Mi hermana y yo |MHYY2|

Capítulo 17

Lo siento.

Muevo nerviosamente el pie mientras miro por la ventana, Avery, que se sienta delante de mí apenas y me dirige la palabra, tampoco se ha acercado a Agustín y creo que es lo mejor, pero algo no se siente bien.

—Y con eso terminaremos la clase, no se olviden de traer el reporte. En serio, aparte de ayudar en su nota los pondrá al tanto de lo que preguntaré en el examen, no lo olviden.

La maestra recoge sus cosas y suena el timbre de salida, todos se levantan y Avery se apresura a recoger sus cosas cuando la tomo de la muñeca.

—Oye...

—No me toques —se suelta de mi agarre y se pone la mochila con rapidez —, tengo que irme.

—Espera —la sigo poniendo mi mochila sobre mi hombro, cuando estamos en el pasillo me aseguro de llegar a su lado —. Por favor, no sólo te enojes conmigo. Hablemos, vamos a casa juntos.

—Tengo planes. Lo lamento.

—¿Qué? —la tomo del brazo con fuerza y ella intenta soltarse pero la retengo acercándola a mí, demasiado molesto para ser delicado —. No me digas, ¿con Agustín?

—¿Estás loco? —sacude su brazo para soltarse sin éxito —. Suelta mi brazo, tengo prisa.

—¿En serio te irás con él? A pesar de...

—¿A pesar de qué? ¿De que estás actuando como un estúpido? Actúas como si el acercarme a Agustín fuera algo malo, y no lo entiendo. Es mi amigo, ¿es que por ti tengo que dejar de entablar amistades? ¿Ves que suena ridículo?

—No, sólo...

—Sólo Agustín, ¿y sí no fuera Agustín? Si fuera un chico cualquiera, ¿también habría problemas como los de la otra vez? ¿Qué diablos te pasa?

Me empuja y todos se detienen en la entrada de pronto, ella me mira molesta mientras aprieta sus labios. Me paso la mano por el cabello y suspiro cerrando un instante los ojos.

—Escucha, vamos a ir al auto y...

—Que no. Que tengo planes, si deseas tanto hablar conmigo vas a esperar en casa.

—No. Tenemos que solucionar esto ahora —miro a los demás y estos avanzan despacio murmurando y chasqueo la lengua con fastidio —, ¿comprendes?

—No. Porque no todo tiene que ser a tu tiempo, yo te espero y tú me esperas. ¿No nos estamos basando en eso últimamente?

Se aleja entonces y no puedo seguirla, porque sé que se refiere a lo de Mishell, porque le había prometido dejarla y estaba aún alargando la situación, no tenía perdón.

—Eh, Misael —Agustín pasa su brazo por mis hombros —, ¿qué ha sido eso? Dan parecía enojado —Natan aparece al otro lado y aparto a Agustín de mala gana, este se queja riendo —, ¡oye!

—No te importa, ¿o sí?

—Bueno, son mis amigos, claro que me importa —se encoge de hombros —, ¿por qué? Suena a algo malo, me gustan las chicas por si no...

—Ya. Sólo creo que me iré. Hoy tomaré mis turnos de tarde, ¿no trabajan también?

—Nos toca en la noche, y pensé que a ti también.

—Tengo algo que hacer esta noche, y necesito despejarme trabajando.

Me subo al auto una vez que llego a él sin detenerme y comprendo que debo ser paciente con Avery, porque esta relación no es sólo mía. Es de ambos.