Mi hermana y yo |MHYY2|

Capítulo 16

Conflictos. No es tan sencillo.

Ella respira agitada mientras mantengo mis ojos en los suyos y luego conteniéndome para no mirar abajo, la suelto, desviando mi mirada para salir del baño.

—¿Puedes bañarte primero? —digo tratando de calmarme, si ella vuelve a abrazarme perderé completamente el control —. Pondré una película luego de ducharme en el baño de abajo.

—No... ¿No quieres...?

—Si —digo rápidamente y busco sus ojos, se había asomado por la puerta, quitándome la preciada visión de su torso —. Esta noche duermes aquí, conmigo.

Ella se pone roja y entra en el baño cerrando la puerta con rapidez, suelto un juramento y bajo con una muda y una toalla al baño para invitados junto a las escaleras, este no tenía agua caliente, pero era eso o quedarme escuchando a Avery bañarse, el agua fría es mejor a la tortura de tenerla en mi baño sin poder meterme.

Estaba tratando de calmarme, Avery hacía esto porque estaba actuando mal con ella, ella lo entendió y si no me hubiera puesto a pensar, probablemente la habría rodeado con mis brazos dispuesto a no soltarla jamás.

Cuando salgo del baño me sacudo el cabello, la puerta principal se abre mientras me pongo la toalla sobre el hombro, Madeleine junto al tío Joshua entran, Hillary está en los brazos del último, les sonrío al pie de la escalera dispuesto a dejarlos atrás.

—¿El juego ha ido bien? Oí que tu Instituto ganó —menciona el tío Joshua y me detengo para volverme a él forzando una sonrisa, parece satisfecho. Madeleine me sonríe al pasar a mi lado y le regreso el gesto —. Sabía que ganarían, es decir, con esas animadoras que se cargan.

—Si... Es decir, el juego ha ido bien. Mishell sin embargo no estuvo en él.

—¿Es así? —pasa frente a mí yendo a la cocina y suspiro sabiendo que debo seguirlo, me acerco hasta la puerta y me arrimo a esta, negándome a entrar —. ¿Pasó algo? Ella no suele perderse ningún juego.

—La señora Milton enfermó.

—Dios, qué lamentable —dice mientras pone una bolsa, que apenas y noté en su mano, sobre la encimera —, ¿han hablado? Espero que se mejore.

—Si.

—Bien, ¿y qué hay de Avery? Seguro se divirtió en el juego —dice con una sonrisa y me encojo de hombros, quiero ir hacia ella ya.

—Dice que le ha gustado. Se emocionó un poco.

—¿Está arriba? —dice buscando algo en una de las bolsas que apenas y había notado que traía —, su tía me ha mandado ropa de ella y he aprovechado para comprarle un par de vestidos. Seguro y le gustan.

—A Dan no le gustan los vestidos.

—Estoy seguro de que estos le gustarán, ¿quieres llamarla por favor?

—Creo que quería dormir.

—Pues levántala, quiero que vea lo que Maddie y yo le hemos comprado —¿por qué demonios suena tan emocionado?

—Se molestará si la levanto de golpe, se mojó un poco ya que empezó a llover y...

—Misael —me mira e incluso Madeleine que había entrado en la cocina deja de lavar los platos —, ¿no quieres que ella vea lo que le he traído?

—No es...

—¿Misael? ¿No vas a...? —Avery pasa a mi lado en la cocina, lleva una pantaloneta azul marino y una camiseta blanca, su cabello aún gotea. Mira al tío Joshua y este le sonríe —. Ah, llegaron.