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Amaris

Cuando estuvimos en la sala de estar, todo el mundo estaba mirando.

Tenía todos los ojos encima literalmente.

Una mujer rubia de ojos grises como los de cada uno de sus hijos, tenía puesto un vestido elegante no muy largo ni muy corto, sus labios teñian un color rojo sangre y en una de sus manos se posaban muchos anillos, pero el de matrimonio fue el que más captó mi atención.

El hombre de traje elegante, cabello obscuro supuse que de ahí venía el cabello de cada uno, sus ojos negros como la noche, su mandíbula bien marcada, eso me recordaba mucho a Damon, sus labios carnosos y su piel blanca lo hacían resaltar en ese traje color negro.

Magnus estaba con su camisa arremangada como siempre y azael vestía unos vaqueros negros y una camiseta.

Todo estaba sumido en un silencio incómodo.

Damon se aclaró la garganta y me apretó un poco la muñeca.

- Familia ella es Amaris, mi novia - esperen, acaba de decir lo que creo que acaba de decir.

Si Amaris, lo dijo, no mames.

Todos se girando a mi, con los ojos abiertos como platos.

No sabía que responder así que de mi boca solo salio un
- Mucho gusto - Inocente estúpida por tercera vez Amaris.

Siempre la riegas.

Maldita sea la hora en que me convertí en una mujer que no sabe expresarse bien.

- Señorita Wells, tome asiento por favor - dijo el padre de Damon con un tono muy frío, estaba serio al igual que Damon.
Damon me acerco a uno de los sofás y ambos nos sentamos en este, sabía que era un tema serio ya que todos tenían los ojos puestos en nosotros.

- Como ya sabéis ambos están en la portada de todas las revistas - dijo la rubia con un tono amable.
Cómo olvidar ese Hijo del empresario Sellers sale con la hermana del empresario Wells, de todas las revistas existentes.

Cuando Paul viera esas revistas iba a matarme, y si es que no las ha visto.

- Así es - asentí varias veces con mi cabeza.

- Pues mire Señorita Wells... - como afectaba que me llamarán por mi apellido la verdad.

- Amaris por favor - le dije al padre de Damon interrumpiendo su habla.

- Bueno, señorita Amaris, te queremos informar que esté viernes tendremos una gala y queremos que asista - dijo el padre de Damon, eso me tomo por sorpresa.

¿Gala? Yo no asistía a una desde la muerte de mi padre.

Eso habrío una herida que había tardado en cerrar.

Mis ojos se cristalizaron, pero no podía llorar.

- Quieren obligarla! - dijo Damon con un tono fuerte.

- No, es para que ante las cámaras quedé que son pareja y no hagan más rumores de los necesarios - dijo la rubia mirando a su hijo desafiante.

Magnus y azael permanecían en silencio, supuse que está conversación solo nos incumbia a las cuatro personas que hablábamos en este momento.

- Que inventen lo que quieran! - bufó Damon ya con un genio de perros.

- Iré - dije y todos voltearon a verme.

- Que dijiste? - dijo Damon acercándose para verme a los ojos.

- Voy a ir a esa gala - realmente no quería rumores que no fueran - Quiero evitar los rumores que quieran inventarse - y Damon se tenso, su expresión paso de sería a culpable.

Algo me estaba ocultando y no demoraría en decírmelo de eso me encargaría yo.

- Bien, entonces nos vemos el viernes - dicho esto la madre y padre de Damon se levantan y van desapareciendo de la habitación.

Azael estaba todavía sorprendido.
Magnus tenía cara de querer matarme, todavía no superaba que le había ganado la puta carrera.

- Bueno, yo me largo - dijo Magnus con todo de furia, realmente estaba muy enojado por haberle ganado, pero el mismo se lo había buscado.
Azael se quedó hablando un rato con nosotros.

- Y Paul dónde esta? - pregunto azael con preocupación, sabía que últimamente no lo veían como antes, pero eso era cosa de Paul.

Llegaba de la empresa y se encerraba en la habitación solo salía para comer.

- La muerte de mamá le a afectado mucho - a mí también, dije para mis adentros, cuando llegamos está mañana del viaje me había dado algo cuando entre a mi casa.

Había obtado por ponerme un vaquero para venir porque sabía que si Damon veía todas esas cortadas que tenía en las piernas le entraría una preocupación inmensa.

- Pero casi no lo vemos - Concluyó Damon, era cierto, Paul salía muy temprano para no ser visto por nadie.

- Es mejor dejar que el se recupere solo - les dije

- Amaris y tú cómo estás con eso? - me pregunto azael, se veía la preocupación en esos ojos color gris que tanto me gustaba.

- Sobrellevandolo - dije y dicho esto una lágrima se derramó.

Damon hizo algo que no me di cuenta hasta que sentí el dolor, me había apretado el muslo y había dolido.

Mierda había dolido demasiado.

- Auch - dije y ambos voltearon a verme.

- No te hice tan fuerte - me dijo levantando una ceja.

- Si, lo siento, mi piel es algo delicada - que estúpidez acabo de decir.

Por favor que no se de cuenta

- Amaris ya te había hecho así en el muslo, que tienes? -.

Si se dió cuenta, Mierda.

- Nada, estoy bien - dije pero el tenía cara de que no iba a descansar hasta saberlo.

- Amaris, no me mientas, que tienes - dicho esto se levantó del sofá y me tendió la mano yo la acepte y me guío hasta su habitación, cuando estuvimos dentro.

Me volvió a decir
- Que tienes en la pierna - mierda, este no era el momento de que el se enterara todavía no.

- NADA - gire sobre mis talones y salí a toda velocidad de su habitación.

Baje las escaleras rápidamente y para mi desgracia me encontré a azael que seguía sentado en la sala.

- Ya te vas? - pregunto poniéndose de pie.

- Si, tengo cosas por hacer - y para peor, derrepente escucho como Damon grita mi nombre.

- Amaris!!, Vuelve aqui! - mierda necesitaba salir de esa casa pero ya.

Azael me miro con una ceja enarcada y solo le hice Ojitos, me dió espacio para irme y antes de salir por completo dijo.
- Me debes explicaciones - yo solo asentí y me aleje completamente de esa casa.

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Les aseguro que el siguiente capítulo les encantará.
Ojalá y me ayuden a difundir mi historia.
Os quiero, cuidaos!.

Este si es mi cuento de hadas [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora