¿Hermanos no fraternales?
—Si, vale. Yo también.
Cuelgo y después de bloquear mi auto camino hacia la puerta de mi casa. Cuando ingreso, una pequeña princesa y su enorme tiara saltan, literalmente, hacia mí. Sonrío ampliamente.
—¡Micha!
La levanto en mis brazos y le doy un par de vueltas para después darle un largo beso en su rosada mejilla. Alboroto su cabello dorado una vez que la pongo en el suelo. Sus pequeños ojos azules brillan.
—Hola preciosa. ¿Dónde están los demás?
Toma mi mano y me lleva hacia la cocina. Papá y Madeleine estaban sentados en la mesa. Saludé a papá con un beso y a Madeleine con un abrazo. Me senté.
—Qué bien huele.
—Ya te sirvo, cielo —Madeleine se pone de pie y va hacia la cocina —¿Qué tal ha ido tu día?
—Mishell sigue insistiendo en que vaya a una de sus fiestas con sus amigas, le dije que no soy para eso. Además, no he dormido bien últimamente.
Cerré mis ojos durante algunos segundos, no podía olvidar la imagen de aquella niña. Sus pequeños ojos rogándome algo que no descifraba.
—Mishael. Mishael. Abrázame.
Se acerca a mí, ¿quién es esta pequeña? ¿Porqué llora? Acaricio su cabeza.
—Aquí estoy, tranquila.
—Pero te irás, me abandonarás para siempre... No lo hagas. Yo te amo. Por favor.
Llora fuertemente. Sorbiendo su nariz. La miro y acaricio su rostro.
—Yo también te amo. Y volveré por ti, Av...
Abro mis ojos de vuelta. Siempre sueño lo mismo. Y nunca termino la oración. Mi cabeza palpita y suspiro.
—¿No quieres una pastilla?
Madeleine se sienta a mi lado después de dejar el plato servido frente a mí. Niego con una sonrisa. Y tomo el vaso de agua frente a mí. Lo termino de un sólo trago.
—Estoy bien. Dormiré un poco temprano hoy. Tal vez eso me hace falta.
—¿Estarás todo el día en casa?
Papá me mira mientras come, levanté los hombros.
—Probablemente. ¿Porqué? ¿Pasa algo bueno?
—Vendrá alguien a casa hoy. Lo más probable es que desees estar aquí para ese momento.
—¿Es alguien que conozco?
Continúo comiendo, papá mira a Madeleine.
—Si. Pero no preguntes, es más. Termina rápido y ve a bañarte. Necesito que te veas como un niño bien cuando llegue.
Frunzo el ceño pero me limito a hacer lo que me dice. El sueño me está matando y no tengo ganas de indagar.
—Yo también te amo. Y volveré por ti, Av...
Me lanzo a la cama. Miro el reloj en mi muñeca. Van a ser las seis de la tarde. Han pasado horas desde que me duché. ¿Es que esa "visita" va a tardar todo el día? Cierro mis ojos.
—Av... Av... ¿Qué iba a decir?
[...]
El timbre suena y me apresuro a bajar. La curiosidad ha aumentado con las horas. Y me muero por saber de la persona que supuestamente conozco.
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Mi hermana y yo |MHYY2|
Teen FictionMisael Ortega tiene la vida arreglada. Vive con su tío Joshua, al cual considera como su propio padre. Su tío lo cría junto a su esposa Madeleine, con la cual tiene una pequeña llamada Hillary. No conoció a sus padres, y el tío Joshua no le habla nu...