cuando tuvimos oportunidades no las aprovechamos y créeme que si ahora no estuviera con Draco probablemente nosotros estaríamos intentando algo, pero las cosas pasan por algo, no quiero que nos distanciemos yo te tengo mucho cariño y me dolería mucho perderte ahora.
El se queda pensativo con la mirada baja unos segundo pero luego me mira a los ojos y sonríe.
— Descuida T/n eso no pasará — pone una mano en mi pierna. — También quiero agradecerte... creo.
Ese "creo" hace que me quedé confusa.
— ¿Por qué crees?
— Porque nunca pensé en ser amigo de Malfoy, bueno no somos amigos pero ahora podemos hablar sin odio de por medio. — sonríe. — De verdad no se como lo haces pero siempre sacas lo mejor de las personas y con Draco te luciste.
Luego de conversar un poco con Harry nos vamos a nuestras habitaciones, hago las tareas pendientes y luego me alisto para cenar, Her está tan en confianza que ya ni siquiera toca la puerta solo entra a menos que sepa que está Draco, en lo personal no me molesta ya que Her es mi mejor amiga y me encanta pasar tiempo con ella. En la cena el profesor Dumbledore no me quita ojo de encima, tanto que me hace sentir incómoda, cuando está casi terminando la cena lo veo caminando hacia mi.
— Señorita Selwyn podría acompañarme por favor.
Todos los que están cerca mío quedan perplejos y me quedan viendo mientras me voy yendo con el profesor, llegamos a su despacho y me invita a tomar asiento en la silla frente a su escritorio mientras él rebusca en un cajón, al costado veo un fénix ya adulto parado en un palo para pájaros, me quedo controlando su belleza por un momento, sus ojos me hipnotizan y hace que olvide por un instante en donde estoy pero la voz del profesor me saca del trance.
— Los fénix son criaturas maravillosas e increíblemente inteligentes, él es Fawkes mi viejo amigo no se si Harry te ha hablado de él, lo ha ayudado en ciertas ocasiones — se sienta en su escritorio mientras posee un pergamino en su mano. — Te preguntarás por qué te he citado aquí a estas horas, la respuesta es simple, quiero saber si ya sabes porque estás entrenando un dragón.
— Si le soy sincera profesor, estoy igual o peor de confundida que la última vez que hable con usted, aún no entiendo nada — los nervios se notan en mi tono de voz.
— Creo que es hora de contarte algunas cosas T/n.