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Amaris

Luego de que Magnus sacara a esa perra de la casa, Damon detallo cada parte de mi.

- ¿Te lastimaste?¿Te duele algo?, Si quieres podemos decirle a Mael que no podremos ir - soltó.

O no, eso no podía pasar, después de casi rogarle a Paul que me dejara ir sin guardas ya que iba con Damon, no podía desaprovechar la oportunidad.

- No tranquilo, estoy bien amor - escuchar como azael se atragantaba con lo que estaba comiendo me hizo sonreír,
Sabía que Damon y yo no éramos de ese tipo de apodos, pero era algo adorable llamarle así.

- Ojitos me asustaste - dijo el poniendo un mechón tras mi oreja.

- ¿Asustar? Chica eres una loca, te jure que por mis adentros estaba ¡Dale con la silla! - decía azael entre risas - Ojalá hubiera grabado, repetiría ese vídeo un millón de veces - Carcajeo.

Después de reírnos unos minutos decidimos que ya era hora de ir a la casa de Mael para cuidar a sus hermanas.

Y decir casa se queda corto, era una maldita mansión, tenía un aire clásico y a la vez moderno, era inmensa.
Cuando estábamos aparcando pude ver a tres personas de pie en la entrada.

Mael y sus hermanas.

Las niñas aparentaban 13 o 14 años, eran dos hermosas gemelas, de misma altura, sus ojos color azul, pecas por toda su cara, churcas y para rematar pelirrojas.

Maldita sea, eran pelirrojas natural.

Y era realmente divinas.

Mael nos explico que teníamos que hacer, Casi se arma pelea entre los dos ya que Mael no volvería si no hasta mañana al medio día, sus padres volverían unas horas antes de la gala, así que estábamos encargados de las niñas hasta medio día.

Mientras pensábamos que íbamos a comer Damon estaba pendiente de su teléfono.

- Damon que quieres comer tu? - le pregunté ya que nosotras estabamos indecisas.

- Ojitos, vamos por lo fácil, órdenemos pizza - dijo encojiendose de hombros.

Hicimos la orden, mientras las niñas jugaban yo me dispuse a conocer la mansión.
Maldito Mael, siempre hablaba de su casa como si no fuera la gran cosa.

Empeze a repasar habitaciones, y una captó toda mi atención.

Era un salón completamente vacío, solo habían espejos en la parte del frente al entrar.

- Rebeka está en gimnasia - la voz me hizo dar un salto, salio de la nada.

- Darah, me asustaste, no debes aparecer así de la nada - le digo agachandome a su altura - Crees que a Rebeka le importaría prestarme este salón para ensayar esta noche? - le pregunté posando un mechón churco detrás de su oreja.

Darah era una niña encantadora vestía un vestido de de faldón, color mostaza.

En cambio Rebeka era una niña muy callada, vestía igual que mi, pantalones pegados, camisas negras, y su collar de candado.

Eran polos opuestos.

- No lo creo, Rebeka se verá envidiosa, pero no lo es, ella en el fondo es muy amistosa, así que si necesitas el salón, puedes ensayar - dijo mientras desaparecía.

Deje mi bolso ya que el sonido del timbre hizo acordarme que antes de bailar debía comer algo para tener fuerzas.

Damon pago, cosa que otra vez casi termina en pelea, pero no le iba a reclamar porque estaban las niñas presentes.

Cuando nos sentamos a cenar, empeze a tratar de ganarme a las hermanas de Mael.

- Y que te gusta hacer Rebeka - pregunté un poco animada.

- Me gusta la gimnasia artística y dibujar - dijo mientras le daba un bocado a su trozo de pizza.

- A mi igual, deberías acompañarme ahorita a ensayar un baile.... Y a ti Darah? - la pequeña levanto su mirada y se quedó pensando unos minutos.

- Me gusta leer y patinar - dijo ella encojiendose de hombros.

Vale... Estás chicas se cuidaban muy bien físicamente.

Damon empezó a jugar y hacer chistes con las gemelas.

- Vale... Iré a ensayar, si necesitan estaré en el salón de ensayo - dije mientras me dirijía al sitio.

Calenté un par de minutos, entre a un baño que había en la habitación y me cambie de ropa.

Gracias a Dios que siempre llevas ropa de ejercicio en tu bolso.

La verdad no se porque lo hago, pero así es.

Conecte mi teléfono a las bocinas que resaltaban en cada esquina del techo de la habitación.

La canción que resonaba era CAROL OF THE BELLS.

Empeze a moverme al ritmo de la canción.
A cada que subía el ritmo mis movimientos eran mucho más rápidos, corría un poco así un lado y mi pie subía hasta la altura de mi cabeza, mis manos extendidas hacia los lados y saltaba abriendo mi piernas en el aire.

Subí mi pie de para atrás lo agarre con mis manos y empeze a dar vueltas, volteretas por ambos lados con y sin manos, la canción avanzo más rápido, mientras más avanzaba más rápido me movía, la canción llegó a su fin y termine parada de cabeza con las piernas abiertas.

Aplausos inundaron la habitación, me puse de pie y Damon, Rebeka y Darah estaban de pie en la entrada mirándome.

Rebeka tenía su celular levantado a la altura de su rostro.

- Este video podría hacerte famosa - Me rei de lo irónico ya que reconocida ya era por todos lados.

-Estuviste increíble ojitos - dijo Damon mientras Darah asentía una y otra vez

- Gracias.... Me lo pasas luego? - le digo sonriente mientras Rebeka asentía con una sonrisa de oreja a oreja.

Me fijé en la hora y era casi media noche.

- Niñas es hora de dormir, mañana temprano saldremos - les dije.

- ¿Saldremos? - pregunto Damon enarcando una ceja.

- Si, saldremos - le dije mientras caminaba en su dirección.

Acompañamos a las gemelas a sus habitaciones, luego de dejarlas en sus habitaciones, Damon se abalanza a besarme como si yo fuera una presa.

- No sabes cómo me tienes desde la pelea con Vanessa - me río por lo bajo de lo irónico que es, pero le sigo el juego.

- Ah si? - le pregunte pícaramente.

- Si... Y más con ese leggins que tienes para hacer tus ensayos - dijo mientras subía y bajaba su mirada - Ven acompáñame a la habitación - Soltó.

Hoy es noche de sexoooo.

Conciencia SILENCIO.

Es la verdad.

Este si es mi cuento de hadas [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora