Este si es mi cuento de hadas [BORRADOR]

9.

Amaris

Estaba apunto de empezar a limpiar sus heridas, cuando algo paso, el se levantó y se fue, yo quede paralizada, cuando se puso de pie tenía una mirada dura, fría, dominante, esas miradas que todos hacen cuando tú haces algo mal.

Pero ¿Yo que hice? Así es nada.

No hice nada solo iba a limpiarle y se puso de pie y se largó, ¿Que le pasa a este tipo? No lo sé, pero si quiere jugar a quien es más frío y dominante, jugaremos, pero no con sus reglas, jugaremos con las mías.

No siempre tiene que ganar el, que es lo que él cree que yo dejaré.

A la mañana siguiente me despierto muy temprano ya que debo ir al instituto lo mas temprano para poder estudiar un poco mas, cuando estoy alistándome miro hacia mi ventana y como es común Damon ya esta sacando de su cuarto a la chica que paso la noche con el, todavía no puedo creer que las chicas acepten pasar solo una noche con el, ósea ellas saben que ese "amor" solo durara en la noche ya que como es de saber, Damon no es un hombre de una sola mujer.

Cuando llego al instituto mi mejor amiga esta esperándome en la entrada supongo que es porque no quiere entrar al salón sola ya que la profesora siempre la molesta con que llega tarde y le pone fallas, ¿raro no? Que le caigas mal a uno de tus profesores y que ese profesor sea de la materia que mas te gusta.

- Buenos días Amaris - me dice mi mejor amiga con una sonrisa de oreja a oreja.

No puedo negarlo ella tiene una sonrisa hermosa, dientes perfectos, y muy bien alineados.

- Hola Samantha que tal todo? - le respondo al momento de que empezamos a andar camino adentro dirigiéndonos a nuestro salón

- Digamos que todo bien - me dice ella en ese momento su expresión a dejado de ser alegre ahora es triste, la detengo

- ¿Qué pasa Samantha? ¿Qué tienes? - le pregunto ella es mi mejor amiga y verla así me pone enferma es como cuando estoy en mis putas crisis existenciales, pero ella no, ella debe ser feliz, cueste lo que cueste.

- Es Stefan - y quedó asustada, abrumada, congelada, me puse tensa, quede paralizada pensando lo peor.

- Que sucede con Stefan - le pregunté tratando de no sonar mal, pero así estaba mal, asustada, me dolía el cuerpo no más de pensar que algo malo le sucediera, y así fue.

- En una de sus locuras, de escalar las montañas, no sujeto bien su gancho, y se a caído, ahora mismo está en el hospital, debatiendo entre la vida y la muerte - y con eso quede, mis lágrimas bajaron, el es el mundo de mi mejor amiga y que algo le pase es lo peor, yo a él lo considero un hermano de sangre, el igual que mi amiga estuvieron cerca mío cuando termine con el cabron de mi ex, siempre apoyándome, dándome fuerzas para seguir adelante, y ahora no estoy con el, en este momento, debo ir, tengo que ir.

- Y porque no estás con el? - le dije con algo de furia, tenia que quedarse con el, no tenía que venir.

- No quería verlo me due... - la voz se le quebró no dejo que terminara y rompió en llanto, se sentó ahí en el suelo del pasillo, y yo me senté con ella.

- Debemos ir - y por acto de reflejo me levanté alargue mi mano y la ayude a levantarse, y en ese instante decidimos salir del instituto, agradezco que sea instituto abierto, si no, no podríamos salir a la hora que queramos.

Apenas salimos al estacionamiento mis ojos se abrieron como platos al ver a Damon.

Vestía un pantalón negro pegado, una camisa blanca arremangada hasta sus codos y su chaqueta de cuero en una mano.