Capítulo 12

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El tercer hijo de los Ortega.


Avery está recostada en la cama, yo estoy sentado a un lado acariciando su cabello. Se ha quedado dormida después de contarme el capítulo más largo que había visto de su caricatura favorita. Su mano aún estaba aferrada a mi camisa, ella tenía miedo de que me fuera dejándola atrás. Estaba empezando a oscurecer y nadie había venido a buscarnos, lo que agradecía bastante. Hacía mucho que no había oído hablar tanto a Avery. Miro su rostro y lo acuno con mi mano izquierda.

—Eres preciosa...

Me acerco a su rostro pero me aparto rápido al oír que tocan la puerta, le doy una mirada rápida antes de levantarme y abrir la puerta. Gruño.

—No revisaste el móvil.

—Pensé que te había dicho que no me interesaba.

—No. No lo dijiste —mira por encima de mi hombro y salgo cerrando la puerta —, ¿Avery está durmiendo ahí?

—¿Qué quieres? —me cruzo de brazos y ella rueda los ojos imitándome —, pronto empezará la cena. ¿No deberías estar con las demás?

—Sin ti es muy aburrido. Además, ellos quieren que Avery baje y algo me decía que estaría contigo. Son muy unidos al parecer...

—Diles que se ha quedado dormida, puedes preguntarle a todos, ellos saben que ella no tiene que esforzarse de más.

—Oí algo al respecto —mira hacia el pasillo —, pero no vine a verla a ella principalmente. Vine a por ti.

—Molly, ya te dije que...

—Al parecer no son sólo dos hermanos en tu familia.

—¿Qué?

—Sígueme y lo sabrás.

Ella me mira con suspicacia y dudo unos instantes mirando la puerta tras de mí.

—¿Qué tanto tardaremos?

—Estaremos antes de que tu querida hermana despierte, ¿okey? —ella me toma del brazo —, vamos antes de que desaparezca.

—¿Por qué desaparecería?

—Creo que la abuela lo sacó y olvidó guardarlo —mira por las escaleras y luego sus ojos se vuelven a mí y giramos a la derecha en una ajustada puerta, no conocía este pasillo. Ella mira otro rato y luego suspira —, eso me llamó demasiado la atención.

—¿Qué es?

—Baja la voz —me pone su mano en la boca, luego suena un suspiro y ella me obliga retroceder —, ahí está la abuela.

Ella busca y finalmente nos mete en una pequeña puerta, creo que es un armario de pared y me siento incómodo pegado a ella. Sinceramente se podría decir que nos encontramos en una situación crítica. ¿Cómo sabríamos que hacer al respecto si la abuela nos encontraba? No estaba seguro si Molly sabía lo que hacíamos pero y si ella había encontrado algo debía descubrirlo.

Hubo silencio y ella esperó varios segundos para después asomarse y asegurarse de que no hubiera nadie, entonces me miró.

—Creo que la abuela ya se fue.

—¿Estás segura de querer hacer esto? —la tomo del brazo —, sólo dime qué viste.

Ella por su parte sonrió —Porque así es más divertido.

Me jaló hasta el pasillo y nos adentró s una pequeña y vieja habitación, llena de adornos. Había varias cortinas de color gris, unos pequeños sillones y una mesilla de noche. En realidad no presté atención a las pequeñas cosas porque enseguida me centré en algo sobre aquella mesilla. Un brazalete.

Mi hermana y yo |MHYY2| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora