Solo, asustado, joven, inocente, ingenuo... ¿Qué debo hacer para avanzar a una versión de mí que no tema a nada?
Cuando estaciono, no me sorprende ver al tío Joshua sentado en las escaleras frente a la puerta, mis pensamientos me han abrumado de tal manera que apenas y he sentido las horas de viaje. Apago el motor y bajo, él no levanta la mirada pero sé que me siente avanzar a él, está oscuro, es de madrugada, el cielo es muy oscuro, parece que está por amanecer.
—¿Quieres sentarte?
—Vine porque dijo que era una emergencia, tengo que volver pronto para recoger a Avery.
El ríe con algo que no descifro, ¿tristeza? ¿Enojo? ¿Desilusión?
—Tu madre era fuerte, de ojos brillantes, sincera, solía ser demasiado transparente y fugaz, llena de energía, nos abrumaba tanto... A tus abuelos, a mí, éramos tan tétricos, tan grises que sus colores nos resultaban demasiado... Demasiado invasivos. Pero no para él... —aprieta los dientes —, él no creía que sus colores eran extraños, o que eran demasiado brillantes para cargar con ellos, para él era fascinante. ¡Para él era algo que no encontraría nunca más! Aunque no debía ser así, se supone que él también era tétrico, nos criaron para ser tétricos... Pero si con Avery falló, él también pudo...
—¿Quién es él? ¿A quién se refiere?
Él niega mientras sus labios se fruncen, enlaza sus manos, y vuelve a soltarlas, durante al menos seis ocasiones. Luego suspira.
—Estaba seguro de que sus problemas se debían a... Se debían a que era diferente, ninguno intentó hacer que fuera así, sé que no lo alejamos... ¡Él lo hizo! Era tan pegado a mí, éramos buenos juntos, oía mis consejos y me veía como un modelo a seguir, hasta que nació... Hasta su nacimiento... Sus ojos cálidos, sus sonrisas, y sus pensamientos dejaron de dividirse, y se dirigieron a un sólo punto, un punto sin retorno al parecer, pensé que era una etapa, yo también estaba encantado cuando pasó conmigo, pensé que se sentía como yo, pero... Pero era extremo, y encendió todo. ¡Él lo encendió todo! Yo... Yo quería entenderlo, quería pensar que no era algo antinatural, él siempre era algo extremo en sus actitudes, pensé que era otro de sus momentos siendo radical... Maldición, es que, sí era diferente, nunca se lo dijimos pero él lo presentía y yo igual... Ella era tan inocente, nunca notó las diferencias, por eso no podía hacerlo, por eso no podía darse cuenta de esas... y de las cosas que estaban mal a su alrededor... Él lo arruinó, yo confié en él, yo estaba seguro que guardaría sus sentimientos, porque es algo que haría una persona racional. Yo pensé que él podía ser...
—¿Habla de mi padre? ¿O habla de mi tío...? De su hermano.
Sus ojos buscan los míos, está contrariado, y sorprendido, no sabía que lo sabía, no sabía que conocía la existencia de otro hermano, pero ríe, sus labios fruncidos, no es una sonrisa de alegría, es como si fuera una de locura.
—¿Lo sabes...? Y aún así... Aún así... —niega repetidamente.
—No sé más que había uno, no sé edad, nombre, ubicación, sólo sé que existió, y que lo dejaron de lado.
Levanta la mirada, sus ojos están llenos de lágrimas y aprieta los dientes.
—Es tan... Igual... Pero no voy a cometer los mismos errores, porque él era egoísta, y no sabía el peso que era tomar esa decisión, estoy seguro de que no pueden hacerlo, no pueden ser iguales aunque su físico diga que sí... Misael, Misael... Yo sé que tú entenderás, porque yo te crié, yo... Yo te di valores, ¡valores reales! Estaba asustado, pero tú no eres él... Tú no eres...
—¿Quiere ser claro? —mis manos tiemblan, ¿ser iguales? —, no entiendo nada...
Baja la cabeza y niega riendo —, abusó de ella...
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Mi hermana y yo |MHYY2|
Teen FictionMisael Ortega tiene la vida arreglada. Vive con su tío Joshua, al cual considera como su propio padre. Su tío lo cría junto a su esposa Madeleine, con la cual tiene una pequeña llamada Hillary. No conoció a sus padres, y el tío Joshua no le habla nu...