De alguna manera tocarla es diferente en esta ocasión, cuando la separo puedo sonreír mientras acaricio sus ojos, y ella me permite hacerlo. También es lindo sacudir su cabello y que ella infle sus mejillas, entonces siento que quiero detener el tiempo aquí, justo ahora, mientras ella ríe y yo la miro como si se tratara de algo que no veré dos veces en mi vida.
—Avery... —susurro una vez que abro la puerta para que ambos salgamos, ella se detiene y se vuelve hacia mí. Nuestros ojos se encuentran y hay tanto que quiero decir y tanto que quiero hacer con ella pero mis labios no se mueven, ¿por qué? —. Yo...
—¡Chicos! —oigo gritar a Madeleine desde abajo —. ¡La comida se enfría!
—¿Misael? —cuestiona ella mientras sus ojos aún me buscan —. ¿Qué ibas a decir?
—Tu nariz está roja —la toco con mi pulgar —. Ve a lavar tu rostro antes de bajar.
—Bien... ¿Me esperas? —pregunta mientras camina a su puerta.
—Madeleine nos llamó ya, es mejor si bajo para que ella no se preocupe, terminará pensando que peleamos o que uno de los dos ha tenido un accidente —sacudo su cabello una vez más —. Estaré abajo.
—¿Debería alistarme para el instituto? —me mira.
—Creo que estará bien si nos quedamos en casa hoy —levanto los hombros —. El tío Joshua seguro se fue, y Madeleine tiene que ir con Hillary a sus clases de ballet justo al salir de la escuela, creo que están en actividades, siempre le toman toda la tarde, así que... ¿Quieres quedarte de floja en casa conmigo?
Asiente entusiasmada con una amplia sonrisa —. No tardaré.
—De acuerdo.
Se mete en su habitación sin cerrar la puerta y me permito soltar un poco el aire que retengo, aprieto mis dientes y luego, bajo lentamente. Cuando llego al comedor no me sorprende no ver al tío Joshua, Madeleine frunce el ceño mientras me da un vistazo.
—¿No irás a clases, cariño? —pregunta ella mientras sirve una taza a Molly —. Ten cielo.
—Gracias —suelta ella mientras sus ojos se posan en mí —. ¿Y Avery?
—Bajará dentro de poco, quería lavarse el rostro antes de venir —digo intentando sonar tranquilo mientras me siento, Hillary come mientras tararea una canción que oye del móvil de Madeleine, acaricio su rubia cabeza y ella sólo la inclina un poco hacia mí en respuesta —. Dan y yo nos quedaremos en casa por hoy, no se siente bien y le haré compañía.
—De acuerdo, pero traten de no perder muchas clases, el año escolar está a nada de terminar y deben tener buenas notas para que puedan aplicar a la Universidad —dice mientras limpia la mejilla de Hillary y recoge los platos —. Toma tu jugo, que vamos tarde —vuelve a mirarme mientras camina hasta el fregadero —. ¿Ya has pensado en qué carrera tomarás, cariño?
—Yo... —miro el plato servido frente a mí —. Bueno, aún es temprano para pensarlo, ¿no?
—El tiempo corre bastante a prisa —ella lava los platos rápidamente.
—Puede dejar los platos ahí, los lavaré junto a Dan ya que ambos nos tomaremos el día.
—¿En serio? Me ayudarían mucho, tu padre se fue más temprano hoy y Hilly y yo vamos tarde —ella se seca las manos con una toalla, y se saca el delantal —. Te haré tu comida favorita de merienda.
—No se preocupe —le sonrío, ella toma a Hillary de la mano, toma su pequeña mochila también y su lonchera, me da un beso en la mejilla —. Vaya con cuidado.
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Mi hermana y yo |MHYY2|
Teen FictionMisael Ortega tiene la vida arreglada. Vive con su tío Joshua, al cual considera como su propio padre. Su tío lo cría junto a su esposa Madeleine, con la cual tiene una pequeña llamada Hillary. No conoció a sus padres, y el tío Joshua no le habla nu...